LA LÍNEA DE CONDUCTA FEMENINA ABARCA MUCHAS COSAS QUE SON BÁSICAS PARA OBTENER UN TESTIMONIO CABAL DE UNA IDEAL PARTICIPACIÓN EN EL ORDEN ESPIRITUAL DIVINO A NIVEL CONGREGACIONAL.

LIMA - PERÚ  SÁBADO 07 DE MARZO DEL 2015

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA EPÍSTOLA DE PABLO A TITO

Tito 2:3-5

"Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte, no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada".

*** Las damas de la tercera edad habían de lucir como personas de una conducta apropiada a su edad, tanto en la actitud como en la vestimenta, mostrando pudor y recato, y un recogimiento espiritual tan notorio en la adoración, la alabanza y el culto, que proclamen su entrega al Señor.

*** Los dilemas femeninos se dan comúnmente con una lengua sin freno, y parece que en Creta, el indisponer a terceros era casi una norma, solicitando el apóstol que no se aliente el lenguaje calumnioso o escarnecedor, sino que se corte esa pésima costumbre; también habían excesos entre las damas en cuanto al alcoholismo, que no era exclusividad de los varones. La naturaleza epicúrea campeaba entre ambos sexos (si en los varones es mal visto, entre mujeres es realmente un escándalo).

*** El cambio o la transformación en cuanto a la conducta ejemplar, habían de evidenciarse en todas las áreas: laboral, hogareña, moral, etc.

*** Entre los gentiles era clásico hallar que las mujeres fueran muy liberales y mostraran poco interés por la formación de su prole, y por confirmar sus afectos al esposo, predisponiendo el ánimo para el desamor, la traición y la rebeldía (en los hijos esto último) al criarse a la ventura. El amor no es un sentimiento que se oculta, sino algo que se muestra o evidencia de modo constante, testificando con los hechos el sentir de sus corazones: palabras, gestos, detalles, etc.

*** Entre gente de escasa cultura, o de ninguna formación conductual, la prudencia (en el hablar, el vestir, el obrar, etc.) resulta una cosa extraña; no siendo el recato o el pudor parte de su instrucción moral o su educación, haciéndose evidente cierta dosis de descaro y vulgaridad. La ropa ligera de los griegos dejaba poco a la imaginación, facilitando la lujuria y el acoso, antes que la castidad  en el andar, el vestir, el hablar, etc.

*** Una vida tan suelta y despreocupada era notoria por el desaliño y el descuido de los hogares, su higiene y su orden (de allí el requerimiento apostólico). La petición de bondad, y la sujeción a los esposos, previene la disolución y el caos hogareño en su más trágica representación. Se insiste mucho en el respeto a la mujer, la consideración y el verlas como a vaso más frágil (en las otras cartas del apóstol a los gentiles); pero aquí se advierte solemnemente de la debacle total cuando la mujer no se somete a la autoridad del esposo en el Señor, aduciendo que la palabra de Dios puede ser blasfemada por tales inconductas femeninas.

*** la meticulosidad paulina nos hace ver lo observador y acucioso que era el apóstol, y cómo la línea de acción judeo cristiana debía ser enseñada e implantada en toda congregación evangélica como conducta referencial y básica. "Hágase todo decentemente, y con orden.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  07/03/2015