LIMA - PERÚ MIÉRCOLES 11 DE ABRIL DEL 2018 MENSAJE # 2419
GÁLATAS 2:11-16, 19.
'Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes de que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por als obras de la ley nadie será justificado... Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios".
=== Al inicio del capítulo, Pablo, Bernabé y Tito fueron a Jerusalén, y se entrevistaron con los que eran considerados columnas en la Iglesia principal, esto es Jacobo (medio hermano de Jesús), Cefas y Juan, y sostuvieron una larga entrevista donde Pablo les compartió la doctrina que Dios le impartiera, y que él predicara entre los gentiles. Habiéndole escuchado atentamente, comprendieron las credenciales paulinas y su exactitud en el plano doctrinal, sin que existieran desemejanzas con el evangelio que ellos compartieran entre los israelitas desde hace casi dos décadas. No encontrando nada que rebatir o discutir, Pedro, Juan y Jacobo dieron la diestra a Pablo y a Silas (no a Tito porque él era sólo un ayudante y era de entre los gentiles, consolidándose más adelante como parte del ministerio itinerante), y desde entonces la labor ministerial de Pablo y de su equipo se vio reconocida a nivel general. Jacobo tenía cierta dosis de legalismo que era tolerada entre los judíos para no desentonar de su antigua extracción; y esto haría que Pedro se inquietara cuando después de haber estado un tiempo entre los hermanos gentiles, y sentarse a comer con ellos (algo que era abominable para un judío ceremonial) se sintió incómodo, y comenzó a mostrar cierto retraimiento que hacía parecer a los hermanos gentiles ciudadanos de segunda categoría, alarmándose Pablo por esa inconducta funcional, percibiendo que la comunión de los santos no era tan específica como se había establecido en el acuerdo conciliar jerosolimitano. ¿Qué era esto? ¿Un lenguaje lleno de doblez, en el que no riman los principios y la conducta? Aun el bondadoso y cálido Bernabé se sumó a lo que Pablo viera como una conducta execrable y llena de hipocresía.
=== Allá en Jerusalén hubo que rechazar a los de la circuncisión (Los chicos del bisturí los llamo yo), al buscar circuncidar a Tito, y hacer el reenganche de Pablo y Bernabé como judíos profesantes, siendo gentilmente rechazado su interés por reesclavizarlos, porque ellos sabían en qué y en quién habían creído. La diestra de compañerismo y camaradería equivalía a un certificado apostólico inalterable. ¿Qué pasó con Pedro, y con el resto? ¿Sería ello una crónica de deshonor que no debiera comunicarse al resto de creyentes en otros lares? ¡Eso habría que arreglarlo allí con la Palabra de Dios, con una sana actitud para recobrar a los hermanos de entre los judíos, los cuales deberían entender las magnitudes de la gracia en su exacta dimensión, y Pedro habría de refrendar allí la diestra de compañerismo que otorgara en Jerusalén y negara en Antioquía! ¿Se enojaría con Pedro, y esperaría hasta la segunda venida para aclarar el punto? ¿Lo arreglaría allí, y ya? Eligió esto último, y definitivamente fue lo mejor, como lo podemos ver hoy, veintiún siglos más tarde. La hipocresía no ha de ser disimulada, sino evidenciada, para luego aclarar el panorama doctrinal de modo que no queden espacios vacíos donde el enemigo pudiera ubicar sus garras infectas y perversas.
=== Pablo, PREOCUPADO POR LA VERDAD DEL EVANGELIO le reclamó a Pedro delante de todos por haber estado viviendo con los hermanos de entre los gentiles, teniendo plena comunión, y siendo reconocido por ellos como el principal proclamador del Evangelio del Reino, pretendía judaizar a los nuevos convertidos con su actitud y su temor a los parciales de Jacobo. Cuando las cosas del reino no están muy claras, la esclavitud sigue funcionando, y los rituales, las ceremonias y la justicia propia hacen las veces del bisturí que corta imaginarios prepucios, y que pretenden que la carne cortada es más real que la obra perfecta de nuestra redención. La judia extracción es sacada a relucir, sintiéndose singularmente identificados como un grupo de seres no pecaminosos, y que luego se vieran evidenciados por la cantidad de sacrificios que hubo que ofrecer para mantener su plano relacional con la Deidad, por la sangre vertida, y no por el cumplimiento de la ley. La justicia propia era un desastre que siempre terminara en la hilera de los pecadores que esperaban para ser atendidos para expiar sus pecados. El Señor le puso fin a esto al enviar al Cordero de Dios que quitaría el pecado del mundo, haciendo trascender su sacrificio, de modo que fuera irrepetible, habiendo obtenido eterna redención. Sí, Peter, ellos son pecadores, y nosotros también. El diseño de la ley no atribuía justicia; SÓLO LA FE EN CRISTO JESÚS LO HARÍA, tanto para judíos como para gentiles. Aquel corte en los genitales no detuvo sus prevaricaciones, y cada vez que se ofrecía un sacrificio, el Señor les hacía ver lo único que traía soluciones. La ley no nos daba vida, nos mataba, y nos contactaba con una esfera diferente, donde solamente la vida impartida tenía valor, y al vivir por ella, quedábamos exentos de culpa y condenación, pudiendo vivir en esta esfera que Gálatas 2:20 proclama augustamente. Léalo, estimado lector, y conviértalo en su estandarte.
'Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes de que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por als obras de la ley nadie será justificado... Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios".
=== Al inicio del capítulo, Pablo, Bernabé y Tito fueron a Jerusalén, y se entrevistaron con los que eran considerados columnas en la Iglesia principal, esto es Jacobo (medio hermano de Jesús), Cefas y Juan, y sostuvieron una larga entrevista donde Pablo les compartió la doctrina que Dios le impartiera, y que él predicara entre los gentiles. Habiéndole escuchado atentamente, comprendieron las credenciales paulinas y su exactitud en el plano doctrinal, sin que existieran desemejanzas con el evangelio que ellos compartieran entre los israelitas desde hace casi dos décadas. No encontrando nada que rebatir o discutir, Pedro, Juan y Jacobo dieron la diestra a Pablo y a Silas (no a Tito porque él era sólo un ayudante y era de entre los gentiles, consolidándose más adelante como parte del ministerio itinerante), y desde entonces la labor ministerial de Pablo y de su equipo se vio reconocida a nivel general. Jacobo tenía cierta dosis de legalismo que era tolerada entre los judíos para no desentonar de su antigua extracción; y esto haría que Pedro se inquietara cuando después de haber estado un tiempo entre los hermanos gentiles, y sentarse a comer con ellos (algo que era abominable para un judío ceremonial) se sintió incómodo, y comenzó a mostrar cierto retraimiento que hacía parecer a los hermanos gentiles ciudadanos de segunda categoría, alarmándose Pablo por esa inconducta funcional, percibiendo que la comunión de los santos no era tan específica como se había establecido en el acuerdo conciliar jerosolimitano. ¿Qué era esto? ¿Un lenguaje lleno de doblez, en el que no riman los principios y la conducta? Aun el bondadoso y cálido Bernabé se sumó a lo que Pablo viera como una conducta execrable y llena de hipocresía.
=== Allá en Jerusalén hubo que rechazar a los de la circuncisión (Los chicos del bisturí los llamo yo), al buscar circuncidar a Tito, y hacer el reenganche de Pablo y Bernabé como judíos profesantes, siendo gentilmente rechazado su interés por reesclavizarlos, porque ellos sabían en qué y en quién habían creído. La diestra de compañerismo y camaradería equivalía a un certificado apostólico inalterable. ¿Qué pasó con Pedro, y con el resto? ¿Sería ello una crónica de deshonor que no debiera comunicarse al resto de creyentes en otros lares? ¡Eso habría que arreglarlo allí con la Palabra de Dios, con una sana actitud para recobrar a los hermanos de entre los judíos, los cuales deberían entender las magnitudes de la gracia en su exacta dimensión, y Pedro habría de refrendar allí la diestra de compañerismo que otorgara en Jerusalén y negara en Antioquía! ¿Se enojaría con Pedro, y esperaría hasta la segunda venida para aclarar el punto? ¿Lo arreglaría allí, y ya? Eligió esto último, y definitivamente fue lo mejor, como lo podemos ver hoy, veintiún siglos más tarde. La hipocresía no ha de ser disimulada, sino evidenciada, para luego aclarar el panorama doctrinal de modo que no queden espacios vacíos donde el enemigo pudiera ubicar sus garras infectas y perversas.
=== Pablo, PREOCUPADO POR LA VERDAD DEL EVANGELIO le reclamó a Pedro delante de todos por haber estado viviendo con los hermanos de entre los gentiles, teniendo plena comunión, y siendo reconocido por ellos como el principal proclamador del Evangelio del Reino, pretendía judaizar a los nuevos convertidos con su actitud y su temor a los parciales de Jacobo. Cuando las cosas del reino no están muy claras, la esclavitud sigue funcionando, y los rituales, las ceremonias y la justicia propia hacen las veces del bisturí que corta imaginarios prepucios, y que pretenden que la carne cortada es más real que la obra perfecta de nuestra redención. La judia extracción es sacada a relucir, sintiéndose singularmente identificados como un grupo de seres no pecaminosos, y que luego se vieran evidenciados por la cantidad de sacrificios que hubo que ofrecer para mantener su plano relacional con la Deidad, por la sangre vertida, y no por el cumplimiento de la ley. La justicia propia era un desastre que siempre terminara en la hilera de los pecadores que esperaban para ser atendidos para expiar sus pecados. El Señor le puso fin a esto al enviar al Cordero de Dios que quitaría el pecado del mundo, haciendo trascender su sacrificio, de modo que fuera irrepetible, habiendo obtenido eterna redención. Sí, Peter, ellos son pecadores, y nosotros también. El diseño de la ley no atribuía justicia; SÓLO LA FE EN CRISTO JESÚS LO HARÍA, tanto para judíos como para gentiles. Aquel corte en los genitales no detuvo sus prevaricaciones, y cada vez que se ofrecía un sacrificio, el Señor les hacía ver lo único que traía soluciones. La ley no nos daba vida, nos mataba, y nos contactaba con una esfera diferente, donde solamente la vida impartida tenía valor, y al vivir por ella, quedábamos exentos de culpa y condenación, pudiendo vivir en esta esfera que Gálatas 2:20 proclama augustamente. Léalo, estimado lector, y conviértalo en su estandarte.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 11/01/2018 MENSAJE # 2419
LOS PANORAMAS DOCTRINALES HABÍAN DE SER COMPARTIDOS Y ACLARADOS, DE MODO QUE LOS ELEGIDOS DEL SEÑOR VIERAN LA PRECISIÓN CON LA QUE DIOS COMUNICARA EL EVANGELIO DEL REINO, NO HABIENDO DIFERENENCIAS EN LO ESENCIAL, DE MODO QUE HUBIERA EL COMPAÑERISMO IDEAL A NIVEL DEL MINISTERIO ITINERANTE Y EN LA VIDA CONGREGACIONAL.
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