lunes, 9 de marzo de 2015

LA JUVENTUD ES LLAMADA POR EL APÓSTOL A LA PRUDENCIA, Y EL FLUIR DE TITO ES CONMINADO A PONERSE COMO UN EJEMPLO A SEGUIR; DEMOSTRANDO CON LA ENSEÑANZA PRÁCTICA LA REALIDAD DE CADA ASERCIÓN HECHA DURANTE EL TRÁMITE DE LA MINISTRACIÓN.

LIMA - PERÚ  DOMINGO 08 DE MARZO DEL 2015

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA EPÍSTOLA DE PABLO A TITO

Tito 2:6-8

"Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras, en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence,y no tenga nada malo que decir de vosotros".

*** Las indicaciones paulinas continúan sin pausa, ocupándose en esta ocasión de la juventud de la iglesia. Es típico que el hablar de los jóvenes sea apresurado, apriorístico e impensado si no se ha recibido pautas al respecto. De allí que Pablo insistiera que Tito, que era un elemento que podría considerarse entre ellos como tal (joven-adulto), mostrase una actitud más serena y prudencial, no adelantando opiniones, ni sugiriendo opciones propias de los inexpertos o novatos que creen que es una simpleza el moverse como un ministro competente. La experiencia de todo ministerio es ubicarse en el plano prudencial, sirviendo éste como marcapasos, ritmo y cadencia de quien desea llevar a buen puerto la congregación que tiene a cargo.

*** Las buenas obras, son representadas por el trabajo o labor competente que sientan un precedente ante la visión y opinion de los demás. Un joven competente y ordenado llamará la atención de todos alrededor, entendiendo que el tal ha sido objeto de un sesudo entrenamiento, y que piensa como un adulto, previendo las posibilidades a futuro y las consecuencias de todos sus actos, actitud que corresponde a las canas.

*** La enseñanza no es la lectura de un bosquejo aparejado por alguien más entendido o mayor, sino EL ESPÍRITU DE COMPROMISO que haya calado en el corazón del discípulo, el mismo que evidenciará, no la memoria, sino la experiencia del mentor. La integridad de la enseñanza se muestra en la certeza experimental de quien enseña, pudiendo exponer las "cicatrices" de sus batallas espirituales y morales, haciendo notar que quien habla no es un mero expositor, sino un protagonista de experiencias y vicisitudes que corroboran lo dicho con los hechos, revelando la seriedad de la enseñanza, y no dejando la impresión de que se trata de un cuento de ciencia-ficción.

*** La frivolidad, la chanza, o la ligereza de labios, son impropias en un ministro competente. El buen cuidado en la expresión, el  valor absoluto de lo que se afirma, y la certeza de su cabal cumplimiento, pondrán en el tapete lo expuesto, llamando a la fiel comprobación de lo dicho a cada uno de los concurrentes. Pablo aducía que había una total insatisfacción si la predicación estaba fundada en la sabiduría de los hombres (y en lo pomposo de la exposición), si no había la demostración del Espíritu y de poder que consolidase la enseñanza como una realidad innegable. Si hablamos de sanidades, liberaciones, y manifestaciones divinas; y luego no hay nada más que disculpas, ello es una "emisión inorgánica", una fanfarronada, un cheque sin fondos; y el enemigo tiene todo el derecho de mofarse de un "evangelio inocuo" o impotente; pero cuando todo ello se hace evidente, lo que tendremos será enemigos avergonzados y silentes.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   08/03/2015

No hay comentarios:

Publicar un comentario