LIMA - PERÚ SÁBADO 03 DE MARZO DEL 2018 MENSAJE # 2341
NÚMEROS 10:1-10.
"Yahweh hablo a Moisés, diciendo: Hazte dos trompetas de plata, de obra de martillo las harás, las cuales te servirán para convocar la congregación, y para hacer mover los campamentos. Y cuando las tocaren, toda la congregación se reunirá ante la puerta del tabernáculo de reunión. Mas cuando tocaren solo una, entonces se congregarán ante ti los príncipes, los jefes de los millares de Israel. Y cuando tocareis alarma, entonces moverán los campamentos de los que están acampados al oriente... Y los hijos de Aarón, los sacerdotes, tocarán las trompetas, y las tendréis por estatuto perpetuo por vuestras generaciones. Y cuando saliereis a la guerra en vuestra tierra contra el enemigo que os molestare, tocaréis alarma con las trompetas; y seréis recordados por Yahweh vuestro Dios, y seréis salvos de vuestros enemigos. Y en el día de vuestra alegría, y en vuestras solemnidades, y en los principios de vuestros meses, tocaréis las trompetas sobre vuestros holocaustos, y sobre los sacrificios de paz, y os serán por memoria delante de vuestro Dios. Yo Yahweh vuestro Dios".
=== Este mandamiento, de hacer dos trompetas de plata, labradas a martillo, equivalían al orden divinal de la marcha campamentaria a su sazón. La plata es el símbolo de la redención, y el que se hagan en número de dos representa al testigo y los testimonios, y la seguridad que implica la compañía en un binomio, y el de andar en yugo para mejor certificar la unidad binaria en una realización que componga el esfuerzo de ambos para una dicha compartida. Las dos trompetas implican una redención obrada por Dios en favor de sus elegidos, los mismos que son conocidos como los redimidos, a quienes no sólo les asiste el derecho que otorga el perdón, sino el de la comunión, la sociedad espiritual y física, la defensa y protección de los que celebraran el pacto con el Señor, pasando a ser la niña de su ojo, y parte integral de la Deidad en el sentido corporativo. El martillo, con una fuerza graduada, iría trabajando la lámina hasta hacerla de las dimensiones deseadas, obteniendo la forma, la simetría, y la calidad del sonido que habría de identificarla, de modo que cuando fuera usada sonara estruendosa y armónicamente al mismo tiempo, adquiriendo una identidad con su tonalidad, sirviendo de una manera múltiple para los usos que el Señor declararía más adelante. Así como el sístole-diástole de nuestros corazones nos marcan el ritmo de la vida; así estas dos trompetas nos marcan los movimientos del campamento para una importante convocación y para moverse en orden corporativa o jefaturalmente, pues nada se hace sin antelada planeación. Estas dos trompetas componen nuestra concertación individual y globalmente. Sus distintos sonidos harían saber el porqué de sus musicales declaraciones, aparejando nuestros corazones para movernos en su concierto.
=== Sus usos también tenían que ver con las batallas que la nación habría de tener contra sus enemigos, invocando el invisible pero impenetrable escudo que Dios dispusiera para nuestro amparo, haciendo que el campamento oriental asuma la figura de una punta de lanza, o una espada, dispuesta a atacar y defenderse según lo demande la batalla; luego, el campamento del sur se distribuiría para establecer una cerrada defensa que no dejara puntos vulnerables, disponiéndose como un grueso escudo que soporte cualquier embate del enemigo. Que fueran los hijos de Aarón los encargados, nos revela el contacto persistente entre la celeste y la pedestre esfera, y sus instrucciones para la vida diaria, la marcha sostenida, la continua defensa, la estrategia, la planificación, etc.; todo ello debería estar controlado por el contacto célico-pedestre, no dejando nada al azar, porque el Señor es muy cuidadoso con la vida de sus hijos y con su seguridad presente y futura, tanto para llegar a la tierra de promisión como para preservar a los tales dentro de su territorio. El Señor, pues, señala que el nexo entre él y los israelitas estaba controlado por los sacerdotes, quienes eran sus directos representantes ante la congregación judía, habiendo de ser ello su rol en una forma trascendente.
=== Al salir a la guerra en su territorio contra cualquier fuerza opositora o invasora que los perturbara, el sonido de alarma invadiría el espacio que ocuparan; no sólo para que los movimientos ya mencionados se hicieran; sino para que desde el trono divino, las huestes angelicales se pusieran a favor de los que el Padre amara entrañablemente, dándoles la certeza de que serían protegidos al extremo, y que alcanzarían la victoria y el triunfo sobre sus enemigos. De allí el Señor da un salto al plano relacional con el pueblo santo, pues las trompetas hacían saber por sus sones que el tiempo de la alegría y la celebración había llegado; y las fiestas jubilares y las solemnidades eran recibidas al son de las trompetas, haciendo de ellas parte de sus vidas, despertando siempre sus corazones al panorama relacional con la Deidad en cada principio de mes; y cuando sus corazones estaban contentos y satisfechos y agradecidos con Dios, los holocaustos subían a Dios en ofrendas de olor fragante, acompañados del tronar de las trompetas del júbilo; y cuando se sabían justificados y en plena paz con el Señor, un sonido más dulce daba testimonio de esa realidad interior que hacía sublimar sus sentimientos y los embriagaba en su veneración al Padre, componiendo esos días felices que la memoria divina no olvidaría. ¡Así queremos vivir contigo, Padre!
=== Este mandamiento, de hacer dos trompetas de plata, labradas a martillo, equivalían al orden divinal de la marcha campamentaria a su sazón. La plata es el símbolo de la redención, y el que se hagan en número de dos representa al testigo y los testimonios, y la seguridad que implica la compañía en un binomio, y el de andar en yugo para mejor certificar la unidad binaria en una realización que componga el esfuerzo de ambos para una dicha compartida. Las dos trompetas implican una redención obrada por Dios en favor de sus elegidos, los mismos que son conocidos como los redimidos, a quienes no sólo les asiste el derecho que otorga el perdón, sino el de la comunión, la sociedad espiritual y física, la defensa y protección de los que celebraran el pacto con el Señor, pasando a ser la niña de su ojo, y parte integral de la Deidad en el sentido corporativo. El martillo, con una fuerza graduada, iría trabajando la lámina hasta hacerla de las dimensiones deseadas, obteniendo la forma, la simetría, y la calidad del sonido que habría de identificarla, de modo que cuando fuera usada sonara estruendosa y armónicamente al mismo tiempo, adquiriendo una identidad con su tonalidad, sirviendo de una manera múltiple para los usos que el Señor declararía más adelante. Así como el sístole-diástole de nuestros corazones nos marcan el ritmo de la vida; así estas dos trompetas nos marcan los movimientos del campamento para una importante convocación y para moverse en orden corporativa o jefaturalmente, pues nada se hace sin antelada planeación. Estas dos trompetas componen nuestra concertación individual y globalmente. Sus distintos sonidos harían saber el porqué de sus musicales declaraciones, aparejando nuestros corazones para movernos en su concierto.
=== Sus usos también tenían que ver con las batallas que la nación habría de tener contra sus enemigos, invocando el invisible pero impenetrable escudo que Dios dispusiera para nuestro amparo, haciendo que el campamento oriental asuma la figura de una punta de lanza, o una espada, dispuesta a atacar y defenderse según lo demande la batalla; luego, el campamento del sur se distribuiría para establecer una cerrada defensa que no dejara puntos vulnerables, disponiéndose como un grueso escudo que soporte cualquier embate del enemigo. Que fueran los hijos de Aarón los encargados, nos revela el contacto persistente entre la celeste y la pedestre esfera, y sus instrucciones para la vida diaria, la marcha sostenida, la continua defensa, la estrategia, la planificación, etc.; todo ello debería estar controlado por el contacto célico-pedestre, no dejando nada al azar, porque el Señor es muy cuidadoso con la vida de sus hijos y con su seguridad presente y futura, tanto para llegar a la tierra de promisión como para preservar a los tales dentro de su territorio. El Señor, pues, señala que el nexo entre él y los israelitas estaba controlado por los sacerdotes, quienes eran sus directos representantes ante la congregación judía, habiendo de ser ello su rol en una forma trascendente.
=== Al salir a la guerra en su territorio contra cualquier fuerza opositora o invasora que los perturbara, el sonido de alarma invadiría el espacio que ocuparan; no sólo para que los movimientos ya mencionados se hicieran; sino para que desde el trono divino, las huestes angelicales se pusieran a favor de los que el Padre amara entrañablemente, dándoles la certeza de que serían protegidos al extremo, y que alcanzarían la victoria y el triunfo sobre sus enemigos. De allí el Señor da un salto al plano relacional con el pueblo santo, pues las trompetas hacían saber por sus sones que el tiempo de la alegría y la celebración había llegado; y las fiestas jubilares y las solemnidades eran recibidas al son de las trompetas, haciendo de ellas parte de sus vidas, despertando siempre sus corazones al panorama relacional con la Deidad en cada principio de mes; y cuando sus corazones estaban contentos y satisfechos y agradecidos con Dios, los holocaustos subían a Dios en ofrendas de olor fragante, acompañados del tronar de las trompetas del júbilo; y cuando se sabían justificados y en plena paz con el Señor, un sonido más dulce daba testimonio de esa realidad interior que hacía sublimar sus sentimientos y los embriagaba en su veneración al Padre, componiendo esos días felices que la memoria divina no olvidaría. ¡Así queremos vivir contigo, Padre!
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 03/03/2018 MENSAJE # 2341
LOS INSTRUMENTOS DIVINOS SON MEDIOS DE COMUNICACIÓN ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA, ACTUANDO DE CONSUNO EL PADRE CON SUS HIJOS, PARA QUE SU PROPÓSITO SE CUMPLA INEXORABLEMENTE.
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