LA PROGRESIÓN HISTÓRICO-PROFÉTICA DE LA NACIÓN ISRAELITA CONTINÚA EN EL TESTIMONIO DEL DIÁCONO ESTEBAN; HASTA QUE SE LLEGA A LA GLORIA TABERNACULAR QUE TIENE QUE SER ENTENDIDA EN EL CONTEXTO DE SU REPRESENTATIVIDAD. AQUEL "DIOS PRISIONERO"; EL SACRO LUGAR DE SU PRESENCIA (QUE LE SIRVIERA DE PRISIÓN); SE MOVILIZABA CON JESÚS, HASTA QUE ÉL MISMO DECIDIERA VENIR A HABITAR EN EL CUERPO DE CRISTO COMO UNA REALIDAD TEMPLARIA, TRASCENDENTE, VERBAL, GLORIOSA Y PERENNE.

LIMA - PERÚ  MARTES 15 DE SETIEMBRE DEL 2015

COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO DE LOS HECHOS.

Hechos 7:44-50.

"Tuvieron nuestros padres el tabernáculo del testimonio en el desierto, como había ordenado Dios cuando dijo a Moisés que lo hiciese conforme al modelo que había visto. El cual, recibido a su vez por nuestros padres, lo introdujeron con Josué al tomar posesión de la tierra de los gentiles, a los cuales Dios arrojó de la presencia de nuestros padres, hasta los días de David. Éste halló gracia delante de Dios, y pidió proveer tabernáculo para el Dios de Jacob. Mas Salomón le edificó casa; si bien el Altísimo no habita en templos hechos de mano, como dice el profeta: El cielo es mi trono, y la tierra el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificaréis? dice el Señor; ¿O cuál es el lugar de mi reposo? ¿No hizo mi mano todas estas cosas?".

*** Esteban continúa ininterrumpidamente su narración, llegando hasta el asunto del tabernáculo de reunión (Recordemos la acusación de sus injuriadores: Que Jesús destruiría ese lugar - el templo- y que cambiaría las costumbres hebreas), en el que la Deidad tenía sus citas o encuentros con sus elegidos en la persona de Moisés, impartiéndoles las instrucciones o reprensiones pertinentes al momento histórico-profético correspondiente.

*** El diseño tabernacular tuvo su versión original celeste, y le fue mostrado a Moisés para que lo replicara en la tercera dimensión en la que habitamos, estableciéndose así un nexo o punto de contacto que uniera el cielo y la tierra en el contexto del propósito divinal. Así, la compañía divina se convertía en tangible, diaria y persistente; siempre rodeada por las doce tribus, para servir de centro de adoración, de bendita comunión con el Padre, de punto de partida para sus marchas y detenciones en su peregrinar; para gravitar sobre todas las cosas que fueran importantes para los intereses divinos con la raza escogida, y con la humanidad toda.

*** La "compañia divina" siguió con ellos hasta dentro de la tierra de promisión, hasta la total erradicación de la raza cananea; aunque ello no se lograra sino parcialmente por la desidia y la falta de fe en el pueblo de Dios, durante toda la época de los jueces, cubriendo 450 años de historia; hasta que llegó el reino de David, viniendo a su corazón el edificarle casa a Dios, para la que proveyó una cantidad impresionante de materiales; aunque había que hacer una aclaración sobre la realidad trascendente de la habitación celestial, razón por la cual el templo fue destruido en más de una ocasión.

*** La estabilidad de la relación entre Dios y sus elegidos, establecería la perpetuidad de su presencia entre ellos como Supremo Rey regente; proponiendo que cuando esta se hubiere interrumpido, todo ello colapsaría. Y aquí, Esteban suelta su respuesta a la ridícula acusación que contra él se hiciera, proponiendo lo dicho por el profeta Isaías; demostrando que el Padre no habita en templos hechos por manos de hombres: "El cielo es mi trono (el lugar donde él se sienta y desde el cual gobierna), y la tierra el estrado de mis pies (o tarima alfombrada sobre la que se coloca el trono real o la mesa presidencial en actos solemnes). ¿Qué casa me edificaréis? dice el Señor; ¿o cuál es el lugar de mi reposo? o sitio para descansar de las labores o el dormir para reparar o recuperar las fuerzas.

*** La pregunta del v.50 nos llama a la reflexión; en especial para los que tienen un Dios cansado, o un prisionero a su servicio incondicional (como el genio de la lámpara de Aladino). ¿Cómo puede cambiar el Dios que se mueve bajo principios eternos? ¿Cómo reducir la gloria y las dimensiones de un Dios sin medida a un cubículo de estrecho metraje? El Creador fue el que hizo todas las cosas según su parecer, y sólo él puede crecer o sobredimensionarse a placer por su soberana voluntad. ¿Es nuestra gloria una cabaña hecha de cañas, o un edificio de cemento o de piedras? Ni siquiera los cielos de los cielos pueden contener la augusta presencia. Hemos de dejar, pues, que el Supremo Diseñador nos muestre el lugar de su habitación: El Verbo de Dios.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  15/09/2015