LAS REALIDADES NEOCREACIONALES ESTABAN EN EL CORAZÓN DEL PADRE, PERO REQUERÍA DE LA PRESENCIA DE QUIENES QUISIERAN COLABORAR CON ÉL A LO LARGO DE LA HISTORIA, GENERACIÓN TRAS GENERACIÓN. ¿YA TE INTEGRASTE?

LIMA - PERÚ    MIÉRCOLES 15 DE AGOSTO DE 2018    MENSAJE # 2671

HEBREOS 12:1-3.

"Por lo tanto, también nosotros, que tenemos tan grande nube de testigos a  nuestro alrededor, deshagámonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo que le esperaba sufrió la cruz y menospreció el oprobio, y se sentó a la derecha del trono de Dios".

=== El autor del texto a los hebreos nos hizo una lista impresionante de los héroes de la fe, y nos mostró que la misma posee matices variopintos. Él definió la misma como la certeza de lo que se espera, y la convicción de lo que no se ve. Lo primero, implica el trabajo de amor del Espíritu Santo para persuadirnos de las realidades neocreacionales, haciéndolo gradual y estupendamente, poniendo en nosotros un pensamiento gravitacional que se fue haciendo sólido en nuestro pensar, sentir y obrar, tornándonos uno con el divino testimonio, fijando su principio y su acción como la fundamentación del plano trascendente, la fuerza generatriz que tomara del mundo invisible los insumos, forjando una especie de plastilina que llegara a tomar formas distintas, para que concatenándolas, llegaran a conformar la medida ideal de lo que se tornara en la llave de aquel maravilloso mundo tripartito que forjara lo célico-pedestre, para poder habitar en ello. Así, lo que perdiera su imagen y semejanza, fue recreado, y Yahweh Dios tuvo en aquella nueva creación la base para que reingeniería divina forjara una nueva casta que se identificara con lo inicial, vistiéndose regiamente los que antaño usaran higueras para tapar su vergüenza. Y cuando cada uno aplicó la medida de fe para el caso, fue readmitido en la presencia divina con las viabilidades del caso, siendo "... aceptos en el Amado".

=== El autor nos invita a recoger el reto, admitiendo el testimonio de los que tejieron la historia profética, traduciéndola en inefable realidad que invitara a los prisioneros de esperanza en las sucesivas generaciones a ser los coprotagonistas de la más grande historia jamás contada: la de nuestra redención; recogiendo la posta correspondiente a nuestra generación en el contexto de las edades. Aquí no hay ilusiones ni quimeras, locuras ni alucinaciones; sino el integrarse a una realidad que quiere admitirnos dentro del elenco de valientes y esforzados que le creen a Dios, y que le hacen conocer su disposición para ejecutar su beneplácito con su modesta participación. Y cuando inicia el siguiente párrafo, argumenta: "Por lo tanto...", vale decir, por lo expuesto con anterioridad; "...Nosotros también", esto ya nos habla de la intención de incluirnos, generación tras generación, en el elenco estelar que está dispuesto a escribir en las páginas del tiempo su discreta participación, buscando ser de suma utilidad dentro de sus capacidades y dotaciones que Dios les impartiera en la corriente del tiempo, llevándonos a la ejecución práctica de su voluntad soberana, brindándonos el entendimiento del caso para hacer nuestros roles con excelencia. Aquella nube de testigos los arengaba a no detenerse, y a continuar la historia de la bendita implantación del reino de Dios. Las trabas para impedirnos nos son familiares, pues nos hablan de nuestras ansias por alcanzar notoriedad, y llevar los estandartes de la gloria carnal, de nuestra lujosa y exagerada apariencia, que no nos sirven para una larga y maratónica carrera; así como el mantener esas cosas que nos hace sentir a gusto con nosotros mismos y que siempre resultan tentadoras para quedarnos rezagados, practicando nuestros vicios favoritos, o pecados que nos gustan, y nos parecen irrenunciables ... ¡Hum...!

=== Atrás debe quedar lo que no nos sirve, y a los costados lo que nos incomoda y nos resta agilidad para las fases operativas. Nuestra mirada debe estar fija en la meta, sin nada que nos distraiga, nos demore o nos impida. El Señor es nuestro ejemplo, excitando nuestros corazones el verlo sentado a la diestra del Padre, y mostrándonos los asientos vacíos con nuestro nombre allá en la esfera celeste. Él no se contentó con ser un concursante que intentó lo mejor, y se frustró; sino que llegó a ser el autor y conquistador y consumador de la fe. La diseñó, la forjó, la recorrió de principio a fin, y la conquistó; mostrándonos la forma en la que nosotros conseguiremos lograr una victoria y un triunfo similares. El Señor miró más allá de la distancia y los obstáculos, y pudo ver su recompensa: EL GOZO DE NUESTRA SALVACIÓN Y LA CORONACIÓN GLORIOSA DE SU SACRIFICIO POR NOSOTROS; y fue por eso que nada pudo parar a Jesús, hasta que la meta vio rota aquella cinta que señalara el final de la carrera, con un gigantesco Jesús que fuera recorriendo la historia y la profecía, absorbiendo en sí mismo a cada uno de los integrantes del cuerpo de Cristo, haciéndose uno con él para integrar el reino de Dios, con el gozo y la satisfacción en el rostro de su Padre, y nuestro. Y si me preguntas por todo el oprobio, la vergüenza, el rechazo, el dolor, el largo menosprecio de sus congéneres, etc, etc.; él sigue considerando que el resultado obtenido valió la pena. "Porque de tal manera nos amó, que se dio a sí mismo por nosotros, y nos está guardando un asiento en la gloria" ¡Aleluya!

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA     15/08/2018     MENSAJE # 2671