LA DIVISIÓN DEBIDA A LA PREFERENCIA POR LA INSTRUMENTALIDAD ES UN SIGNO DE INMADUREZ. LA PRECISIÓN DE LA LABOR DE LOS MINISTERIOS DEBE AYUDARNOS A ENTENDER LOS MISMOS Y RESPETARLOS TODOS POR IGUAL.

LIMA - PERÚ  VIERNES 20 DE MARZO DEL 2015

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL PABLO A LOS CORINTIOS

Primera de Corintios 1:11-12

"Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo".

*** La exhortación del v.10, tenía estas motivaciones. Los inmaduros corintios (que tengan dones espirituales no los hace cristianos maduros); aunque el don es espiritual, la persona no necesariamente lo es. La espiritualidad del don, tiene que ver con la naturaleza de quien lo otorga; la espiritualidad del individuo está directamente relacionada a la medida en que éste se rinde a la instrucción divina, al uso condicional y corporativo de la dotación, y a la búsqueda de la fusión célico-pedestre que haga rimar don con ministración, mostrando el equilibrio deseable en un cristiano desarrollado.

*** Cuando tú recibes a Cristo en tu corazón, tu salvación es total y perfecta; ¡tú no! El Señor habrá de operar en ti progresivamente, hasta que la realidad de tu nuevo nacimiento se eche de ver por completo. Entre la etapa de bebé espiritual, y la madurez que corresponde a un juios o hijo mayor, se requerirá una continua sumisión que nos permita desarrollar nuestras facultades hasta alcanzar plenitud. Con los dones, habida la oportuna instrucción y guianza que corresponda a tu condición, acontecerá algo similar. El entrenamiento durará hasta que se evidencie el ajuste oportuno. En algunos puede ser parejo, en otros, tal vez sea más lento. Todo va a depender de la aceptación gradual de la instructiva, y la disposición de los santos para ello.

*** La información que el apóstol recibiera, era la de trágicas y torpes contiendas entre los congregantes, dado su espíritu de partidismo y el gloriarse en la instrumentalidad de las personas que el Señor utilizara en su gracia para hacerles llegar a los corintios la Palabra de Dios. Un inadecuado sentido de "superioridad", basado en sus considerandos sobre el instrumento que el Señor usara (algo típico de la cultura helenista), que siempre viera la participación ministerial como una competencia entre los siervos de Dios, y no como una valiosa contribución acorde con las dotaciones, les "hacía sentirse especiales o únicos" en base al mentor elegido como su preferido.

*** Para los que eligieron a Pablo, su erudición y su capacidad de penetración espiritual los cautivaba en pos de él; para los seguidores de Apolos, su conocimiento de la palabra y su elocuencia helenista, era lo más destacable; para los seguidores de Pedro (Cefas), su posición como primerísimo apóstol fundador, y su abrir las puertas a los judíos y gentiles con las llaves del reino de los cielos que el Señor le diera, los singularizaba entre todos; y por último, los que decían que eran de Cristo, estaban en lo correcto ¡salvo en un punto! Ellos pensaban que ¡sólo ellos eran de Cristo!, separándose del resto de sus hermanos facciosos como si fueran una élite o grupo selecto, haciendo la carne un negocio redondo con los bisoños corintios, manteniéndolos divididos, y haciéndolos más vulnerables al trabajo demoníaco. ¿Estás identificándote con algún líder o predicador que te hace sentir diferente de los demás? ¿O has entendido que somos un cuerpo bendecido por la variedad de siervos de Dios que nos ayudan en el proceso de crecimiento hasta nuestra correspondiente unidad corporativa? Tuya es la respuesta.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  20/03/2015