LIMA - PERÚ JUEVES 02 DE AGOSTO DEL 2018 MENSAJE # 2645
ÉXODO 7:8-13.
"Habló Yahweh a Moisés y Aarón, diciendo: Si Faraón os respondiere diciendo: Mostrad milagro; dirás a Aarón: Toma tu vara, y échala delante de Faraón, para que se haga culebra. Vinieron, pues, Moisés y Aarón a faraón, e hicieron como Yahweh lo había mandado. Y echó Aarón su vara delante de Faraón y de sus siervos, y se hizo culebra. Entonces llamó también Faraón sabios y hechiceros, e hicieron también lo mismo los hechiceros de Egipto con sus encantamientos; pues echó cada uno su vara, las cuales se volvieron culebras; mas la vara de Aarón devoró las varas de ellos. Y el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó, como Yahweh lo había dicho".
=== El Señor le revela a Moisés la forma en la que debe operar delante del Faraón, y dentro de ese contexto nos muestra que Moisés haría de dios ante Faraón (y esto implica una ordalía, que es una confrontación entre poderes espirituales que habrán de medirse en la esfera pedestre, evidenciando su poder mediante los hechos que rebasan el aspecto natural, y que actúan dentro de unas dimensiones distintas a las regulares), haciendo Aarón las veces de profeta, comunicando los divinos designios ante sus interlocutores. Dado que el misticismo y la brujería eran considerados como valores espirituales y preternaturales válidos, los falsos dioses se valían de ello para impresionar, abrumar y espantar a los que caerían bajo sus engaños, alcanzando dominio sobre ellos: "Pero había un hombre llamado Simón, que antes ejercía la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria, haciéndose pasar por algún grande. A éste escuchaban atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Este es el gran poder de Dios. Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas les había engañado mucho tiempo" (Hch.8:9-11). Es preciso acotar que hay diversas manifestaciones y niveles en cuanto a la hechicería, y pudiéramos decir que Simón era un principiante ante los magos egipcios, quenes emulaban el poder divino, con las varas que se hacían culebras, el agua que se convertía en sangre, el llamamiento de las ranas, etc.; pero aunque ellos emularan el poder espiritual divino, NO PODÍAN IMPEDIRLO NI REVERTIRLO; algo que Yahweh si podía hacer a su arbitrio, como lo veremos en este párrafo.
=== Las señales que Dios le diera a Moisés en Horeb, son altamente significativas. La culebra fue el instrumento mediante el cual Satán hizo caer a la mujer, y luego, a través de ella, al hombre, quien fuera su objetivo. Luego fue la lepra en la mano de Moisés, saliendo desde su corazón, para luego ser limpiada. La lepra es el símbolo básico y universal del pecado; y por último, vino la de convertir el agua en sangre, implicando la redención en su más alto nivel. Así, el autor del pecado: La serpiente antigua que se llama diablo y Satanás, encontraría en el hombre redimido la horma de su zapato. ¿Por qué decimos esto? Porque: "Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él" (2Co.5:21). La tiara que ceñía la tela que cubría la cabeza del Faraón tenía un áspid como símbolo emergente de la misma, implicando de dónde venía su poder. La heráldica de las naciones componen su identidad ante las demás. Y así como la serpiente hizo caer a la humanidad, Dios utilizaría la figura del hombre caído, el cual sería redimido en la cruz del Calvario, cuando Jesús ocupara nuestro lugar llevando sobre sí toda esa carga de pecado, hasta hacerlo desaparecer pagando totalmente por nuestros pecados TETELESTAI=PAGADO TOTALMENTE. y el Verbo, hecho carne, satisfizo con su sacrificio la JUSTICIA DIVINA, resucitando para nuestra justificación. Recordemos lo que Jesús nos dijera: "Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que TODO AQUEL QUE EN ÉL CREE. NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA" (Jn.3:15).
=== Si bien Faraón tenía la autoridad delegada en el trono, el poder reposaba en sus hechiceros y magos, los instrumentos satánicos por excelencia, quienes combinaran lo tangible con lo intangible, sorprendiendo a quienes moran en la intrascendencia religiosa y la idolatría carnal, y que tienen determinadas manifestaciones como sublimes o seudo divinas, contra las cuales el poder divino posee un valor absoluto y final. Y aunque Moisés y los ancianos israelitas vieran la vara transformarse en culebra, ignoraban su capacidad devoradora, la cual reduciría a cero el poder de los magos, poniendo al Faraón y sus chacales en ridículo. El Faraón egipcio no era ningún idiota, y le fue dado ver la victoria total del poder divino ante sus azorados ojos, y supo que se enfrentaba ante un enemigo formidable y totalmente sobrenatural, que dejara a sus brujos como a una zapatilla ante los ojos de sus seguidores y veneradores. Dios le dio a este Faraón orgulloso el conocerlo poco a poco, destruyendo su poder, juzgando a sus falsos dioses, derribando su imperio, acabando con su primogénito, y liquidándolo en el mar rojo con toda su caballería: "Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra" (Ro.9:17). Aquella vara devoradora de antaño, tiene esta forma en el plano neopactual: "El nombre de Jesús, y el poder de la sangre redentora de Cristo" ¡Aleluya!
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 02/08/2018 MENSAJE # 2645.
"Habló Yahweh a Moisés y Aarón, diciendo: Si Faraón os respondiere diciendo: Mostrad milagro; dirás a Aarón: Toma tu vara, y échala delante de Faraón, para que se haga culebra. Vinieron, pues, Moisés y Aarón a faraón, e hicieron como Yahweh lo había mandado. Y echó Aarón su vara delante de Faraón y de sus siervos, y se hizo culebra. Entonces llamó también Faraón sabios y hechiceros, e hicieron también lo mismo los hechiceros de Egipto con sus encantamientos; pues echó cada uno su vara, las cuales se volvieron culebras; mas la vara de Aarón devoró las varas de ellos. Y el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó, como Yahweh lo había dicho".
=== El Señor le revela a Moisés la forma en la que debe operar delante del Faraón, y dentro de ese contexto nos muestra que Moisés haría de dios ante Faraón (y esto implica una ordalía, que es una confrontación entre poderes espirituales que habrán de medirse en la esfera pedestre, evidenciando su poder mediante los hechos que rebasan el aspecto natural, y que actúan dentro de unas dimensiones distintas a las regulares), haciendo Aarón las veces de profeta, comunicando los divinos designios ante sus interlocutores. Dado que el misticismo y la brujería eran considerados como valores espirituales y preternaturales válidos, los falsos dioses se valían de ello para impresionar, abrumar y espantar a los que caerían bajo sus engaños, alcanzando dominio sobre ellos: "Pero había un hombre llamado Simón, que antes ejercía la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria, haciéndose pasar por algún grande. A éste escuchaban atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Este es el gran poder de Dios. Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas les había engañado mucho tiempo" (Hch.8:9-11). Es preciso acotar que hay diversas manifestaciones y niveles en cuanto a la hechicería, y pudiéramos decir que Simón era un principiante ante los magos egipcios, quenes emulaban el poder divino, con las varas que se hacían culebras, el agua que se convertía en sangre, el llamamiento de las ranas, etc.; pero aunque ellos emularan el poder espiritual divino, NO PODÍAN IMPEDIRLO NI REVERTIRLO; algo que Yahweh si podía hacer a su arbitrio, como lo veremos en este párrafo.
=== Las señales que Dios le diera a Moisés en Horeb, son altamente significativas. La culebra fue el instrumento mediante el cual Satán hizo caer a la mujer, y luego, a través de ella, al hombre, quien fuera su objetivo. Luego fue la lepra en la mano de Moisés, saliendo desde su corazón, para luego ser limpiada. La lepra es el símbolo básico y universal del pecado; y por último, vino la de convertir el agua en sangre, implicando la redención en su más alto nivel. Así, el autor del pecado: La serpiente antigua que se llama diablo y Satanás, encontraría en el hombre redimido la horma de su zapato. ¿Por qué decimos esto? Porque: "Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él" (2Co.5:21). La tiara que ceñía la tela que cubría la cabeza del Faraón tenía un áspid como símbolo emergente de la misma, implicando de dónde venía su poder. La heráldica de las naciones componen su identidad ante las demás. Y así como la serpiente hizo caer a la humanidad, Dios utilizaría la figura del hombre caído, el cual sería redimido en la cruz del Calvario, cuando Jesús ocupara nuestro lugar llevando sobre sí toda esa carga de pecado, hasta hacerlo desaparecer pagando totalmente por nuestros pecados TETELESTAI=PAGADO TOTALMENTE. y el Verbo, hecho carne, satisfizo con su sacrificio la JUSTICIA DIVINA, resucitando para nuestra justificación. Recordemos lo que Jesús nos dijera: "Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que TODO AQUEL QUE EN ÉL CREE. NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA" (Jn.3:15).
=== Si bien Faraón tenía la autoridad delegada en el trono, el poder reposaba en sus hechiceros y magos, los instrumentos satánicos por excelencia, quienes combinaran lo tangible con lo intangible, sorprendiendo a quienes moran en la intrascendencia religiosa y la idolatría carnal, y que tienen determinadas manifestaciones como sublimes o seudo divinas, contra las cuales el poder divino posee un valor absoluto y final. Y aunque Moisés y los ancianos israelitas vieran la vara transformarse en culebra, ignoraban su capacidad devoradora, la cual reduciría a cero el poder de los magos, poniendo al Faraón y sus chacales en ridículo. El Faraón egipcio no era ningún idiota, y le fue dado ver la victoria total del poder divino ante sus azorados ojos, y supo que se enfrentaba ante un enemigo formidable y totalmente sobrenatural, que dejara a sus brujos como a una zapatilla ante los ojos de sus seguidores y veneradores. Dios le dio a este Faraón orgulloso el conocerlo poco a poco, destruyendo su poder, juzgando a sus falsos dioses, derribando su imperio, acabando con su primogénito, y liquidándolo en el mar rojo con toda su caballería: "Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra" (Ro.9:17). Aquella vara devoradora de antaño, tiene esta forma en el plano neopactual: "El nombre de Jesús, y el poder de la sangre redentora de Cristo" ¡Aleluya!
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 02/08/2018 MENSAJE # 2645.
PERSONALMENTE DEBO DECIR QUE ME ENCANTA VER CÓMO DIOS HUMILLA AL ENEMIGO, Y DEJA A SUS ESBIRROS CON UN PALMO DE NARICES. EL ORGULLO HUMANO NO SABE DE HUMILDAD, Y ES POR ESO QUE TIENE QUE SER HUMILLADO HASTA EL EXTREMO.
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