martes, 29 de enero de 2019

MÁS ALLÁ DE LA CASA QUE ALBERGARÍA A YAHWEH ARQUEO TESTAMENTARIAMENTE; ESTÁ EL HECHO DE QUE NOSOTROS SOMOS SU TEMPLO, HABIENDO DE MOVERNOS CON ÉL EN EL PROCESO DE NUESTRA TRANSFORMACIÓN Y CONFORMACIÓN QUE NOS HAGAN SEMEJANTES A ÉL

LIMA - PERÚ   MARTES 29 DE ENERO DEL 2019   MENSAJE # 3007

SEGUNDA DE CRÓNICAS 2:5, 7.

"Y la casa que tengo que edificar, ha de ser grande; porque el Dios nuestro es grande sobre todos los dioses ... Envíame, pues, ahora un hombre hábil que sepa trabajar en oro, en plata, en bronce, en hierro, en púrpura, en grana y en azul, y que sepa esculpir con los maestros que están conmigo en Judá y en Jerusalén, los cuales dispuso mi Padre".


=== La pasión que antaño gobernara el corazón y la mente del rey David, ahora están en el corazón y la mente de su sucesor en el trono, Salomón. David se había premunido de todo lo necesario para edificar un templo hermoso, glorioso, que fuera digno de la Deidad. En el texto de Primera de Crónicas se nos permite ver la cantidad de material que el hijo de Isaí preparó para la construcción del templo, incluso los planos del mismo, que fueran trazados por la mano de Yahweh, no dejando nada a la imaginación o súbita inspiración de otro arquitecto. El derramamiento de mucha sangre fue el más notorio impedimento para que David edificara casa para Yahweh, haciéndose cargo el tal de buscar un varón de paz que pudiera ejecutar semejante tarea. De allí el nombre de Salomón que significa varón de paz o Pacífico. Cuando se comunicó el nuevo rey con Hiram, rey tirio, íntimo amigo de su padre, el joven monarca mostraba su certeza en la elección, buscando al mejor en este sentido; no mezquinando en lo absoluto con tal de conseguir lo mejor de lo mejor para hacer una obra excelente, la cual había de sublimar ante las naciones el valor que el joven rey le atribuía al Dios vivo, al cual él adorara de todo corazón.



=== Su deseo por construir un templo grande para su época, era para glorificar al Dios vivo y verdadero que había elegido a Israel como su pueblo santo, y a Jerusalén para edificar el templo en que la Deidad pudiera morar, teniendo en su mente este misterio: "Mas ¿quién será capaz de edificarle casa, siendo que los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerlo?" (2Cr.2:6a). Dios tendría que hacerse cargo de la manera cómo tabernaculizaría en aquel diminuto templo, hallando el espacio a su sazón que le permitiera llenarlo todo para poseerlo completamente. Imagínense cuando el Señor Jesús tomó esa antropomórfica apariencia que conocemos como el Verbo de Dios, o Dios manifestado en carne; y cómo él ha llegado a habitar en nuestros corazones mediante la fe (Ef.3:17a) ¡El Señor es lo máximo ocupando lo mínimo! La expresión grande, usada aquí por Salomón, ha de ser considerada así por las dimensiones que otros templos tuvieron, no queriendo restarle gloria alguna a su esfuerzo en el campo arquitectónico.


=== Y este segundo verso que consideramos aquí, describe la maravillosa dotación de un hombre mitad tirio y mitad danita: Hiram-abi, varón de prodigiosas capacidades que sintetizan para nosotros la excelencia en cuanto al componer el plano ideal de lo que cada creyente debe hacer, cooperando con la Deidad en el plano de la perfección ejecutoria de su voluntad en nosotros. Este hombre sabía trabajar el oro, el cual representa la naturaleza divina, haciendo con ella una obra maravillosa. Éste estuvo en las puertas, en las paredes, en el mobiliario, cubriendo el templo con su dorada apariencia y también el trono de marfil con sus doce leones que flanquearan el estrado y los escalones que lo accesaban. En plata, representando la naturaleza redentiva, operando sabiamente en nuestras vidas para mantenernos dentro de esa perspectiva. En bronce, representando la naturaleza humana bajo el juicio divino, moviéndose con prudencia y buscando la aceptación divina. En hierro, disponiendo que toda nuestra fortaleza física y natural, sirva al propósito divinal, sometiendo nuestra carne y disponiéndola al servicio incondicionalmente. En púrpura. lo que representa la realeza, lo regio, como un humano revestimiento, aduciendo dignidad manifiesta. En grana y en azul, donde se juntan la redención y el lugar de nuestra habitación, el cielo (Véase 1Jn.5:7-8), y que sepa esculpir, una forma de eternizar una imagen y semejanza que recuerde por siempre la obra divina.


EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   29/01/2019   MENSAJE # 3007.

1 comentario:

  1. CONSTRUIRLE UN TEMPLO A LA DEIDAD, DÁNDONOS ÉL EL PLANO, ES UN TRABAJO DE ESCULTORES, ARQUITECTOS, CONSTRUCTORES Y DE VERDADEROS ORFEBRES, POR LO FINO DE LO QUE SE PIENSA HACER.¿ESTAMOS EN ESO?

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