LIMA - PERÚ VIERNES 03 DE AGOSTJO DEL 2018 MENSAJE # 2647
PRIMERA DE TESALONICENSES 2:9-13.
"Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicábamos el evangelio de Dios. Vosotros sois testigos, y Dios también, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con vosotros los creyentes; así como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros, y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria. Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes".
=== El apóstol ha hecho memoria de los hechos anecdóticos y del horno de aflicción que les tocara vivir cuando el evangelio del reino de Dios fuera llevado hasta ellos, y en medio de todo, observar cómo los hermanos tesalonicenses no se vieron arredrados en cuanto a sus convicciones de fe, continuando firmes contra viento y marea, experimentando una clase de amor desconocido en otros lares, exhibiendo el poderoso tridente de la fe, la esperanza y el amor que deshizo las obras del enemigo contra la naciente congregación, que evidenciase hasta qué punto estaban ellos conscientes de su elección, y es que no vieron un grupo de formidables oradores, sino un equipo de magníficos obradores del poder divino, siendo refrendada cada palabra con los hechos milagrosos y las señales correspondientes que persuadieran a los habitantes de aquella región, viendo en acción el poder de Dios y las manifestaciones del Espíritu Santo en los componentes de aquel equipo ministerial. Y Pablo recuerda que allá en la capital jerosolimitana las cosas fueron muy parecidas, impactando a los hermanos de Macedonia y Acaya, quienes vieran cómo la fe se extendiera más allá de sus fronteras. El golpe que recibiera la idolatría en aquella región fue por demás impresionante, dedicándose con total integridad al servicio de Dios, levantando sus miradas al cielo mientras rogaban por la venida del Señor resucitado, viéndose librados de la ira venidera. Esa fue una grandísima época de visitación, y el valor de los apostoles no fue menor que la valentía de los tesalonicenses.
=== Si se pregunta el lector el por qué hace Pablo un tan amplio recordaris de lo acontecido, es porque ciertas afirmaciones tendenciosas procuraban ver en la fecunda labor ministerial ajenos intereses... ¡Nada más lejos de la verdad! Y fueron las ciertas manifestaciones de afecto para con el pueblo de Tesalónica, y la limpieza de conciencia y de intenciones lo que brillara en sus recuerdos, desmintiendo aquellas críticas e inexactos juicios, pasando el apóstol a confesar sus sentimientos para con ellos. Y Pablo amplifica su linea conductual, recordándoles sus labores y sus desvelos para ministrarles la palabra de Dios, trabajando secular y espiritualmente ... ¡Y aquí tocó carne, pues la ociosidad y la vida fornicaria era el estandarte de muchos a nivel local! Por otro lado, Pablo confronta a los murmuradores y críticos recordándoles sus trabajos y su dedicación para con ellos, que hizo que jamás le mereciera a nadie siquiera un pan o una invitación a cenar. Si bien predicar gratuitamente la palabra de Dios fue una obligación que el apóstol se anexara PARTICULARMENTE; ésa no era la norma ministerial, porque el obrero es digno de su salario. Pero para alguien que había desarrollado un corazón paternal, tal cosa no significaba un sacrificio, sino más bien los gajes del oficio. Que no nos espante el hecho de que cuando amemos más, seamos menos reconocidos, queridos o sustentados.
=== Pablo destaca su línea de acción y comportamiento, calificándola de santa, justa e irreprensible, y que para él no hubo acepción de personas, volcando su afecto en todos, y les recuerda su comportamiento paternal, sus exhortaciones y consolaciones a nivel general; y cómo habían de guardar el testimonio particular de quienes eran habitados por la Deidad, andando como es digno de Dios, quien nos llamara a su reino y gloria. Que nuestra conciencia del llamamiento nos lleve a comportarnos como la palabra de Dios nos manda. Gracias a Dios, los hermanos de Tesalónica valoraron y estimaron la palabra compartida a su sazón, entendiendo que era Dios quien la impartía por la boca de los apóstoles. Así, mientras que la palabra dada por los filósofos, o por los predicadores profesionales no pasara de ser un sabio o perspicaz consejo; la palabra de Dios era algo vivo que actuaba en ellos, y los inducía a la obediencia y la lealtad al Dios vivo.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 03/08/2018 MENSAJE # 2647.
"Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicábamos el evangelio de Dios. Vosotros sois testigos, y Dios también, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con vosotros los creyentes; así como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros, y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria. Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes".
=== El apóstol ha hecho memoria de los hechos anecdóticos y del horno de aflicción que les tocara vivir cuando el evangelio del reino de Dios fuera llevado hasta ellos, y en medio de todo, observar cómo los hermanos tesalonicenses no se vieron arredrados en cuanto a sus convicciones de fe, continuando firmes contra viento y marea, experimentando una clase de amor desconocido en otros lares, exhibiendo el poderoso tridente de la fe, la esperanza y el amor que deshizo las obras del enemigo contra la naciente congregación, que evidenciase hasta qué punto estaban ellos conscientes de su elección, y es que no vieron un grupo de formidables oradores, sino un equipo de magníficos obradores del poder divino, siendo refrendada cada palabra con los hechos milagrosos y las señales correspondientes que persuadieran a los habitantes de aquella región, viendo en acción el poder de Dios y las manifestaciones del Espíritu Santo en los componentes de aquel equipo ministerial. Y Pablo recuerda que allá en la capital jerosolimitana las cosas fueron muy parecidas, impactando a los hermanos de Macedonia y Acaya, quienes vieran cómo la fe se extendiera más allá de sus fronteras. El golpe que recibiera la idolatría en aquella región fue por demás impresionante, dedicándose con total integridad al servicio de Dios, levantando sus miradas al cielo mientras rogaban por la venida del Señor resucitado, viéndose librados de la ira venidera. Esa fue una grandísima época de visitación, y el valor de los apostoles no fue menor que la valentía de los tesalonicenses.
=== Si se pregunta el lector el por qué hace Pablo un tan amplio recordaris de lo acontecido, es porque ciertas afirmaciones tendenciosas procuraban ver en la fecunda labor ministerial ajenos intereses... ¡Nada más lejos de la verdad! Y fueron las ciertas manifestaciones de afecto para con el pueblo de Tesalónica, y la limpieza de conciencia y de intenciones lo que brillara en sus recuerdos, desmintiendo aquellas críticas e inexactos juicios, pasando el apóstol a confesar sus sentimientos para con ellos. Y Pablo amplifica su linea conductual, recordándoles sus labores y sus desvelos para ministrarles la palabra de Dios, trabajando secular y espiritualmente ... ¡Y aquí tocó carne, pues la ociosidad y la vida fornicaria era el estandarte de muchos a nivel local! Por otro lado, Pablo confronta a los murmuradores y críticos recordándoles sus trabajos y su dedicación para con ellos, que hizo que jamás le mereciera a nadie siquiera un pan o una invitación a cenar. Si bien predicar gratuitamente la palabra de Dios fue una obligación que el apóstol se anexara PARTICULARMENTE; ésa no era la norma ministerial, porque el obrero es digno de su salario. Pero para alguien que había desarrollado un corazón paternal, tal cosa no significaba un sacrificio, sino más bien los gajes del oficio. Que no nos espante el hecho de que cuando amemos más, seamos menos reconocidos, queridos o sustentados.
=== Pablo destaca su línea de acción y comportamiento, calificándola de santa, justa e irreprensible, y que para él no hubo acepción de personas, volcando su afecto en todos, y les recuerda su comportamiento paternal, sus exhortaciones y consolaciones a nivel general; y cómo habían de guardar el testimonio particular de quienes eran habitados por la Deidad, andando como es digno de Dios, quien nos llamara a su reino y gloria. Que nuestra conciencia del llamamiento nos lleve a comportarnos como la palabra de Dios nos manda. Gracias a Dios, los hermanos de Tesalónica valoraron y estimaron la palabra compartida a su sazón, entendiendo que era Dios quien la impartía por la boca de los apóstoles. Así, mientras que la palabra dada por los filósofos, o por los predicadores profesionales no pasara de ser un sabio o perspicaz consejo; la palabra de Dios era algo vivo que actuaba en ellos, y los inducía a la obediencia y la lealtad al Dios vivo.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 03/08/2018 MENSAJE # 2647.
LA LABOR MISIONERA NO IMPLICA SOLAMENTE EL DESCARGAR UN CONOCIMIENTO RELATIVO O IMPRESIONANTE, IMPLICA UNA VIVA RELACIÓN, UN CONTACTO QUE HA DE LLENAR LOS CORAZONES DE NUESTROS ESCUCHAS, Y UNA ASOCIACIÓN FAMILIAR QUE A FUTURO DEBERÁ CONSOLIDARSE.
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