UN PANORAMA DE TOTAL ACEPTACIÓN NOS ES PRESENTADO AQUÍ POR EL APÓSTOL PABLO, REVELANDO QUE SÓLO LA PLENA COMUNIÓN CON JESÚS, MEDIANTE EL ESPÍRITU DE SANTIDAD, NOS LLEVARÁ CAUTIVOS EN ESA REALIDAD HASTA EL ALCANCE DE NUESTRA HERENCIA EN ÉL.

LIMA - PERÚ  MIÉRCOLES 18 DE MARZO DEL 2015

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA PRIMERA EPISTOLA DE PABLO A LOS CORINTIOS

Primera de Corintios 1:7-9

"De tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor".

*** Pablo continúa disertando sobre las virtudes espirituales que adornan a la Iglesia en Corinto, y esta última mención corona de gloria la misma, haciendo ver que lo único que faltaba era que el Señor se manifestara en su segunda venida para llevarla consigo y recompensarla. Si una evaluación como ésta se hiciera hoy, nos encontraríamos anonadados por ver tal perfección en una iglesia local. Pero Pablo tiene todavía muchas cosas que decir.

*** Al hablar de la confirmación hasta el fin, sugiere un "control de calidad" que no se satisface con visiones apriorísticas, apuntando a un sentido de pertenencia y permanencia en las virtudes compartidas como una realidad fehaciente y vigente, y no como una característica pasajera en una congregación debutante. La realidad espiritual posee la capacidad de afectar a quienes la tengan como una vigente expresión de la gloria de Dios, desconociendo las intermitencias y las fases críticas, MANTENIENDO FIRME Y SIN FLUCTUAR LA PROFESIÓN DE SU ESPERANZA.

*** La irreprensión que manifiesta el apóstol, no indica que no hubiera altibajos en la marcha a la gloria, sino que los tales fueran superados cíclicamente, manteniendo viva la flama mientras se avanzaba hacia su destino glorioso sin dudar de las promesas del Padre. Dios, con todas las fallas que tuvo el rey David, jamás lo desconoció como un varón conforme a su corazón. La gracia que él le dispensó al dulce cantor de Israel, es la misma que confiere a todos sus hijos y a sus congregaciones. La irreprensión no es sinónimo de infalibilidad, sino de mantenerse dentro de los cánones establecidos por el Señor para el sostenimiento de su bendita comunión con sus elegidos.

*** Pablo apunta, a renglón seguido, a la fidelidad de Dios como el ancla que nos mantiene firmes en nuestra alianza con él. Veamos: "Si sufrimos, también reinaremos con él...si fuéremos infieles, él permanece fiel; él no puede negarse a sí mismo" (2Ti.2:12a-13). El panorama de nuestra comunión con el Señor Jesús atraviesa una serie de vicisitudes, pero todas ellas se ven compensadas y superadas porque: "Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su hijo nos limpia (nos sigue limpiando en la versión original) de todo pecado" (1Jn.1:7). Nótese también que la comunión con Cristo nos ubica dentro de los términos de su Señorío, que es lo que produce la santidad como una realidad operativa y constante, maximizando nuestra utilidad en el plano corporativo.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   18/03/2015