LIMA - PERÚ VIERNES 06 DE ABRIL DEL 2018 MENSAJE # 2409
ECLESIASTÉS 8:10-14.
"... He visto a los inicuos sepultados con honra; mas los que frecuentaban el lugar santo fueron luego puestos en olvido en la ciudad donde habían actuado con rectitud. Esto también es vanidad. Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos dispuesto para hacer el mal. Aunque el pecador haga mal cien veces, y prolongue sus días, con todo yo también sé que le irá bien a los que a Dios temen; los que temen ante su presencia; y que no le irá bien al impío, ni le serán prolongados los días, que son como sombra; por cuanto no teme delante de la presencia de Dios. Hay vanidad que se hace sobre la tierra: que hay justos a quienes sucede como si hicieran obras de impíos, y hay impíos a quienes acontece como si hubieran hecho obras de justos. Digo que esto también es vanidad".
=== Aquellos que han recorrido lo bastante, como para opinar sobre las desigualdades de la vida, dondequiera que habiten, van a encontrar que la llamada justicia retributiva con la que se ha estandarizado a Dios en su obrar, se estrella con estas cosas que nos parecen paradojas, y ue no parecen tener explicación. Cuando estuvimos ministrando acerca de Job y sus amigos, y molestos consoladores con refranes falaces y baluartes de lodo, según él los calificara, vieron con sorpresa lo que aquí Salomón nos presenta en una forma más abierta, y sin tapujos. Y cuando Dios les dice a Zofar, Bildad y Elifaz que no habían hablado lo recto acerca de él, como lo hiciera su siervo Job, y que este último había de orar por ellos para que no fueran tratados afrentosamente, se quedaron con un palmo de narices. Los religiosos radicales, que asumen las cosas bajo determinadas convicciones que no riman necesariamente con la realidad que se experimenta, no dejarán de levantar sus dedos acusadores, y encontrar alguna falla en ciertos detalles que para ellos "marcan la diferencia entre lo que debe hacerse y lo que no": ¿Por qué llevas tu lecho en sábado? No te es lícito hacerlo. El que me sanó, me dijo que lo hiciera. ¿Y quién te dijo que podías llevar tu lecho en sábado? ... ¿No quieren saber quién me sanó? Si bien este diálogo pertenece al sanado ex-paralítico de Betesda, narrado por Juan, lo traigo a colación para que entendamos cómo podemos colar el mosquito, y tragarnos el camello; y con un legalismo lapidario desaparecer los efectos de la gracia mientras cogemos nuestras piedras para mostrar nuestro nivel de justicia propia, entre tanto postulamos nuestras acusaciones en todos los tonos y los marcos posibles, hasta que descubrimos que no estamos limpios de pecado, y que como jueces, fiscales y verdugos, NO SERVIMOS. Muchas piedras en el piso, una mujer avergonzada en él, y el Señor diciéndole: "Vete, y no peques más".
=== La política religiosa suele aceptar ciertas cosas como lícitas, vindicando a un Caifás o a un Anás, y acusando al Nazareno con testigos comprados con el dinero de los tesoros del templo, y las ofrendas de todos los judíos profesantes, a quienes en su ira catalogaran como "gente maldita por no conocer la ley". " En la política no hay amigos ni enemigos, ni socios ni aliados; sólo conveniencias". Esta es una frase que escuché de labios de Alan García Pérez, aunque no sea de su propio cuño. El contenido de la misma nos revela el pensar, el hablar y el obrar de estos políticos sin alma, sin conciencia y sin temor de Dios, siendo maquiavélicos en todo lo que hacen. En la política lo constante es la lenidad para tratar al perverso, llegando al extremo en que hay que darles compensación a los malditos terroristas que segaron decenas de miles de vidas de nuestros compatriotas (hablo de mi país) en la forma más inhumana. Dado que el castigo se posterga, se resigna o se olvida, el corazón de los perversos se siente alentado a seguir en lo que ellos llaman su lucha. La pasividad y la demora en el plano de la justicia es un aliciente para los malvados, sintiéndose "vindicados por el silencio que calla y otorga, y se constituye en anónimo cómplice".
=== Aquellos que observan la naturaleza perversa de los prevaricadores, y ven cómo sus días se alargan, se sienten conmovidos y desalentados porque les parece que Dios no está haciendo justicia. Y el autor nos pide que consideremos que también la gente que teme a Dios será bendecida por él, y que sea que lo entendamos o no, Dios ha destinado a los impíos al castigo y la perdición. Su falta de temor, y su repudio al Altísimo, tendrán nefastas consecuencias para él y sus descendientes. Si alguna vez observas cosas que les pasa a los justos, y que te parecen que las mismas sólo le ocurren a los malvados, no te quedes con esa impresión: ¿Pensáís que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos? OS DIGO: NO, ANTES SI NO OS ARREPENTÍS, TODOS PERECERÉIS IGUALMENTE" (Lc.13:2-3). Las reglas fijas del legalismo pueden moverse con el viento como lo hace una veleta según las fluctaciones del mismo. El único Juez justo es nuestro Señor y Dios; y a él le corresponde el juzgar a cada cual según sus obras.
"... He visto a los inicuos sepultados con honra; mas los que frecuentaban el lugar santo fueron luego puestos en olvido en la ciudad donde habían actuado con rectitud. Esto también es vanidad. Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos dispuesto para hacer el mal. Aunque el pecador haga mal cien veces, y prolongue sus días, con todo yo también sé que le irá bien a los que a Dios temen; los que temen ante su presencia; y que no le irá bien al impío, ni le serán prolongados los días, que son como sombra; por cuanto no teme delante de la presencia de Dios. Hay vanidad que se hace sobre la tierra: que hay justos a quienes sucede como si hicieran obras de impíos, y hay impíos a quienes acontece como si hubieran hecho obras de justos. Digo que esto también es vanidad".
=== Aquellos que han recorrido lo bastante, como para opinar sobre las desigualdades de la vida, dondequiera que habiten, van a encontrar que la llamada justicia retributiva con la que se ha estandarizado a Dios en su obrar, se estrella con estas cosas que nos parecen paradojas, y ue no parecen tener explicación. Cuando estuvimos ministrando acerca de Job y sus amigos, y molestos consoladores con refranes falaces y baluartes de lodo, según él los calificara, vieron con sorpresa lo que aquí Salomón nos presenta en una forma más abierta, y sin tapujos. Y cuando Dios les dice a Zofar, Bildad y Elifaz que no habían hablado lo recto acerca de él, como lo hiciera su siervo Job, y que este último había de orar por ellos para que no fueran tratados afrentosamente, se quedaron con un palmo de narices. Los religiosos radicales, que asumen las cosas bajo determinadas convicciones que no riman necesariamente con la realidad que se experimenta, no dejarán de levantar sus dedos acusadores, y encontrar alguna falla en ciertos detalles que para ellos "marcan la diferencia entre lo que debe hacerse y lo que no": ¿Por qué llevas tu lecho en sábado? No te es lícito hacerlo. El que me sanó, me dijo que lo hiciera. ¿Y quién te dijo que podías llevar tu lecho en sábado? ... ¿No quieren saber quién me sanó? Si bien este diálogo pertenece al sanado ex-paralítico de Betesda, narrado por Juan, lo traigo a colación para que entendamos cómo podemos colar el mosquito, y tragarnos el camello; y con un legalismo lapidario desaparecer los efectos de la gracia mientras cogemos nuestras piedras para mostrar nuestro nivel de justicia propia, entre tanto postulamos nuestras acusaciones en todos los tonos y los marcos posibles, hasta que descubrimos que no estamos limpios de pecado, y que como jueces, fiscales y verdugos, NO SERVIMOS. Muchas piedras en el piso, una mujer avergonzada en él, y el Señor diciéndole: "Vete, y no peques más".
=== La política religiosa suele aceptar ciertas cosas como lícitas, vindicando a un Caifás o a un Anás, y acusando al Nazareno con testigos comprados con el dinero de los tesoros del templo, y las ofrendas de todos los judíos profesantes, a quienes en su ira catalogaran como "gente maldita por no conocer la ley". " En la política no hay amigos ni enemigos, ni socios ni aliados; sólo conveniencias". Esta es una frase que escuché de labios de Alan García Pérez, aunque no sea de su propio cuño. El contenido de la misma nos revela el pensar, el hablar y el obrar de estos políticos sin alma, sin conciencia y sin temor de Dios, siendo maquiavélicos en todo lo que hacen. En la política lo constante es la lenidad para tratar al perverso, llegando al extremo en que hay que darles compensación a los malditos terroristas que segaron decenas de miles de vidas de nuestros compatriotas (hablo de mi país) en la forma más inhumana. Dado que el castigo se posterga, se resigna o se olvida, el corazón de los perversos se siente alentado a seguir en lo que ellos llaman su lucha. La pasividad y la demora en el plano de la justicia es un aliciente para los malvados, sintiéndose "vindicados por el silencio que calla y otorga, y se constituye en anónimo cómplice".
=== Aquellos que observan la naturaleza perversa de los prevaricadores, y ven cómo sus días se alargan, se sienten conmovidos y desalentados porque les parece que Dios no está haciendo justicia. Y el autor nos pide que consideremos que también la gente que teme a Dios será bendecida por él, y que sea que lo entendamos o no, Dios ha destinado a los impíos al castigo y la perdición. Su falta de temor, y su repudio al Altísimo, tendrán nefastas consecuencias para él y sus descendientes. Si alguna vez observas cosas que les pasa a los justos, y que te parecen que las mismas sólo le ocurren a los malvados, no te quedes con esa impresión: ¿Pensáís que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos? OS DIGO: NO, ANTES SI NO OS ARREPENTÍS, TODOS PERECERÉIS IGUALMENTE" (Lc.13:2-3). Las reglas fijas del legalismo pueden moverse con el viento como lo hace una veleta según las fluctaciones del mismo. El único Juez justo es nuestro Señor y Dios; y a él le corresponde el juzgar a cada cual según sus obras.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 06/04/2018 MENSAJE # 2409.
LAS PARADOJAS DE LA VIDA NOS HACEN VER DESIGUALDADES SIN APARENTE EXPLICACIÓN. DEJEMOS LOS PREJUICIOS, Y PERMITAMOS QUE DIOS NOS ENSEÑE CÓMO APLICAR LA JUSTICIA EN FORMA ACERTADA.
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