EL ARREPENTIMIENTO, VA SIEMPRE ACOMPAÑADO DE UN ACTO DE CONTRICIÓN, DE UN PROFUNDO PESAR POR HABERSE APARTADO DEL ORDEN DIVINAL, INSTÁNDONOS A VOLVER AL TAL CON TODA LA PUREZA QUE EL CASO AMERITA. NO DEMOREMOS MÁS NUESTRA RECONCILIACIÓN.

LIMA - PERÚ     MARTES 13 DE MARZO DEL 2018             MENSAJE # 2362

MEDITACIONES VARIAS

Salmo 7:3

"Yahweh, Dios mío, si yo he hecho esto, si hay en mis manos iniquidad".

Si un mal continuo viéremos en nuestras familias, no soslayemos el plano

forzoso,

pues los pecados generacionales son un estigma que siempre nos robará aquel

gozo

que Dios dispusiera para nuestra heredad, tornándose en víctimas de ese 

malvado

legado que por nuestra inconsecuencia parece haberse constituido en nuestro

hado.

La maldad de nuestros padres puede herirnos hasta la tercera y cuarta

generación,

repitiéndose las taras, enfermedades y dolores de antaño por una añeja

maldición,

de la que Dios quiere y puede librarnos por el poder de la sangre del

libertador,

quitando toda herencia maligna por la renuncia de quien es ya verdadero

adorador.

Despojemos al diablo de sus derechos legales por los yugos de culpas

ancestrales,

sintamos cómo el peso de la maldición es quitado renunciando a nuestros

causales,

quebrando las cadenas del alcoholismo, el adulterio, la fornicación, la

impureza

y toda otra forma de ataduras y opresiones, trastornadoras de nuestra

naturaleza.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA         13/03/2018         MENSAJE # 2362