LIMA - PERÚ MARTES 10 DE ABRIL DEL 2018 MENSAJE # 2417
ISAÍAS 30:15-18.
"Porque así dijo Yahweh el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis, sino que dijisteis: No, antes huiremos en caballos; por tanto, vosotros huiréis. Sobre corceles veloces cabalgaremos; por tanto serán veloces vuestros perseguidores. Un millar huirá a la amenaza de uno; a la amenaza de cinco, huiréis vosotros todos, hasta que quedéis como mástil en la cumbre de un monte, y como bandera sobre una colina. Por tanto, Yahweh esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia, porque Yahweh es Dios justo; bienaventurados todos los que confían en él".
=== Dado que el castigo de Dios no había sido revocado, al no llegar el arrepentimiento por parte de la nación escogida al pensar que Dios jamás los castigaría por sus maldades, y que no sería capaz de castigar a sus engreídos por ser la descendencia de Abraham; confiados en ello se mantuvieron en su rebeldía irrespetando el pacto con la Deidad, siendo rebeldes y mentirosos, y no queriendo oír la ley, y prohibiendo a los profetas al hablar el decir la verdad, los coactaron a buscar palabras de consuelo, aunque fueran mentiras... ¡Dios, la vida nacional era un desastre completo! El Señor no lo toleró más, y procedió a castigarlos con el intento de que recibieran purificación y pudieran ser restituidos, no eximiéndolos del castigo terapéutico, procediendo con dureza contra la tenacidad opositora de quienes no se arrepintieran. Ahora, al llegar al verso de nuestra consideración, el profeta invoca el nombre del Señor como el Santo de Israel, y cuando se refiere a este hecho: la Santidad del Padre; no hay vuelta de hoja al respecto, y la intimación al arrepentimiento ha llegado a su clímax, demandando que la nación entera dé testimonio de su fe en el Dios vivo, y acepte el panorama redentivo en la forma que Dios se lo sugiere: Todo lo que tenían que hacer era confiar en la buena voluntad divina, aceptar su amor en el contexto de su buen obrar, y entender que la conciliación con él aguardaba de ellos un cambio de actitud, y una total disposición para que pudiera operarse su total restauración.
=== Su quietud, implicaba el dejarle hacer al Señor lo que fuera necesario para su recobro; y el confiar en la buena voluntad del Padre, era el costo total de esta peculiar restauración, constituyendo estas cosas la fortaleza del pueblo arrepentido, su ciudad fuerte. ¡Y NO QUISISTEIS"...", planificando necia y torpemente su huida. Su deseo por sostenerse en la impunidad, y el no dar su brazo a torcer al NO ARREPENTIRSE, manteniendo su justicia propia incólume, los llevaba a rechazar la amorosa oferta de su Creador Redentor, desechando la gracia, y buscando equilibrarse en una justicia propia que mantuviera su soberbia en alto; aunque todo el andamiaje temblara amenazando caerse en cualquier momento, comparándolo el profeta a una grieta que amenaza ruina, extendiéndose en una pared elevada cuya caída vendría súbita y repentinamente (Is:30:13). Sin importar cuan estratégicamente hábiles nos mostremos para tratar de mantener nuestro orgullo indemne, y qué nueva torre de Babel intentemos edificar para escapar del juicio de Dios; el Padre aduce que el dilema subsistirá, ¿por qué? Porque NO SE ARREPIENTEN, y las cargas por sus rebeliones al orden divinal, no pasan al tacho de los elementos de desecho, y en el sentido de la justicia divina no existen tales cosas como la postergación eterna, recordando que: "El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia" (Pr.28:13) ¿Cuántos guardamos cosas en el corazón que son manifiestos pecados inconfesos, y allí siguen, contaminando todo nuestro fluir, y esterilizando nuestra vida espiritual? ¿Seguiremos corriendo, y viviendo asustados? ¿Hasta cuándo?
=== Obsérvese que es el mismo profeta Isaías quien reflexiona y nos dice: "Por tanto, Yahweh esperará para tener piedad de vosotros..." (Is.30:18a). Cuando buscamos ponerle limites a la paciencia divina, podemos equivocarnos terriblemente; y cuando pensamos que ya no es dable la misericordia divina, el Padre nos sorprende con declaraciones de este nivel, que nos dejan anonadados. Señor, ¿qué puedes esperar de una nación degradada como ésta? Ya fuiste ofendido hasta el clímax; ¿de dónde sacas el ánimo para seguir esperando? Esto pone en evidencia el corazón de Dios más allá de la ofensa grave y de la conducta profana de sus escogidos ¡No intentemos medirlo con nuestra mente finita; ni tampoco lo exageremos hasta el extremo de ser castigados irremisiblemente! La longanimidad del Padre nos conduce al arrepentimiento; no confundamos ello con una tácita aceptación, porque ¡NO LO ES! Y el profeta nos sigue diciendo: "Y por tanto, será exaltado teniendo de nosotros misericordia, PORQUE YAHWEH ES DIOS JUSTO; buenaventurados todos los que confían en él" (Is.30:18b).
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 10/04/2018 MENSAJE # 2417.
"Porque así dijo Yahweh el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis, sino que dijisteis: No, antes huiremos en caballos; por tanto, vosotros huiréis. Sobre corceles veloces cabalgaremos; por tanto serán veloces vuestros perseguidores. Un millar huirá a la amenaza de uno; a la amenaza de cinco, huiréis vosotros todos, hasta que quedéis como mástil en la cumbre de un monte, y como bandera sobre una colina. Por tanto, Yahweh esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia, porque Yahweh es Dios justo; bienaventurados todos los que confían en él".
=== Dado que el castigo de Dios no había sido revocado, al no llegar el arrepentimiento por parte de la nación escogida al pensar que Dios jamás los castigaría por sus maldades, y que no sería capaz de castigar a sus engreídos por ser la descendencia de Abraham; confiados en ello se mantuvieron en su rebeldía irrespetando el pacto con la Deidad, siendo rebeldes y mentirosos, y no queriendo oír la ley, y prohibiendo a los profetas al hablar el decir la verdad, los coactaron a buscar palabras de consuelo, aunque fueran mentiras... ¡Dios, la vida nacional era un desastre completo! El Señor no lo toleró más, y procedió a castigarlos con el intento de que recibieran purificación y pudieran ser restituidos, no eximiéndolos del castigo terapéutico, procediendo con dureza contra la tenacidad opositora de quienes no se arrepintieran. Ahora, al llegar al verso de nuestra consideración, el profeta invoca el nombre del Señor como el Santo de Israel, y cuando se refiere a este hecho: la Santidad del Padre; no hay vuelta de hoja al respecto, y la intimación al arrepentimiento ha llegado a su clímax, demandando que la nación entera dé testimonio de su fe en el Dios vivo, y acepte el panorama redentivo en la forma que Dios se lo sugiere: Todo lo que tenían que hacer era confiar en la buena voluntad divina, aceptar su amor en el contexto de su buen obrar, y entender que la conciliación con él aguardaba de ellos un cambio de actitud, y una total disposición para que pudiera operarse su total restauración.
=== Su quietud, implicaba el dejarle hacer al Señor lo que fuera necesario para su recobro; y el confiar en la buena voluntad del Padre, era el costo total de esta peculiar restauración, constituyendo estas cosas la fortaleza del pueblo arrepentido, su ciudad fuerte. ¡Y NO QUISISTEIS"...", planificando necia y torpemente su huida. Su deseo por sostenerse en la impunidad, y el no dar su brazo a torcer al NO ARREPENTIRSE, manteniendo su justicia propia incólume, los llevaba a rechazar la amorosa oferta de su Creador Redentor, desechando la gracia, y buscando equilibrarse en una justicia propia que mantuviera su soberbia en alto; aunque todo el andamiaje temblara amenazando caerse en cualquier momento, comparándolo el profeta a una grieta que amenaza ruina, extendiéndose en una pared elevada cuya caída vendría súbita y repentinamente (Is:30:13). Sin importar cuan estratégicamente hábiles nos mostremos para tratar de mantener nuestro orgullo indemne, y qué nueva torre de Babel intentemos edificar para escapar del juicio de Dios; el Padre aduce que el dilema subsistirá, ¿por qué? Porque NO SE ARREPIENTEN, y las cargas por sus rebeliones al orden divinal, no pasan al tacho de los elementos de desecho, y en el sentido de la justicia divina no existen tales cosas como la postergación eterna, recordando que: "El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia" (Pr.28:13) ¿Cuántos guardamos cosas en el corazón que son manifiestos pecados inconfesos, y allí siguen, contaminando todo nuestro fluir, y esterilizando nuestra vida espiritual? ¿Seguiremos corriendo, y viviendo asustados? ¿Hasta cuándo?
=== Obsérvese que es el mismo profeta Isaías quien reflexiona y nos dice: "Por tanto, Yahweh esperará para tener piedad de vosotros..." (Is.30:18a). Cuando buscamos ponerle limites a la paciencia divina, podemos equivocarnos terriblemente; y cuando pensamos que ya no es dable la misericordia divina, el Padre nos sorprende con declaraciones de este nivel, que nos dejan anonadados. Señor, ¿qué puedes esperar de una nación degradada como ésta? Ya fuiste ofendido hasta el clímax; ¿de dónde sacas el ánimo para seguir esperando? Esto pone en evidencia el corazón de Dios más allá de la ofensa grave y de la conducta profana de sus escogidos ¡No intentemos medirlo con nuestra mente finita; ni tampoco lo exageremos hasta el extremo de ser castigados irremisiblemente! La longanimidad del Padre nos conduce al arrepentimiento; no confundamos ello con una tácita aceptación, porque ¡NO LO ES! Y el profeta nos sigue diciendo: "Y por tanto, será exaltado teniendo de nosotros misericordia, PORQUE YAHWEH ES DIOS JUSTO; buenaventurados todos los que confían en él" (Is.30:18b).
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 10/04/2018 MENSAJE # 2417.
YAHWEH, EL ÚNICO DIOS, Y AQUEL A QUIEN SERVIMOS Y AOORAMOS INCONDICIONALMENTE, NOS MUESTRA AQUÍ UNA GRACIA INEFABLE. LA MAGNITUD DE SU AMOR NO CONOCE EXTREMOS PARA AQUELLOS QUE SE ARREPIENTEN Y LE BUSCAN DE TODO CORAZÓN
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