sábado, 19 de mayo de 2018

EL MENSAJE DEL REINO DE DIOS NO HA VARIADO EN LO MÁS MÍNIMO, Y LAS PAUTAS PARA QUE EL TAL SE VEA MAGNIFICADO EN LA PEDESTRE ESFERA DEPENDÍA DEL ARREPENTIMIENTO DE CADA UNO, DE MODO QUE PUDIÉRAMOS GOZAR DE LA BUENA VOLUNTAD DE DIOS PARA CON LOS HOMBRES.

LIMA - PERÚ     SÁBADO 19 DE MAYO DEL 2018       MENSAJE # 2495

MARCOS 1:14-15.    (VERSIÓN REINA-VALERA CONTEMPORÁNEA)

"Después de que Juan fue encarcelado, Jesús fue a Galilea para proclamar el evangelio del reino de Dios. Decía: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado. ¡Arrepiéntanse, y crean en el evangelio!".

=== Con Marcos, el evangelista telegrafista (lo llamo así por la brevedad y concisión con la que comunica todas las cosas como lo podrá apreciar cada lector), todas las referencias se suceden una tras otra, como una cascada. Y así transcurre la prédica de Juan el Bautista, quien hace notoria la necesidad de limpiarse de los pecados mediante el arrepentimiento, y la posterior confirmación con el bautismo en agua, confirmando así su decisión al haber creído al mensaje del evangelio, y prepararse para recibir el reino de Dios como una realidad que afectaría sus vidas, y que los haría conscientes del tiempo oportuno para que todo ello se diera, y el Señor los hallara dispuestos a participar de la gloria que, en la persona del Rey había de manifestarse. El bautismo de Jesús, impartido por Juan cumplía toda justicia para que todo se ejecutara a su sazón. Así fue que el testimonio del cielo, declarando a Jesús como aquel que complacía al Padre, llenaría el escenario israelita con una gloria que se esperaba, se ansiaba y anhelaba. Y es aquí que el telegrafista nos revela que el Espíritu llevó a Jesús al desierto, a fin de que Satán fuera derrotado en su terreno, y en las peores condiciones para Jesús, las cuales Marcos juzga como una prueba para Jesús que incluyera sus cuarenta días de ayuno en el ambiente más hostil. Las fieras, con toda la peligrosidad que ello entrañaba, observaban a su Creador, sintiéndose confundidas por aquel extraño que no se intimidaba al verlas, inhibiéndose ellas al percibir aquella gloria que, mitigada por el manto antropomórfico, no dejaba de poseer ese 'no  sé qué' que las mantenía en aquel círculo de acechanza sin atreverse a dar otro paso, ni las fieras ni las alimañas ponzoñosas que tanto pululan en las zonas desérticas hebreas que fueran los dominios de Azazel (ver Levítico 16).

=== Encarcelado Juan por el libidinoso y pérfido Herodes, Jesús activó su labor ministerial predicando el evangelio del reino, comenzando en la zona galilea porque así estaba escrito (Mt.4:12-17; 9:1-2). La consigna evangelística tendía exclusivamente a revelar, presentar y producir el establecimiento del reino de Dios, y para ello eran precisas ciertas cosas que tenían que llegar a gobernar el corazón de los que oyeran las Buenas Nuevas de Salvación basadas en la Gracia divina. La primera de ellas era que "EL TIEMPO SE HABÍA CUMPLIDO". La cronología y cronometría divinas habían sido precisadas y aparejadas desde la eternidad pasada, y las cosas creadas habían de obedecer dichas consignas para que todas las cosas armonizaran con el beneplácito divinal. Cabe acotar que a Dios el Padre nada lo sorprende, y él ya había regulado las cosas de modo tal que las puntualidades, y los retrasos eventuales, sirvieran para que todo aconteciera conforme a lo acordado trinitarimente en la eternidad pasada, haciendo que las edades 'trabajaran para Dios sí o sí'; y que las anuencias y las renuencias, sirvieran para poner los puntos sobre las íes al concierto espacio-temporal, obrando conforme a su voluntad soberana.

=== EL ACERCAMIENTO DEL REINO era visible por la presencia del Rey, la demostración de su autoridad y su poder sobre el reino diabólico, aplastando al usurpador en toda la línea, derrotándolo en todos los frentes, haciendo conscientes traslados de las tinieblas a su luz admirable, delegando autoridad espiritual irresistible para sus siervos, y demandándole una vez más al Faraón de este mundo: "DEJA IR A MI PUEBLO PARA QUE ME SIRVA".Y las diez plagas, le devolverían al pueblo de Dios la posición de devotos cumplidores de la ley divina por la fe en Cristo Jesús, despojando al maligno de su fuente (1Co.15:54-57). Y habiendo satisfecho la justicia divina, el pueblo se marchó con sus tesoros, despojando a los egipcios, saliendo de Egipto 'entre gallos y medianoche'. La petición de ARREPENTIMIENTO, exigía un cambio de mentalidad, respecto de sí mismos, de Dios, y del poder sometido del maligno, para poder disfrutar los beneficios de una nueva creación, desapareciendo la anterior para dar a Dios la gloria pertinente, y desarrollar nuestro potencial al CREER EN EL EVANGELIO, convirtiéndonos en aquella clase de seres que Dios programara para ser un reino de sacerdotes.


EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA      19/05/2018      MENSAJE # 2495.

1 comentario:

  1. EL ANUNCIO DEL REINO DE DIOS, PRELUDIADO POR JUAN EL BAUTISTA, Y REFRENDADO POR EL MISMO REY DE REYES, DEBE LLEGAR A PLENITUD HASTA NUESTROS CORAZONES, DE MODO QUE LO OBEDEZCAMOS, PRODUCIENDO EL BENEPLÁCITO DIVINO EN TODO LO QUE REALICEMOS. ECHA MANO DE LA VIDA ETERNA.

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