LIMA - PERÚ VIERNES 16 DE MARZO DEL 2018 MENSAJE # 2367
PRIMERA DE JUAN 1:1-2.
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante el Verbo de vida, porque la vida nos fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos manifestó".
=== El apóstol Juan siempre comienza su panorama revelacional y comunicacional yendo hasta el principio de todas las cosas, queriendo traernos testimonialmente el plano original en el que todas las cosas fueron hechas, teniendo en el Padre y en la gloria Verbal su única referencia. Esa frase, característica de sus introducciones al plano que vino desde lo espiritual a lo tangible, desde lo invisible a lo visible, y desde el panorama virtual o referencial a la solidez de lo real en términos tripartitos (espiritual, anímico y físico); o si lo preferimos, al mundo tridimensional en el que habitamos en la carne. Así, pues, Juan nos sustrae del mundo invisible, y por virtud de la Palabra (el Verbo divino), nos convoca al panorama revelacional trascendente, recordándonos las máximas paulinas: "Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios había preparado para aquellos que lo amaran, revelándolas por medio del Espíritu, el mismo que escudriña lo profundo de Dios" (1Co.2:9-10), no dejando nada a la imaginación, no componiendo ninguna "sinfonía inconclusa", cual tempranero Schubert; mas mostrando la realidad reducida al tiempo y al espacio en la figura antropomórfica de Jesucristo, el hijo de Dios, y Dios manifestado en carne. Las realidades dimensionales tienen en la cuarta dimensión su origen, su preexistencia, su sentido y su propósito, conforme a la sazón divina. Y es entonces que el Señor comienza a evidenciar su panorama revelacional a través de sonidos (el Verbo creó todas las cosas), despertándonos al plano multidimensional de las cosas creadas al conjuro de su voz (Sal.33:9), y así todas las cosas separadas molecularmente fueron unidas, cobrando forma, de modo que nuestros ojos las vieran, y pudieran definirlas por su diseño para entender lo que el Espíritu estaba haciendo al influjo de la voz del Verbo divino, dándole a todo un valor utilitario dentro de su propósito.
=== Tras las primeras espectaciones, surgió naturalmente el deseo de contemplar las cosas en su perspectiva, de modo que se alcance un cabal entendimiento del qué, el por qué y el para qué de todo lo que Dios en su sabiduría forjara, de modo que comprendiéramos el cómo llegaran a ser, y cuál sería su destino, y dónde estaría su ubicación según el designio de la voluntad divina. La visión inicial nos asombra, nos aturde y hasta nos confunde, pero cuando nos detenemos a contemplar todas las cosas creadas, vamos encontrando su ubicación, y la razón de su diseño; de modo que lo uno, unido a lo otro, y concatenándolo con todo lo que puede a ello unirse, nos vamos percatando del sentido de las cosas, y del propósito para las que fueran creadas, pudiendo ponerle nombre a todas ellas así como Adán le puso nombre a los animales, forjando conceptos y definiciones que hacen más sencillo para todos el entenderlas por el tiempo que nos hemos tomado para estudiarlas, analizarlas y comprenderlas en su exacta dimensión; procediendo a palpar. tocar, sentir lo real de todo ello, admitiendo la realidad espiritual en el mundo real por las pruebas indubitables que nos dan fe de las realidades trascendidas que podemos admitir en el plano natural o material en que los cinco testigos: La Vista, el Oído, el Olfato, el Gusto y el Tacto reinan; dándole fondo, forma y perspectiva a todo en el mundo visible y perceptible. Pero la Vida Eterna antropomorfizada en el cuerpo real del Señor Jesús era algo que la mente más lúcida se negaba a afirmar como real y existente; hasta que las señales, prodigios, milagros, maravillas y sanidades, comenzaran a cantar en coro los recursos del mundo venidero, pasmando de asombro al pueblo hebreo, y confirmando el poder de la Palabra, y la Palabra de su poder, escuchando esta frase reiterativa de Jesús: "Si no creéis a mis palabras, creed por las obras" (las mismas que no podían ser negadas como una divina intervención).
=== Y aquí, Juan arguye que LA VIDA HA SIDO MANIFESTADA, la cual ha sido apreciada o vista por nuestros ojos, y ello nos coerce a testificar las realidades de la nueva creación como algo objetivo, la que solamente puede afectarnos subjetivamente si le atribuimos el poder que tienen admitiendo su existencia y resultados en el panorama de la realidad visible, actuante y vigente, que nos impide negar lo que estamos viendo, oyendo y tocando. De esa profunda convicción, de los hechos reales, es que surge la anunciación del evangelio del reino, de la VIDA ETERNA; la que siendo, existiendo y viviendo en el Padre, se puso a nuestro alcance por la gracia de Dios en la individualidad del Hijo, y en la presencia del Espíritu Santo obrando en medio nuestro. Esto quizás sea demasiado para ser digerido por las mentes profanas, las mismas que habrán de ser persuadidas por el Espíritu Santo, para que catalicen en su fuero interno la realidad de todo lo que se ha manifestado, forjando el milagro de nuestra conversión e inclusión entre los miembros de la familia de Dios. ¿Se ha manifestado ya en ti? ¡Oramos porque sí!
=== Tras las primeras espectaciones, surgió naturalmente el deseo de contemplar las cosas en su perspectiva, de modo que se alcance un cabal entendimiento del qué, el por qué y el para qué de todo lo que Dios en su sabiduría forjara, de modo que comprendiéramos el cómo llegaran a ser, y cuál sería su destino, y dónde estaría su ubicación según el designio de la voluntad divina. La visión inicial nos asombra, nos aturde y hasta nos confunde, pero cuando nos detenemos a contemplar todas las cosas creadas, vamos encontrando su ubicación, y la razón de su diseño; de modo que lo uno, unido a lo otro, y concatenándolo con todo lo que puede a ello unirse, nos vamos percatando del sentido de las cosas, y del propósito para las que fueran creadas, pudiendo ponerle nombre a todas ellas así como Adán le puso nombre a los animales, forjando conceptos y definiciones que hacen más sencillo para todos el entenderlas por el tiempo que nos hemos tomado para estudiarlas, analizarlas y comprenderlas en su exacta dimensión; procediendo a palpar. tocar, sentir lo real de todo ello, admitiendo la realidad espiritual en el mundo real por las pruebas indubitables que nos dan fe de las realidades trascendidas que podemos admitir en el plano natural o material en que los cinco testigos: La Vista, el Oído, el Olfato, el Gusto y el Tacto reinan; dándole fondo, forma y perspectiva a todo en el mundo visible y perceptible. Pero la Vida Eterna antropomorfizada en el cuerpo real del Señor Jesús era algo que la mente más lúcida se negaba a afirmar como real y existente; hasta que las señales, prodigios, milagros, maravillas y sanidades, comenzaran a cantar en coro los recursos del mundo venidero, pasmando de asombro al pueblo hebreo, y confirmando el poder de la Palabra, y la Palabra de su poder, escuchando esta frase reiterativa de Jesús: "Si no creéis a mis palabras, creed por las obras" (las mismas que no podían ser negadas como una divina intervención).
=== Y aquí, Juan arguye que LA VIDA HA SIDO MANIFESTADA, la cual ha sido apreciada o vista por nuestros ojos, y ello nos coerce a testificar las realidades de la nueva creación como algo objetivo, la que solamente puede afectarnos subjetivamente si le atribuimos el poder que tienen admitiendo su existencia y resultados en el panorama de la realidad visible, actuante y vigente, que nos impide negar lo que estamos viendo, oyendo y tocando. De esa profunda convicción, de los hechos reales, es que surge la anunciación del evangelio del reino, de la VIDA ETERNA; la que siendo, existiendo y viviendo en el Padre, se puso a nuestro alcance por la gracia de Dios en la individualidad del Hijo, y en la presencia del Espíritu Santo obrando en medio nuestro. Esto quizás sea demasiado para ser digerido por las mentes profanas, las mismas que habrán de ser persuadidas por el Espíritu Santo, para que catalicen en su fuero interno la realidad de todo lo que se ha manifestado, forjando el milagro de nuestra conversión e inclusión entre los miembros de la familia de Dios. ¿Se ha manifestado ya en ti? ¡Oramos porque sí!
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 16/03/2018 MENSAJE # 2367.
NUESTRO CONOCIMIENTO DE CRISTO HA DE SER BÍBLICAMENTE EXACTO. JUAN SE PREOCUPA DE DARNOS LA INFORMACIÓN DOCTRINAL DEL CASO DE UNA MANERA MUY ORDENADA Y MARAVILLOSA. MANTÉNTE ATENTO A LA SANA DOCTRINA.
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