LA FASE INTERROGATIVA DEL JUICIO DE ESTEBAN, HABÍA LLEGADO. LAS MENTIRAS DE LOS FALSOS TESTIGOS DEBÍAN SER RESUELTAS Y ABSUELTAS; O LA GRAVEDAD DE LA ACUSACIÓN CONTRA EL DIÁCONO DE LA IGLESIA JEROSOLIMITANA RESULTARÍA EN SU EJECUCIÓN POR LAPIDAMIENTO. ESTÉ EL LECTOR MUY ATENTO A TODO LO QUE ESTEBAN MENCIONARÁ, PORQUE SUS CORAZONES Y SUS MENTES SERÁN ILUMINADAS POR LA INSPIRACIÓN QUE DIOS LE IMPARTIERA

LIMA - PERÚ  LUNES 07 DE SETIEMBRE DEL 2015

COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO DE LOS HECHOS.

Hechos 7:1-5.

"El sumo sacerdote dijo entonces: ¿Es esto así? Y él dijo: Varones hermanos y padres, oíd: el Dios de la gloria apareció a nuestro padre Abraham, estando en Mesopotamia, antes que morase en Harán, y le dijo: Sal de tu tierra y de tu parentela, y ven a la tierra que yo te mostraré. Entonces salió de la tierra de los caldeos y habitó en Harán; y de allí, muerto su padre, Dios le trasladó a esta tierra, en la cual vosotros habitáis ahora, Y no le dio herencia en ella, ni aun para asentar un pie; pero le prometió que se la daría en posesión, y a su descendencia después de él, cuando aún no tenía hijo". 

*** El consternado mirar de los presentes, viendo el rostro de Esteban como el de un ángel, fue súbitamente violentado por la acritud del sumo sacerdote al interrogar a Esteban sobre los delitos de los que lo acusaban. "¿Es esto así?". Tal intimación, le cedía a Esteban la palabra para que se defendiera de los cargos que se le imputaban. Prepárense los lectores a ver y oír una apretada síntesis de la historia de la nación hebrea desde sus albores, magnificando la figura de Abraham, y continuando con su llamado, su comisión, y la Promesa divinal que abarcaría a los hebreos, y a todas las demás naciones en cuanto al asunto de la herencia.

*** El diácono Esteban, con el debido respeto por todos los que allí participaban, tras saludar y reconocer a cada quién por su posición a nivel israelita, procede a hacer historia, reconociendo a Abraham como el progenitor de todos los presentes, no enajenándolos de su identidad ni de su dignidad representativa. Mesopotamia, Harán, y la perspectiva del llamamiento Abrahámico para salir de su tierra, y confiar en la guianza espiritual que Yahweh le impartiría paso a paso, hasta llegar a la tierra de promisión, abarcan esta visión retrospectiva para ubicar a todos en el plano histórico-profético que consolidara a la nación hebrea como heredera de una gloria única y peculiar.

*** Dado que a nivel patriarcal, nadie se movía sino por la indicación del patriarca gobernante, Abram hubo de esperar hasta la muerte de su progenitor, para trasladarse desde Harán hasta la tierra prometida, conquistada la cual, Israel la poseyó de modo integral.

*** Esteban consideró al detalle el aspecto de la herencia, haciendo notorio de que ninguno de los hombres del memorial, alcanzó a poseer la tierra hasta que, constituido en una nación itinerante, vino Israel, guiado por Yahweh, y la conquistó acaudillados por Josué. 

*** Todo lo que poseía Abraham se circunscribía a la era de Efrón heteo, que comprara el patriarca para enterrar a su fenecida esposa Sara. Y de aquella bendita mujer, que fuera estéril e inhabilitada en vida para lograr nada, por una obra sobrenatural, vino Isaac, y Jacob, y la descendencia del patriarca Abraham para poseer la tierra de Canaán. 

*** ¿Qué pretendía revelarnos el Señor allí? Que la clase de vida que se nos impartiría sería sobrenatural; y la vida de resurrección fue la que le dio a la Iglesia del Señor el impulso para operar sobrenaturalmente. ¿Recordamos cuánto pagó Abraham por este terreno funerario? Cuatrocientos siclos de plata (la plata simboliza la redención) (Gn.23:15-20). ¿Recordamos qué fue lo que Yaweh le dijo Abraham sobre su descendencia mientras el patriarca dormía? Que sería esclava y oprimida por cuatrocientos años (Gn.15:12-13). Y de allí (de Egipto), salieron con gran riqueza al territorio de su herencia ¡Aleluya! Con Dios no existen las cosas casuales, sino lo determinativo desde antes que el mundo fuese.

*** Aunque todo alrededor nos parezca muy sombrío, y nuestro corazón haya desfallecido por completo; la luz shekinah de nuestro espíritu seguirá repitiéndonos: "...Aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará" (Hab.2:3b).

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  07/09/2015