LIMA - PERÚ MARTES 14 DE AGOSTO DEL 2018 MENSAJE # 2669
RUT 1:1-6.
"Aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá fue a morar a los campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos. El nombre del varón era Elimelec, y el de su mujer, Noemí; y los nombres de sus dos hijos eran Mahlón y Quelión, efrateos de Belén de Judá. Llegaron, pues, a los campos de Moab, y se quedaron allí. Y murió Elimelec, marido de Noemí, y quedó allí con sus dos hijos, los cuales tomaron para sí mujeres moabitas; el nombfre de una era Orfa, y e nombre de la otra Rut; y habitaron allí unos diez años. Y murieron también los dos, Mahlón y Quelión, quedando así la mujer desamparada de sus dos hijos y de su marido. Entonces se levantó con sus nueras, y regresó de los campos de Moab; porque oyó en el campo de Moab que Yahweh había visitado a su pueblo para darles pan".
=== La manera en que la soberanía divina domina la historia, y va tejiendo el panorama histórico-profético de la nación hebraica, y de cómo la misma llegaría a establecer lo prometido a Abraham en Génesis 12:1-3, para traer bendición a todas las familias de la tierra, se concatenan aquí, introduciendo a una mujer gentil para que llegara a ser la bisabuela de David; como antes lo fuera Rahab (tatarabuela de David) al casarse con Salmón (a quien asumo como uno de los dos espías que envió Josué a reconocer la tierra, y ver la vulnerabilidad de Jericó y as posibilidades para la conquista) y engendrar a Booz, quien sería el esposo de Rut (Véase Mateo 1:5). Cuando observamos el cuidado divino para entrelazar las vidas de estos personajes, nos quedamos perplejos, viendo cómo el Padre hace las cosas según el designio de su voluntad, y las ejecuta en el contexto histórico, ensamblando los protagonistas que llevarían a cabo su plan para traer al Cristo. Nada de lo que aquí se narra es algo desconectado del orden en el que Yahweh ejecuta las cosas para poner todo a punto, y que los elementos elegidos por él se encuentren, se anexen, y converjan en el panorama ya designado por la Deidad. Las cosas aquí descritas nos permiten echar un vistazo al divino obrar, a la incomprensión de Noemí por las muertes de sus seres queridos, por la carga de estas nueras que podrían frustrar su retiro al olvido, por sus quejas contra Dios, que ella catalogara como una desdicha provocada por su aparente pertinacia. Lejos estaba ella del glorioso propósito con el que el Padre elaborara su ideal cobertura, y de cómo ella se convertiría en una eficaz colaboradora al seguir el orden divinal en los tiempos oportunos, viéndola al final gozosa arrullando a Obed en su regazo, y prohijando a su nieto que significaría para ella una vejez bendita y segura.
=== Aunque Elimelec, Mahlón y Quelión, serían recogidos con sus ancestros, las posibilidades divinas seguían una ruta serena y concreta. Mahlón fue fiel para compartir con Rut los detalles de su fe en el Dios vivo, anidando en ella la carga de adorar y servir a Yahweh con todo el deseo de su alma, como posteriormente se revelaría en la decisión de Rut al seguir a Noemí hasta Belén (Véase Rut 1:16-18). Así, una Noemí (Mi dulzura, placentera, ese es el significado de su nombre), fue amargando su alma hasta una general acritud, saliendo de sus labios una queja constante contra Dios por haberla despojado de todo lo que para ella tenía un valor sentimental y simbolizara su dicha a futuro. Lo que ella esperara sería generado por su marido o por sus hijos, y no por una pariente política, habiendo cerrado su corazón con cadenas de amargura y el candado de una obstinación que ni la fe de Rut pudo conmover. Muy a su pesar, llevó consigo a su nuera, y ya en presencia de sus compatriotas ella deslizó su amargura, y pidió que la llamaran Mara a partir de entonces, perdiendo su identidad judaica al autobautizarse así. La disposición, y la naturaleza hacendosa de la aún joven moabita habrían de mostrarle a Noemí la necesidad de emerger de su voluntario ostracismo. Y cuando la vio venir con aquel bulto de veinte kilos de cebada, y el almuerzo que había guardado para ella de la abundancia que había disfrutado al lado de Booz, le volvió el alma al cuerpo; y la amargura empezó a diluirse cuando recordó que tenía un pariente redentor que se había topado con su nuera, y que estaba llamado a protegerlas. La cosecha de la cebada sirvió para que Booz y Rut se conocieran mejor, y él supiera la clase de mujer que ella era en el plano práctico, quedándose vivamente impresionado por la extranjera de grandes virtudes.
=== Al seguir pensando sobre el punto, Noemí pensó en su pariente redentor, en su nuera viuda y en el hecho de tornarse agradecida para con ella. Y fue así que Noemí le explicó a Rut lo que podía hacer para que fuera redimida y hallara la dicha con aquel solterón que ignorara, igual que ella en su momento, que sus sinos se unieran al de aquella joven moabita que contenía en sí misma la respuesta divina a todo ello. ¿Casualidad, o divina intervención? Personalmente, creo que fue lo segundo; y esa noche en aquel montículo de cebada, el hombre con pies descubiertos, percibió aquel perfume femenino, y cuando preguntó quién era aquella mujer, encontró que era la mujer con la que soñaba, llenándose de elogios para con aquella que le solicitara que extendiera el borde de su manto, y se comprometiera con ella como su pariente redentor y posterior cónyuge. Y así, Booz, vestido de la dicha anhelada, se fue a buscar al pariente más directo y cercano de Noemí para compartirle la venta del campo de Elimelec, y el matrimonio que obigadamente tendría que tomar para hacer su esposa a la viuda de Mahlón. Éste declinó su derecho en favor de Booz, quien ansiara correr, después de notificar la compra del campo y su deseo de contraer enlace con la moabita a la que todos conocieran como una mujer llena de virtudes. Booz y Rut se casaron, y tuvieron a Obed, el hijo de ambos, el cual fuera criado por Noemí ... ¿Mara? ¿Quién es Mara?
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 14/08/2018 MENSAJE # 2669
"Aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá fue a morar a los campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos. El nombre del varón era Elimelec, y el de su mujer, Noemí; y los nombres de sus dos hijos eran Mahlón y Quelión, efrateos de Belén de Judá. Llegaron, pues, a los campos de Moab, y se quedaron allí. Y murió Elimelec, marido de Noemí, y quedó allí con sus dos hijos, los cuales tomaron para sí mujeres moabitas; el nombfre de una era Orfa, y e nombre de la otra Rut; y habitaron allí unos diez años. Y murieron también los dos, Mahlón y Quelión, quedando así la mujer desamparada de sus dos hijos y de su marido. Entonces se levantó con sus nueras, y regresó de los campos de Moab; porque oyó en el campo de Moab que Yahweh había visitado a su pueblo para darles pan".
=== La manera en que la soberanía divina domina la historia, y va tejiendo el panorama histórico-profético de la nación hebraica, y de cómo la misma llegaría a establecer lo prometido a Abraham en Génesis 12:1-3, para traer bendición a todas las familias de la tierra, se concatenan aquí, introduciendo a una mujer gentil para que llegara a ser la bisabuela de David; como antes lo fuera Rahab (tatarabuela de David) al casarse con Salmón (a quien asumo como uno de los dos espías que envió Josué a reconocer la tierra, y ver la vulnerabilidad de Jericó y as posibilidades para la conquista) y engendrar a Booz, quien sería el esposo de Rut (Véase Mateo 1:5). Cuando observamos el cuidado divino para entrelazar las vidas de estos personajes, nos quedamos perplejos, viendo cómo el Padre hace las cosas según el designio de su voluntad, y las ejecuta en el contexto histórico, ensamblando los protagonistas que llevarían a cabo su plan para traer al Cristo. Nada de lo que aquí se narra es algo desconectado del orden en el que Yahweh ejecuta las cosas para poner todo a punto, y que los elementos elegidos por él se encuentren, se anexen, y converjan en el panorama ya designado por la Deidad. Las cosas aquí descritas nos permiten echar un vistazo al divino obrar, a la incomprensión de Noemí por las muertes de sus seres queridos, por la carga de estas nueras que podrían frustrar su retiro al olvido, por sus quejas contra Dios, que ella catalogara como una desdicha provocada por su aparente pertinacia. Lejos estaba ella del glorioso propósito con el que el Padre elaborara su ideal cobertura, y de cómo ella se convertiría en una eficaz colaboradora al seguir el orden divinal en los tiempos oportunos, viéndola al final gozosa arrullando a Obed en su regazo, y prohijando a su nieto que significaría para ella una vejez bendita y segura.
=== Aunque Elimelec, Mahlón y Quelión, serían recogidos con sus ancestros, las posibilidades divinas seguían una ruta serena y concreta. Mahlón fue fiel para compartir con Rut los detalles de su fe en el Dios vivo, anidando en ella la carga de adorar y servir a Yahweh con todo el deseo de su alma, como posteriormente se revelaría en la decisión de Rut al seguir a Noemí hasta Belén (Véase Rut 1:16-18). Así, una Noemí (Mi dulzura, placentera, ese es el significado de su nombre), fue amargando su alma hasta una general acritud, saliendo de sus labios una queja constante contra Dios por haberla despojado de todo lo que para ella tenía un valor sentimental y simbolizara su dicha a futuro. Lo que ella esperara sería generado por su marido o por sus hijos, y no por una pariente política, habiendo cerrado su corazón con cadenas de amargura y el candado de una obstinación que ni la fe de Rut pudo conmover. Muy a su pesar, llevó consigo a su nuera, y ya en presencia de sus compatriotas ella deslizó su amargura, y pidió que la llamaran Mara a partir de entonces, perdiendo su identidad judaica al autobautizarse así. La disposición, y la naturaleza hacendosa de la aún joven moabita habrían de mostrarle a Noemí la necesidad de emerger de su voluntario ostracismo. Y cuando la vio venir con aquel bulto de veinte kilos de cebada, y el almuerzo que había guardado para ella de la abundancia que había disfrutado al lado de Booz, le volvió el alma al cuerpo; y la amargura empezó a diluirse cuando recordó que tenía un pariente redentor que se había topado con su nuera, y que estaba llamado a protegerlas. La cosecha de la cebada sirvió para que Booz y Rut se conocieran mejor, y él supiera la clase de mujer que ella era en el plano práctico, quedándose vivamente impresionado por la extranjera de grandes virtudes.
=== Al seguir pensando sobre el punto, Noemí pensó en su pariente redentor, en su nuera viuda y en el hecho de tornarse agradecida para con ella. Y fue así que Noemí le explicó a Rut lo que podía hacer para que fuera redimida y hallara la dicha con aquel solterón que ignorara, igual que ella en su momento, que sus sinos se unieran al de aquella joven moabita que contenía en sí misma la respuesta divina a todo ello. ¿Casualidad, o divina intervención? Personalmente, creo que fue lo segundo; y esa noche en aquel montículo de cebada, el hombre con pies descubiertos, percibió aquel perfume femenino, y cuando preguntó quién era aquella mujer, encontró que era la mujer con la que soñaba, llenándose de elogios para con aquella que le solicitara que extendiera el borde de su manto, y se comprometiera con ella como su pariente redentor y posterior cónyuge. Y así, Booz, vestido de la dicha anhelada, se fue a buscar al pariente más directo y cercano de Noemí para compartirle la venta del campo de Elimelec, y el matrimonio que obigadamente tendría que tomar para hacer su esposa a la viuda de Mahlón. Éste declinó su derecho en favor de Booz, quien ansiara correr, después de notificar la compra del campo y su deseo de contraer enlace con la moabita a la que todos conocieran como una mujer llena de virtudes. Booz y Rut se casaron, y tuvieron a Obed, el hijo de ambos, el cual fuera criado por Noemí ... ¿Mara? ¿Quién es Mara?
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 14/08/2018 MENSAJE # 2669
LOS PLANES DIVINOS DEBEN SER ENTENDIDOS A SU SAZÓN. TODA MENTE APRIORÍSTICA SUFRIRÁ POR SU PRECIPITADA FORMA DE PENSAR Y HABLAR, MORANDO EN LA AMARGURA. SI AGUARDAMOS EN DIOS, VEREMOS SU OBRA CUMPLIDA A CABALIDAD.
ResponderEliminarHermoso muy hermoso comentario y una hermosa y una puntual enseñanza.
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