viernes, 27 de abril de 2018

NUESTRO PANORAMA ESPIRITUAL, AL ESTAR SIRVIENDO A DIOS EN EL MINISTERIO DE LA PALABRA, ES DESCRITA AQUÍ CON LAS PRECISIONES PAULINAS CORRESPONDIENTES, DANDO UN GLORIOSO ENTENDIMIENTO RESPECTO A NUESTRA VOCACIÓN Y SERVICIO.

LIMA - PERÚ     VIERNES 27 DE ABRIL DEL 2018       MENSAJE # 2451

TITO 1:1-4.

"Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y el conocimiento de la verdad que es según la piedad, en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos, y a su debido tiempo manifestó su palabra por medio de la predicación que me fue encomendada por mandato de Dios nuestro Salvador, a Tito, verdadero hijo en la común fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo nuestro Salvador".

=== Esta es otra de las cartas pastorales que Pablo enviara a sus coadjutores para precisar todo el panorama doctrinal, y la línea conductual que debía ser propia de quienes servían a Dios en el ministerio de la Palabra, y como representantes de su autoridad, visión, misión,  propósito y perspectiva divinal y ministerial. Para quienes entraran a la obra del Señor, nada era más importante que el ORDEN DIVINO, y si recordamos el orden arqueotestamentario, vemos que Dios no dejó nada a la imaginación, ni a la improvisación para futuras subsanaciones, siendo sumamente detallista con cada práctica litúrgica o espiritual, para que todo fuera hecho en conformidad con su voluntad soberana, de modo que todo resultara según su beneplácito. Esta no era una simple salutación, sino una condensación del divino obrar en el plano ministerial, ubicando al destinatario de la carta en su adecuado contexto como siervo de Dios. La madurez de un siervo de Dios fluía junto con su lenguaje y su actitud, y es por eso que Pablo se cataloga como un esclavo del Señor, apuntando a su disposición, elección y llamamiento, y luego participa su asignación en el campo apostólico como el resultado de lo antedicho. Después, nos participa que todo tiene un panorama convergente que constituye una identidad de los genuinos siervos de Dios: que su perspectiva está regulada según la fe (certeza y convicción que Dios opera en los corazones de sus elegidos) llevándolos a una forma de obrar que no puede diferir de la piedad o estilo de vida que Dios asignara para todos aquellos que llamara. Así, la fe se torna operativa en razón del propósito divino, caminando en línea con lo que ya el Padre estableciera: "Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas" (Ef.2:10).

=== Hago hincapié en estas cosas, porque algunos supuestos vasos de Dios asumen conocer las pautas divinas; pero no caminan en ellas, no sintiéndose comprometidos en lo más mínimo con la rectitud de ser y de hacer que corresponden a los llamados al ministerio. La verdad, el cuerpo doctrinal integral apostólicamente instituido, tiene una ruta para actuar dentro de un estilo de vida que singulariza a quien participa de ello, identificándolo en principios y practicas con su Señor: "Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre... Vosotros hacéis las obras de vuestro padre" (Jn.8:38, 41a). Y fue así que Jesús identificó el plano operativo judaico que deseaba matarlo, en contraposición al suyo, que buscara su salvación. Cuando conocemos la verdad nos ajustamos a la piedad, estando conscientes de la esperanza de la vida eterna como una sólida realidad que anticipamos y disfrutamos. Y Pablo arguye que Dios no miente, y que todas sus promesas tienen una sola consigna, nuestro perfeccionamiento santificante para la integración pertinente a la herencia que se nos garantiza en Cristo Jesús. Esto es algo que estaba en el corazón del Padre desde antes que se forjara la cronología humana, disponiendo que la misma llegara a ser parte de nosotros en nuestra calidad de herederos (He.1:14). Dentro del panorama generacional que correspondiera, el Señor hizo a Pablo su heraldo para revelar estas cosas, y a él le fue dada la orden para revelar esta gracia, proclamando el evangelio del reino de Dios que nos incluyera a todos como la descendencia de Abraham en el Espíritu,


 === Y después de esta larguísima introducción, recién aparece el destinatario: Tito, a quien Pablo llama hijo en la común fe, la cual incluye la Gracia (la dispensación de todo el amor de Dios que cuenta a nuestro favor gratuitamente); la misericordia (la forma cómo Dios muestra su amor hacia quienes no merecerían nada de él, amparándolos en su paupérrima posición); y la paz, que permite las tratativas divinas con nosotros al estar complacida y satisfecha su justicia. Dios Padre se está dando por satisfecho debido a la obra redentora realizada por Jesús allá en el Calvario, y por su muerte, sepultación y resurrección, impartiéndonos una nueva vida genérica que llegó a nosotros, entró en nosotros, y vive en nosotros, impartiéndonos la vida en un plano superior. ¡Amamos a Pablo por su capacidad de síntesis, y sus precisiones doctrinales!


EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA        27/04/2018       MENSAJE # 2451.

1 comentario:

  1. CUANDO EL APÓSTOL PABLO LE ESCRIBE A SUS COLABORADORES SUELE SER BASTANTE EXPEDITIVO EN ASUNTOS DE DOCTRINA, PONIENDO LOS PUNTOS SOBRE LAS ÍES EN LO CONCERNIENTE A LA ENSEÑANZA APOSTÓLICA.¡VALE!

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