martes, 17 de abril de 2018

UN REGOCIJO COMPARTIDO POR EL SER TRIPARTITO DEL SALMISTA LO HACE EXHALAR LA ALEGRÍA DE SU CORAZÓN, EL GOZO DE SU ALMA, Y EL REPOSO QUE PERCIBE EN SU CUERPO ANTE LA CERTEZA DEL AMOR DIVINO QUE LO PRESERVA.

LIMA - PERÚ     MARTES 17 DE ABRIL DEL 2018          MENSAJE # 2432

MEDITACIONES VARIAS

Salmo 16:9.


"Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma, 
mi carne también reposará confiadamente".


El regocijo interior del creyente obedece a la certidumbre de la divina
victoria
moviéndose con la confianza de quien se sabe heredero indefectible de una
gloria
que inflama su corazón con una emoción indescriptible que le traerá a la 
memoria
cada una de las experiencias que le acercó más a Dios para entrar en su 
historia.

El gozo en el alma el rostro lo expresa y en forma continua la acción lo 
refleja
activando nuestro hombre interior para adquirir la probidad que a él nos
asemeja.
El ánimo depresivo, la congoja que retraía, y la debilidad que se nos
comunicaba,

son un recuerdo del pasado, trocando nuestro desaliento en un tesón que no 
acaba.

La confianza del espíritu humano, antes difusa e ininteligible para nuestra
alma
e imposible para nuestra carne, se comunica hoy con facilidad hasta darnos
calma
afirmando su seguridad en la certidumbre de la promesa cumplida que todo
apareja
para establecer la fusión con Jesús en un mismo sentir que nuestra senda
despeja.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA       17/04/2018    MENSAJE # 2432.

1 comentario:

  1. CUANDO NUESTRA NATURALEZA TRIPARTITA: ESPÍRITU, ALMA Y CUERPO, ALCANZA EL GOZO QUE EL SEÑOR LE IMPARTE, CADA FIBRA DE NUESTRO SER INTEGRAL SALTA DE GOZO, REGOCIJO Y FELICIDAD, Y NUESTROS CUERPOS SE SIENTEN GRATIFICADOS CON ESE NO SÉ QUÉ QUE NOS INVADE E INUNDA, COLMÁNDONOS CON SU EMBELESO.

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