LIMA - PERÚ MARTES 15 DE MAYO DEL 2018 MENSAJE # 2487
APOCALIPSIS 1:1-3.
"Esta revelación Dios se la dio a Jesucristo para que mostrara a sus siervos lo que pronto tiene que suceder. Jesucristo envió a su ángel y se la dio a conocer a su siervo Juan, y éste da fe de todo lo que ha visto, y de la palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo. Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y observan lo que en ella está escrito, porque el tiempo está cerca".
=== El apóstol Juan, con la sencillez y la practicidad que lo caracteriza, nos muestra en los siguientes párrafos, todas las cosas que han estado aconteciendo, acontecen y acontecerán a los elegidos del pueblo de Dios. Los contactos del Padre están aparejados para ser impartidos entre la gente que le sirve, porque para aquellos que no lo sirven, estos son asuntos que no les interesan, y asumen el contenido de la revelación en una forma trivial y hasta indiferente: "Entonces los que temían a Yahweh hablaron cada uno a su compañero; y Yahweh escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Yahweh, y para los que piensan en su nombre. Y serán para mí ESPECIAL TESORO, ha dicho Yahweh de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona al hijo que le sirve. Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre EL QUE SIRVE A DIOS Y EL QUE NO LE SIRVE" (Mal.3:16-18). Aquello que debía conocerse por los que sirven a Dios; no a todos los creyentes; sino a los que le sirven en espíritu y en verdad en su calidad de adoradores, le fue entregado a Jesucristo con posterioridad, y Juan nos refiere que dicha REVELACIÓN, era para que SUS SIERVOS estuvieran al tanto de lo que iba a suceder en breve. Recordemos que los considerandos divinos tienden siempre al cubrimiento de su propósito, y que el ritmo y la cadencia de las revelaciones e imparticiones llegarían en el concierto de las edades, para que los elegidos del caso intervinieran en sus generaciones haciendo que los objetivos divinos se cumplieran en el tiempo preciso.
=== El autor nos refiere que Jesucristo envió su ángel (una teofanía o manifestación del Señor en forma angélica), y le manifestó al apóstol Juan (nótese que se refiere a él mismo como un siervo, siguiendo la ilación de la revelación divina acerca de sus manifestaciones entre aquellos que le están prestando un servicio útil, que entienden sus movimientos, y que están unidos a él en visión y destino). Juan, de un modo diligente, tomó nota de cada detalle de lo que el Señor le comunicara, y que el apóstol refiere estas comunicaciones en este triple aspecto:
(I) Todo lo que ha visto.- Esto es aquello que hubiera visionado, que el Señor le mostrara tan nítidamente que no pudiera olvidarlo.
(II) De la Palabra de Dios.- Aunque nos parezca irónico que el Verbo hable de la Palabra, esto tenía que ver con aquello que vendría y el cómo deberíamos manejarlo para que todo se cumpliera a su sazón.
(III) El Testimonio de Jesucristo.- Esto es lo que también se declara allá en Hebreos 1, el que Dios nos ha hablado por el Hijo, haciendo que todo lo que se diga tenga la certeza de lo que es exacto en impresión y apreciación, sin la mezcla de opiniones que corresponden al sentir particular o mixto de alguien.
=== Aquí aparece la primera de las varias bienaventuranzas que encontraremos en el libro del Apocalipsis, y están dedicadas al lector acucioso, que no se limita a pasear su vista por lo que se ha escrito; sino que se detiene para considerar, observar, contemplar y juzgar todo lo que la Deidad está refiriendo. Cuando Dios nos pide que ESCRIBAMOS O CONSERVEMOS EN UN ESCRITO LO QUE ÉL NOS IMPARTE, es para que no olvidemos nada, ningún detalle, y para que la fragilidad de nuestras memorias no nos hagan perder las partes más importantes o vitales de lo que él nos comparte, pues de ello dependerá nuestra vida espiritual, y nuestro trascendental entendimiento sobre las cosas de Dios que deberán realizarse bajo su cobertura. Y también aduce que LOS QUE OYEN LAS PALABRAS DE ESTA PROFECÍA, se hallan entre aquellos que son afortunados y bendecidos al obtener el conocimiento cabal por la vía auditiva que se dispone a escuchar, y busca recordar cn precisión lo que Dios está refiriendo; y luego pasa a lo más importante: La observación u obediencia a las propuestas divinas para que nuestros corazones estén dispuestos y abiertos para el divino quehacer en nuestras generaciones, entendiendo que sus promesas y el tiempo de su venida es algo cercano, y que requeriremos de esa información valiosísima para que nuestro gozo sea cumplido.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 15/05/2018 MENSAJE # 2487
"Esta revelación Dios se la dio a Jesucristo para que mostrara a sus siervos lo que pronto tiene que suceder. Jesucristo envió a su ángel y se la dio a conocer a su siervo Juan, y éste da fe de todo lo que ha visto, y de la palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo. Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y observan lo que en ella está escrito, porque el tiempo está cerca".
=== El apóstol Juan, con la sencillez y la practicidad que lo caracteriza, nos muestra en los siguientes párrafos, todas las cosas que han estado aconteciendo, acontecen y acontecerán a los elegidos del pueblo de Dios. Los contactos del Padre están aparejados para ser impartidos entre la gente que le sirve, porque para aquellos que no lo sirven, estos son asuntos que no les interesan, y asumen el contenido de la revelación en una forma trivial y hasta indiferente: "Entonces los que temían a Yahweh hablaron cada uno a su compañero; y Yahweh escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Yahweh, y para los que piensan en su nombre. Y serán para mí ESPECIAL TESORO, ha dicho Yahweh de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona al hijo que le sirve. Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre EL QUE SIRVE A DIOS Y EL QUE NO LE SIRVE" (Mal.3:16-18). Aquello que debía conocerse por los que sirven a Dios; no a todos los creyentes; sino a los que le sirven en espíritu y en verdad en su calidad de adoradores, le fue entregado a Jesucristo con posterioridad, y Juan nos refiere que dicha REVELACIÓN, era para que SUS SIERVOS estuvieran al tanto de lo que iba a suceder en breve. Recordemos que los considerandos divinos tienden siempre al cubrimiento de su propósito, y que el ritmo y la cadencia de las revelaciones e imparticiones llegarían en el concierto de las edades, para que los elegidos del caso intervinieran en sus generaciones haciendo que los objetivos divinos se cumplieran en el tiempo preciso.
=== El autor nos refiere que Jesucristo envió su ángel (una teofanía o manifestación del Señor en forma angélica), y le manifestó al apóstol Juan (nótese que se refiere a él mismo como un siervo, siguiendo la ilación de la revelación divina acerca de sus manifestaciones entre aquellos que le están prestando un servicio útil, que entienden sus movimientos, y que están unidos a él en visión y destino). Juan, de un modo diligente, tomó nota de cada detalle de lo que el Señor le comunicara, y que el apóstol refiere estas comunicaciones en este triple aspecto:
(I) Todo lo que ha visto.- Esto es aquello que hubiera visionado, que el Señor le mostrara tan nítidamente que no pudiera olvidarlo.
(II) De la Palabra de Dios.- Aunque nos parezca irónico que el Verbo hable de la Palabra, esto tenía que ver con aquello que vendría y el cómo deberíamos manejarlo para que todo se cumpliera a su sazón.
(III) El Testimonio de Jesucristo.- Esto es lo que también se declara allá en Hebreos 1, el que Dios nos ha hablado por el Hijo, haciendo que todo lo que se diga tenga la certeza de lo que es exacto en impresión y apreciación, sin la mezcla de opiniones que corresponden al sentir particular o mixto de alguien.
=== Aquí aparece la primera de las varias bienaventuranzas que encontraremos en el libro del Apocalipsis, y están dedicadas al lector acucioso, que no se limita a pasear su vista por lo que se ha escrito; sino que se detiene para considerar, observar, contemplar y juzgar todo lo que la Deidad está refiriendo. Cuando Dios nos pide que ESCRIBAMOS O CONSERVEMOS EN UN ESCRITO LO QUE ÉL NOS IMPARTE, es para que no olvidemos nada, ningún detalle, y para que la fragilidad de nuestras memorias no nos hagan perder las partes más importantes o vitales de lo que él nos comparte, pues de ello dependerá nuestra vida espiritual, y nuestro trascendental entendimiento sobre las cosas de Dios que deberán realizarse bajo su cobertura. Y también aduce que LOS QUE OYEN LAS PALABRAS DE ESTA PROFECÍA, se hallan entre aquellos que son afortunados y bendecidos al obtener el conocimiento cabal por la vía auditiva que se dispone a escuchar, y busca recordar cn precisión lo que Dios está refiriendo; y luego pasa a lo más importante: La observación u obediencia a las propuestas divinas para que nuestros corazones estén dispuestos y abiertos para el divino quehacer en nuestras generaciones, entendiendo que sus promesas y el tiempo de su venida es algo cercano, y que requeriremos de esa información valiosísima para que nuestro gozo sea cumplido.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 15/05/2018 MENSAJE # 2487
LAS COSAS QUE DIOS DEJA PARA DESPUÉS, COMPENDIAN LAS REALIDADES NEOCREACIONALES, Y NOS DAN LAS PAUTAS PARA LA IDEAL REALIZACIÓN DEL PROPÓSITO DIVINO A LO LARGO DE NUESTRAS GENERACIONES.
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