LIMA - PERÚ DOMINGO 12 DE AGOSTO DEL 2018 MENSAJE # 2665
JUECES 2:6-10.
"Porque ya Josué había despedido al pueblo, y los hijos de Israel se habían ido cada uno a su heredad para poseerla. Y el pueblo había servido a Yahweh todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué; los cuales habían visto todas las grandes obras de Yahweh, que él había hecho por Israel. Pero murió Josué hijo de Nun, siervo de Yahweh, siendo de ciento diez años, Y lo sepultaron en su heredad en Timnat-sera, en el monte de Efraín, al norte del monte de Gaas. Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Yahweh, ni la obra que él había hecho por Israel".
=== La nación israelita tenía para con su Señor un débil espíritu de compromiso, el cual ligaba a sus dirigentes eventuales, de modo que cuando estos dejaran de existir, sus corazones se desviaran en pos de los dioses de las naciones paganos que vivieran en su entorno, mostrando así que su fidelidad era un asunto de fechas, ocasiones y liderazgos; y no una certeza pactual que los hiciera renovar su pacto vez tras vez, generación tras generación; volviéndose a él sólo cuando requerían ayuda o liberación; viendo a Dios como un bombero, un dentista o un héroe ocasional; pero no como SU DIOS, A QUIEN LE DEBÍAN TODO, y que los hubiera constituido en sus herederos al entregarles la tierra prometida a los hombres del Memorial: Abraham, Isaac y Jacob. La genealogía hebraica, tan importante para la nación israelita, llegó a alcanzar su relevancia cuando el PACTO CON DIOS fue instaurado, guardando un celo muy severo en lo concerniente a ello en lo inherente a la herencia, sin que esto llegara a calar tan hondamente en el plano de la adoración cultual relacional. Los asuntos de dignidad y dinero eran de orden vital; no así el panorama de la adoración al Dios vivo y verdadero; algo a lo que Jesús se refiriera en estos términos: "¡Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Si alguno jura por el templo, no es nada; pero si alguno jura por el ORO del templo, es deudor. ¡Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, LA OFRENDA, o el altar que santifica la ofrenda? Pues el que jura por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él; y el que jura por el templo, jura por él y por el que lo habita; y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios, y por aquel que está sentado en él". Podemos notar que el énfasis está en el valor pecuniario de las cosas, y no en aquello que le concede una posición o dignidad en la presencia de Dios. ¡Menos mal que los predicadores de la prosperidad ponen el énfasis en la divina adoración, y no en el dinero de las personas! ¿No? Y si no es así ... ¡Ya saben a quién salieron!
=== La muerte de Josué, y la de los ancianos que le sobrevivieron, pusieron de relieve la naturaleza idólatra del pueblo israelita, quienes no esperaran mucho para ignorar, soslayar y desechar al Padre, trocándolo por los aborrecibles ídolos paganos que gobernaran el corazón pútrido de los cananeos, donde la pureza de corazón fuera cambiada por el incestuoso fluir de los dioses cananeos: El, Baal, y las tres hermanas Astarot, que en el plano religioso cultual se relacionaran entre ellos sexualmente, conforme lo describiera el Padre al revelar y prohibir a los israelitas las prácticas repugnantes de la mitología cananea (Véase Lv.18. 20). La fe, o la fidelidad ASISTIDA. carecen de realidad, siendo como un par de muletas sin las cuales las personas discapacitadas no podrían movilizarse. Teníamos en la congregación una hermana muy dedicada y muy fiel en su asistencia y en sus diezmls y ofrendas, y ella tenía que arrear a sus familiares, esposo e hijos y parientes políticos que nunca tuvieron en sus corazones una cabal convicción acerca de su relación personal y particular con la Deidad; pero con el tiempo ella tuvo que aceptar que ninguno de sus parientes servía a Dios en una forma pactual; y hoy ninguno de ellos busca ni sirve a Dios en forma alguna, viniendo a consultarme por sus dilemas sus enfermedades, sufrimientos, y otras cosas que omito decir por no caer en la infidencia. Dios los ha sanado, liberado, bendecido, edificado, consolado y exhortado; pero sus corazones son siempre duros; no obedeciendo a la palabra, ni queriendo asociarse con los miembros de la Iglesia en santa y bendita comunión. Estamos orando por ellos, y pidiendo a Dios por un quebrantamiento que los persuada a volver a los pies del Señor, y a servirle de todo corazón.
=== La muerte de Josué, y la de los ancianos que le sobrevivieron, equivalía en aquellos corazones a la "muerte de Dios mismo y de su ley". Y es que el asunto de la herencia espiritual no cabía en aquellos corazones bipartitos (cuerpo-alma), sumergiéndose en el plano apostático sin experimentar la más mínima vergüenza al respecto. El descuido y el desacato a la divina ordenanza había hecho de esta nación redimida de Egipto, y traída a participar de la tierra de promisión, a algo que ya Yahweh refiriera: EL OLVIDO DE DIOS Y DE SU RELACIÓN CON SUS ESCOGIDOS; no porque Dios los rechazara; sino porque ellos rechazaron a Dios, y lo consideraron un intruso en su propia casa ¡Qué tales inquilinos éstos! Algunos padres sienten esto mismo cuando los hijos les hacen sentir su incomodidad por sus reglas y por su orden, algo que nos muestra la semilla de la rebelión en sus corazones, sus bocas y sus actitudes, vejando a sus progenitores, hasta el total irrespeto, humillándolos en su posición como personas adultas y como gente de Dios. Atentos: "Escucha, pueblo mío, mi ley; inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca. Abriré mi boca en proverbios; hablaré cosas escondidas desde tiempos antiguos. Las cuales hemos oído y entendido; que nuestros padres nos las contaron. No las encubriremos a sus hijos, contando a la generación venidera las alabanzas de Yahweh, su potencia, y las maravillas que hizo. Él estableció testimonio en Jacob, y puso ley en Israel, la cual mandó a nuestros padres que la notificaran a sus hijos; para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán; y los que se levantarán lo cuenten a sus hijos, a fin de que pongan en Dios su confianza, Y NO SE OLVIDEN DE LAS OBRAS DE DIOS, que guarden sus mandamientos, y no sean como sus padres, generación contumaz y rebelde; GENERACIÓN QUE NO DISPUSO SU CORAZÓN, NI FUE FIEL PARA CON DIOS SU ESPÍRITU" (Sal.78:1-8).
"Porque ya Josué había despedido al pueblo, y los hijos de Israel se habían ido cada uno a su heredad para poseerla. Y el pueblo había servido a Yahweh todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué; los cuales habían visto todas las grandes obras de Yahweh, que él había hecho por Israel. Pero murió Josué hijo de Nun, siervo de Yahweh, siendo de ciento diez años, Y lo sepultaron en su heredad en Timnat-sera, en el monte de Efraín, al norte del monte de Gaas. Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Yahweh, ni la obra que él había hecho por Israel".
=== La muerte de Josué, y la de los ancianos que le sobrevivieron, equivalía en aquellos corazones a la "muerte de Dios mismo y de su ley". Y es que el asunto de la herencia espiritual no cabía en aquellos corazones bipartitos (cuerpo-alma), sumergiéndose en el plano apostático sin experimentar la más mínima vergüenza al respecto. El descuido y el desacato a la divina ordenanza había hecho de esta nación redimida de Egipto, y traída a participar de la tierra de promisión, a algo que ya Yahweh refiriera: EL OLVIDO DE DIOS Y DE SU RELACIÓN CON SUS ESCOGIDOS; no porque Dios los rechazara; sino porque ellos rechazaron a Dios, y lo consideraron un intruso en su propia casa ¡Qué tales inquilinos éstos! Algunos padres sienten esto mismo cuando los hijos les hacen sentir su incomodidad por sus reglas y por su orden, algo que nos muestra la semilla de la rebelión en sus corazones, sus bocas y sus actitudes, vejando a sus progenitores, hasta el total irrespeto, humillándolos en su posición como personas adultas y como gente de Dios. Atentos: "Escucha, pueblo mío, mi ley; inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca. Abriré mi boca en proverbios; hablaré cosas escondidas desde tiempos antiguos. Las cuales hemos oído y entendido; que nuestros padres nos las contaron. No las encubriremos a sus hijos, contando a la generación venidera las alabanzas de Yahweh, su potencia, y las maravillas que hizo. Él estableció testimonio en Jacob, y puso ley en Israel, la cual mandó a nuestros padres que la notificaran a sus hijos; para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán; y los que se levantarán lo cuenten a sus hijos, a fin de que pongan en Dios su confianza, Y NO SE OLVIDEN DE LAS OBRAS DE DIOS, que guarden sus mandamientos, y no sean como sus padres, generación contumaz y rebelde; GENERACIÓN QUE NO DISPUSO SU CORAZÓN, NI FUE FIEL PARA CON DIOS SU ESPÍRITU" (Sal.78:1-8).
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 12/08/2018 MENSAJE # 2665.
SI QUEREMOS VER EL PLANO REAL DE NUESTRO DESENVOLVIMIENTO ESPIRITUAL, DECIDAMOS RESOLVER NUESTRAS CRISIS, EN ESPECIAL, LA DE NUESTRA IDENTIDAD COMO HIJOS DE DIOS Y SERVIDORES CONECTADOS AL PROPÓSITO ETERNO.
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