LIMA - PERÚ JUEVES 22 DE MARZO DEL 2018 MENSAJE # 2379
JUDAS 4.
"Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo".
=== Judas nos muestra su gran preocupación por la forma como la fe esta siendo atacada por personas sin escrúpulos, buscando apartar al pueblo de Dios de su llamado a la santidad de ser y hacer; la primera, como una realidad interior que se ha constituido en realidad y compromiso con la Deidad, una convicción que nos lleva a cultivar el panorama santificante. siendo guiados por el Espíritu al ejercicio útil y práctico de la Palabra; lo segundo, es la fiel demostración de un estilo de vida que rima perfectamente con lo que abrigamos en nuestra interioridad como nuestros principios regentes, vivientes, vigentes y actuantes. Y es en medio de esta maravillosa armonía, como la familia de Dios, que se filtran ciertos personajes que buscarán como su meta el pervertir la realidad espiritual en que se estaba viviendo, presentándonos un panorama doctrinal menos rígido, más elástico y amplio, que despeje el religioso sentir de los "legalistas", y les conceda mayores licencias en diversas áreas, contaminando así el correcto andar del pueblo de Dios, y orientándolos a un más relajado fluir con superiores intentos sin demeritar la gloria que se ha de alcanzar, es decir, a bajar los estándares espirituales, y gozar de una vida religiosa ritual y ceremonial, pero sin mayores compromisos, dejando la Palabra de Dios en su específico fluir, y aderezándola con tiempos de gozo sensual, y de ciertas libertades que harán los cultos menos serios y más elásticos, pasando del sentimiento reverencial al consentimiento de ciertas prácticas con ciertas dosis de paganismo, que "no son tan malas después de todo".
=== La libertad espiritual reconoce los parámetros del correcto fluir a nivel eclesial, moviéndose con lo que el orden congregacional postula como santo, venerable y reverencial, gozándonos como pueblo de Dios que somos, y siendo aceptos nuestros sacrificios neopactuales, recibiendo el Padre el grato olor de los mismos, siendo bendecidos por él en todo lo que le ofrecemos según su voluntad. La impiedad, no conoce el respeto y decoro que la veneración que ofrecemos al Padre lleva en sí misma (De allí que Dios fuera tan detalloso en cuanto a la forma de venerarlo, adorarlo y rendirle culto, de modo que le agrademos), siendo por ello de una notable profanidad casi todo lo que hacen, pasando de lo proporcional y justo, a la exageración más indecorosa, restándole a las reuniones y cultos el recogimiento que las caracterizara, y que fueran el deleite del Padre en su momento, dentro del trámite cultual. Que nuestra alabanza esté llena de gozo y de sana exultación; mas exenta de sensualidad y de provocación para la carne; y el recogimiento que debe tener nuestra adoración, nos llene del embeleso que produce el contacto espiritual con la Deidad, disfrutando a plenitud de su presencia, hasta percibir nuestra unión y fusión con él. Todo exceso debe ser controlado, de modo que nuestra relación con la Deidad alcance el punto óptimo, haciendo que el fuego consuma nuestro holocausto al Padre, mostrándonos éste su satisfacción.
=== La relajación física, anímica, moral y espiritual, deshonra al Dios Soberano, pues está exenta de la hermosura de la santidad, que es la naturaleza contactual de los verdaderos adoradores y alabadores del Señor. La Soberanía divina es la determinación del Padre para la ejecución de su propósito; y así como un ejército se apareja y se forma ante su comandante para hacer la guerra, así también debe estar nuestro espíritu dispuesto para oír, obedecer y ejecutar la divina voluntad, de modo que su propósito se llegue a concluir según lo programado por él. En una forma sencilla es desear y hacer lo que Dios desea y quiere hacer, satisfaciendo su voluntad en lo que a la eternidad regia se refiere. Y será el SEÑORÍO DE CRISTO lo que nos permitirá marchar por la vida con una divina consigna, entendiendo nuestro llamamiento como reyes y sacerdotes para Dios nuestro Padre. Es por esta misma razón que todas las generaciones que nos precedieron, y que nos dieron el ejemplo a seguir en el presente, se ubican a los costados del ejército divino que marcha detrás de su estandarte, y grita a todo pulmón: ¡AQUÍ LA LEGIÓN DE HIJOS DE DIOS, QUE HARÁ LA VOLUNTAD DE YAHWEH, Y BUSCARÁ SU SATISFACCIÓN!
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 22/03/2018 MENSAJE # 2379
"Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo".
=== Judas nos muestra su gran preocupación por la forma como la fe esta siendo atacada por personas sin escrúpulos, buscando apartar al pueblo de Dios de su llamado a la santidad de ser y hacer; la primera, como una realidad interior que se ha constituido en realidad y compromiso con la Deidad, una convicción que nos lleva a cultivar el panorama santificante. siendo guiados por el Espíritu al ejercicio útil y práctico de la Palabra; lo segundo, es la fiel demostración de un estilo de vida que rima perfectamente con lo que abrigamos en nuestra interioridad como nuestros principios regentes, vivientes, vigentes y actuantes. Y es en medio de esta maravillosa armonía, como la familia de Dios, que se filtran ciertos personajes que buscarán como su meta el pervertir la realidad espiritual en que se estaba viviendo, presentándonos un panorama doctrinal menos rígido, más elástico y amplio, que despeje el religioso sentir de los "legalistas", y les conceda mayores licencias en diversas áreas, contaminando así el correcto andar del pueblo de Dios, y orientándolos a un más relajado fluir con superiores intentos sin demeritar la gloria que se ha de alcanzar, es decir, a bajar los estándares espirituales, y gozar de una vida religiosa ritual y ceremonial, pero sin mayores compromisos, dejando la Palabra de Dios en su específico fluir, y aderezándola con tiempos de gozo sensual, y de ciertas libertades que harán los cultos menos serios y más elásticos, pasando del sentimiento reverencial al consentimiento de ciertas prácticas con ciertas dosis de paganismo, que "no son tan malas después de todo".
=== La libertad espiritual reconoce los parámetros del correcto fluir a nivel eclesial, moviéndose con lo que el orden congregacional postula como santo, venerable y reverencial, gozándonos como pueblo de Dios que somos, y siendo aceptos nuestros sacrificios neopactuales, recibiendo el Padre el grato olor de los mismos, siendo bendecidos por él en todo lo que le ofrecemos según su voluntad. La impiedad, no conoce el respeto y decoro que la veneración que ofrecemos al Padre lleva en sí misma (De allí que Dios fuera tan detalloso en cuanto a la forma de venerarlo, adorarlo y rendirle culto, de modo que le agrademos), siendo por ello de una notable profanidad casi todo lo que hacen, pasando de lo proporcional y justo, a la exageración más indecorosa, restándole a las reuniones y cultos el recogimiento que las caracterizara, y que fueran el deleite del Padre en su momento, dentro del trámite cultual. Que nuestra alabanza esté llena de gozo y de sana exultación; mas exenta de sensualidad y de provocación para la carne; y el recogimiento que debe tener nuestra adoración, nos llene del embeleso que produce el contacto espiritual con la Deidad, disfrutando a plenitud de su presencia, hasta percibir nuestra unión y fusión con él. Todo exceso debe ser controlado, de modo que nuestra relación con la Deidad alcance el punto óptimo, haciendo que el fuego consuma nuestro holocausto al Padre, mostrándonos éste su satisfacción.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 22/03/2018 MENSAJE # 2379
LOS SIERVOS DE DIOS, CONOCEDORES DE LA PALABRA Y DE LOS PRINCIPIOS BÍBLICOS, DEBEN ESTAR ATENTOS A TODA INTROMISIÓN SEUDO ESPIRITUAL, DE MODO QUE LA GRACIA DE DIOS NO SE VEA MENOSCABADA, SEA PROCLAMADA LA SOBERANÍA DIVINA, Y SE SIGA EL SEÑORÍO DE CRISTO, DE MANERA QUE TODO SEA OBSERVADO CONFORME A LA VOLUNTAD DIVINA.
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