LAS BATALLAS ESPIRITUALES TIENEN SUS AZARES, Y AQUELLOS QUE LAS LUCHAN EN EL ESPÍRITU, SE DAN CUENTA DE SU PROPIA VULNERABILIDAD CUANDO LO HACEN EN LO NATURAL. RECONOZCAMOS A DIOS COMO LA FUENTE DE NUESTRAS VICTORIAS Y TRIUNFOS.

LIMA - PERÚ      SÁBADO 28 DE ABRIL DEL 2018     MENSAJE # 2454

MEDITACIONES VARIAS

Salmo 18:7.

"Me libró de mi poderoso enemigo, y de los que aborrecían;

pues eran más fuertes que yo".

Las crónicas de guerra de los reyes orientales blasonaban todas sus

heroicidades,

convirtiendo sus escaramuzas en una guerra monumental, alabando sus

celebridades. 

Ninguno escribió sus vergonzosas derrotas, ni las veces que huyeron

cobardemente

sus huestes otrora vencedoras, procurando desvanecerlas de su agobiante

presente.

No fueron así las crónicas hebraicas, presentando un testimonio fidedigno,

veraz 

mostrando todos sus éxitos y reveses, cuando sirvieron a Dios o al mismo

Satanás

recibiendo la victoria celeste, u obteniendo ominosa derrota como su 

retribución

por abandonar el divino orden que los ponía  a salvo de la caída o de

condenación.

El potente enemigo, junto a los que nos aborrecen, forman una compacta

oposición

que reduce a nada nuestra autoconfianza, abriéndonos solícitos a Dios en

oración

reconociendo nuestra debilidad ante el Todopoderoso que se complace en

librarnos

del poder limitado de los perversos, quienes ahora temerán antes de

enfrentarnos.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA      28/04/2018        MENSAJE # 2454