LIMA - PERÚ JUEVES 17 DE ENERO DEL 2019 MENSAJE # 2983
RUT 1: 15-20.
"Y Noemí dijo: He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella. Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Yahweh, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos. Y viendo Noemí que estaba tan resuelta a ir con ella, no dijo más. Anduvieron, pues, ellas dos hasta que llegaron a Belén; y aconteció que habiendo entrado en Belén, toda la ciudad se conmovió por causa de ellas, y decían: ¿No es ésta Noemí? Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara, porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso".
=== Aquel día peculiar para aquellas tres viudas, de definía su futuro, y la visión que tenía la mayor, Noemí, la suegra de Orfa y Rut, resultaba la más lógica y coherente para aquellas circunstancias, poniéndose en todas las instancias que las llevaran a dirimir los pasos a seguir. Y aquel cruce de caminos que las podía llevar a la ciudad de Moab, o a Belén de Judá, fue el mudo testigo del diálogo entre ellas. La relación de Noemí con su Dios, no pasaba del ámbito de lo personal y particular. Ella mencionaba a Yahweh, y las moabitas no mencionaron a sus dioses hasta que Noemí los refirió, invitándolas a volverse a sus hogares maternos (diálogo de mujeres al fin y al cabo), y a sus dioses, no poniendo ante ellas las bondades divinas porque se consideraba a sí misma como alguien a quien Dios había castigado duramente al privarla de su marido y de sus hijos. Nuestra visión de la vida suele circunscribirse a los eventos que nos acontecieron, siendo apriorísticos y determinantes, sin ir más allá de lo que Dios deparara para nosotros en breve. Y así, Orfa dejó a su suegra a la vera del camino a Belén. Pero Rut, bastante más intuitiva, y habiendo oído por Mahlón de las bondades extremas de Yahweh y sus benditas normas para sus hijos allá en la tierra de Israel, decidió por un destino mejor, esperanzada en los valores de las promesas divinas.
=== Rut no aceptó volver atrás, ni por su etnia ni por sus dioses, renunciando a todo para ponerse bajo la sombra de las alas de Yahweh, siguiendo a su deficitaria y amargada sierva, quien ya no quiso decir más cuando vio lo definido de la determinación de Rut la moabita. Y así como Abraham dejó atrás su tierra y su parentela, la moabita se movió paralelamente al patriarca, y se hizo de una maravillosa y nueva identidad que la singularizara ante los ojos de la sorprendida Noemí, y las dos se fueron a Belén bajo los auspicios de una fe que Noemí reconociera como más grande que la suya. Y a paso firme, Noemí, la amargada, y Rut la esperanzada, llegaron hasta Belén, causando una tremenda conmoción entre aquellos que la conocieran una década atrás, cando decidiera irse a buscar el "sueño americano" en Moab. La vida de Noemí parecía carecer de sentido por su condición de viuda, y ella no contemplaba el tesoro que tenía en su nuera; hasta que el panorama relacional ordenado por Dios, le diera a conocer la forma como ella podría hallar una completa restauración al buscar asegurar el destino de Rut, quien la vincularía con los valores espirituales y hereditarios que componían la promesa para todo el pueblo elegido.
=== Y es cuando dejas tu absurdo luto, y dejas de ver tu túnica como tu mortaja y tu capa como la tristeza que te envuelve en un ámbito de auto lástima, que las cosas de afuera (todos los valores hereditarios que habías olvidado), comienzan a alumbrar tu taciturno corazón. Aquellos 20 kilos de cebada, la porción que guardara Rut para ella, y al dar el nombre del dueño del campo que tan cordialmente la tratara, Booz, su corazón se iluminó al percibir así la misericordia divina, devolviéndola al panorama espiritual que le hizo recordar QUIÉN ERA, QUÉ TENÍA, Y QUÉ PODÍA LOGRAR; llegando las respuestas divinas en cascada, abriendo sus ojos y su corazón a todo lo que las normas divinas, aplicadas a nivel social y fraterno, le dispensaban generosamente conforme a ley. ¡Cuántos cristianos precisamos despertar al panorama espiritual y enriquecedor de la gracia divina, dejando atrás la frustración y la amargura que nos envolviera en aquel fardo funerario que debe ser roto desde adentro!
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 17/01/2019 MENSAJE # 2983
"Y Noemí dijo: He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella. Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Yahweh, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos. Y viendo Noemí que estaba tan resuelta a ir con ella, no dijo más. Anduvieron, pues, ellas dos hasta que llegaron a Belén; y aconteció que habiendo entrado en Belén, toda la ciudad se conmovió por causa de ellas, y decían: ¿No es ésta Noemí? Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara, porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso".
=== Aquel día peculiar para aquellas tres viudas, de definía su futuro, y la visión que tenía la mayor, Noemí, la suegra de Orfa y Rut, resultaba la más lógica y coherente para aquellas circunstancias, poniéndose en todas las instancias que las llevaran a dirimir los pasos a seguir. Y aquel cruce de caminos que las podía llevar a la ciudad de Moab, o a Belén de Judá, fue el mudo testigo del diálogo entre ellas. La relación de Noemí con su Dios, no pasaba del ámbito de lo personal y particular. Ella mencionaba a Yahweh, y las moabitas no mencionaron a sus dioses hasta que Noemí los refirió, invitándolas a volverse a sus hogares maternos (diálogo de mujeres al fin y al cabo), y a sus dioses, no poniendo ante ellas las bondades divinas porque se consideraba a sí misma como alguien a quien Dios había castigado duramente al privarla de su marido y de sus hijos. Nuestra visión de la vida suele circunscribirse a los eventos que nos acontecieron, siendo apriorísticos y determinantes, sin ir más allá de lo que Dios deparara para nosotros en breve. Y así, Orfa dejó a su suegra a la vera del camino a Belén. Pero Rut, bastante más intuitiva, y habiendo oído por Mahlón de las bondades extremas de Yahweh y sus benditas normas para sus hijos allá en la tierra de Israel, decidió por un destino mejor, esperanzada en los valores de las promesas divinas.
=== Rut no aceptó volver atrás, ni por su etnia ni por sus dioses, renunciando a todo para ponerse bajo la sombra de las alas de Yahweh, siguiendo a su deficitaria y amargada sierva, quien ya no quiso decir más cuando vio lo definido de la determinación de Rut la moabita. Y así como Abraham dejó atrás su tierra y su parentela, la moabita se movió paralelamente al patriarca, y se hizo de una maravillosa y nueva identidad que la singularizara ante los ojos de la sorprendida Noemí, y las dos se fueron a Belén bajo los auspicios de una fe que Noemí reconociera como más grande que la suya. Y a paso firme, Noemí, la amargada, y Rut la esperanzada, llegaron hasta Belén, causando una tremenda conmoción entre aquellos que la conocieran una década atrás, cando decidiera irse a buscar el "sueño americano" en Moab. La vida de Noemí parecía carecer de sentido por su condición de viuda, y ella no contemplaba el tesoro que tenía en su nuera; hasta que el panorama relacional ordenado por Dios, le diera a conocer la forma como ella podría hallar una completa restauración al buscar asegurar el destino de Rut, quien la vincularía con los valores espirituales y hereditarios que componían la promesa para todo el pueblo elegido.
=== Y es cuando dejas tu absurdo luto, y dejas de ver tu túnica como tu mortaja y tu capa como la tristeza que te envuelve en un ámbito de auto lástima, que las cosas de afuera (todos los valores hereditarios que habías olvidado), comienzan a alumbrar tu taciturno corazón. Aquellos 20 kilos de cebada, la porción que guardara Rut para ella, y al dar el nombre del dueño del campo que tan cordialmente la tratara, Booz, su corazón se iluminó al percibir así la misericordia divina, devolviéndola al panorama espiritual que le hizo recordar QUIÉN ERA, QUÉ TENÍA, Y QUÉ PODÍA LOGRAR; llegando las respuestas divinas en cascada, abriendo sus ojos y su corazón a todo lo que las normas divinas, aplicadas a nivel social y fraterno, le dispensaban generosamente conforme a ley. ¡Cuántos cristianos precisamos despertar al panorama espiritual y enriquecedor de la gracia divina, dejando atrás la frustración y la amargura que nos envolviera en aquel fardo funerario que debe ser roto desde adentro!
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 17/01/2019 MENSAJE # 2983
CUANDO DIOSA NOS INTRODUCE EN EL PANORAMA HISTÓRICO Y PROFÉTICO DE LO QUE HEMOS DE PROTAGONIZAR, PODEMOS QUEDARNOS SORPRENDIDOS Y ESTUPEFACTOS, HASTA QUE EL VELO SEA DESCORRIDO, DE MODO QUE ENTENDAMOS LA VOLUNTAD DIVINA DESDE SU AMPLIA PERSPECTIVA.
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