martes, 31 de marzo de 2015

TODA REVELACIÓN DIVINA NOS LLEGA POR EL ESPÍRITU, Y A NUESTRO ESPÍRITU, PUES AMBOS COMPARTEN LA NATURALEZA ESPECÍFICA QUE CORRESPONDE A LA ESFERA CELESTE, ENTENDIÉNDOSE A PLENITUD EN ESA ÁREA PECULIAR. HEMOS DE SER LLENOS DEL ESPÍRITU PARA ENTENDER LA PLENITUD DE SU NATURALEZA EN NOSOTROS

LIMA - PERÚ  MARTES 31 DE MARZO DEL 2015

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA PRIMERA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PABLO A LOS CORINTIOS

Primera de Corintios 2:10-11

"Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios".

*** Aquellas cosas que nunca se vieron, oyeron o subieron en corazones humanos, y que Dios había preparado para aquellos que lo amaran, habían de ser reveladas por el Espíritu Santo, y comunicadas a los que se habían abierto a la gracia, recibieron a Cristo en sus corazones, y aguardaron por la promesa del Padre, permitiendo que la fusión del cielo y de la tierra se diera en su experiencia particular, llegando a constituirse en individuos de dos campamentos, con una plena consciencia del divino fluir durante el tiempo de su peregrinación.

*** La naturaleza escudriñadora (analítica, examinadora, que inquiere y averigua con minuciosidad) del Espíritu divino, debe darnos el ejemplo a seguir en lo concerniente al conocimiento de Dios, de su doctrina y de cómo agradarle. El Espíritu divino nos habita, y su anhelo es que conozcamos al Padre como él lo conoce, entendiendo que nuestro Edén es entenderle y conocerle, interpretando su sentir al amar las cosas que él ama, y deleitarnos en las cosas que a él le deleitan.

*** Cuando el Espíritu Santo escudriña lo profundo de Dios Padre, nos quedamos abismados, y nuestro lenguaje resulta insuficiente para describir todo lo que en él hay, y una sensación indescriptible también se apodera de nuestro ser, nuestra mente y razón, experimentando una dicha que no tiene parangón posible. 

*** Estar en el Espíritu es como  navegar en el océano del corazón del Padre, en un infinito mar que no conoce final, y que nos llena de inmensa satisfacción, disfrutando ad infinitum de él por lo que él es, diluyendo todo recuerdo, placer o dicha temporal, deseando que la eternidad se eternice en nosotros, y nosotros en ella para siempre. Nos gustaría desaparecer como Enoques del nuevo pacto en su inmensidad, no pensando en volver; no porque seamos ingratos, sino porque disfrutar de su bendita naturaleza es tan embelesador que todo lo demás desaparece de nuestros horizontes.

*** Nuestro espíritu humano, cuando establece una relación tripartita con nosotros mismos, descubrirá hasta el más íntimo de nuestros pensamientos, poniendo en evidencia la parte más recóndita de nuestros seres, haciéndonos saber (revelando) todo lo que albergamos en nuestro fuero interno, la legitimidad de nuestros afectos, y la sinceridad de nuestra profesión de fe, No le temamos, sino analicemos lo que se nos comunica para gozarnos con la realidad celeste y corregir nuestras fallas pedestres, hasta conseguir el agrado divinal.

*** Si queremos gozarnos en el Espíritu, hemos de permanecer conectados al mismo.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   31/03/2015

1 comentario:

  1. SI CONSIDERAMOS EL PLANO RELACIONAL CON LA DEIDAD, Y QUE ÉSTE SE DA POR EL ESPÍRITU, HEMOS DE MANTENERNOS DESPIERTOS ACERCA DE DICHA REALIDAD, Y PROCURAR ANDAR POR EL ESPÍRITU TODO EL TIEMPO HACIENDO PERMANENTE ESE CONTACTO CON ÉL. SOMOS LLAMADOS A UN CONTACTO PLENO Y CONSTANTE CON EL ESPÍRITU SANTO, PUES ELLO ES GARÁNTÍA DE NUESTRO ANDAR CON EL SEÑOR, Y DE ESTAR AL TANTO DE SU INTENTO CADA DÍA.

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