LIMA - PERÚ DOMINGO 23 DE JULIO DEL 2017 MENSAJE # 1893
MEDITACIONES VARIAS
Oseas 4:6
"Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento".
=== El conocimiento que tenemos de Dios es producto de la revelación divina, de nuestro permanente vivir en su presencia, de nuestra continua obediencia para que, llenos de este conocimiento, podamos ser útiles a sus propósitos.
=== Todo lo que empleamos para adelantar en la vida, y progresar en ella es el producto del conocimiento.
=== Cuando dejamos de lado lo aprendido, surgen impredecibles inconvenientes. ¿Por qué impredecibles? Porque el conocimiento que Dios imparte es neciamente rechazado.
=== Todo lo que Dios nos ha impartido es sabiduría e inteligencia, siendo el principio de la sabiduría el temor de Yahweh, y el apartarse del mal, la inteligencia. Desechadas éstas, nos transformamos en personas muy osadas y temerarias; y recibimos en nosotros mismos la retribución debida a nuestro extravío.
=== Nuestro ardor pasional, y la afirmación de nosotros mismos, se derivarán en constantes retos a la voluntad divina, en daños persistentes, y en dolor irremediable.
=== Aunque Dios en su amor y misericordia nos compartiera el conocimiento oportuno de su programa para las edades, y para nuestra generación; nuestra rebelde actitud buscaría truncar los efectos divinos (absurdo e imponderable), y postular nuestros principios como los generadores del futuro "diferente".
=== Nuestro presente es el producto de nuestra determinacíón ancestral, que muchos maldecimos hoy, y que otros pugnan por cambiar.
=== Aunque basados en teorías más contemporáneas, LA SOBERBIA HUMANA NUNCA TIENE EN CUENTA A DIOS; y la raíz de nuestras defecciones se encuentra allí, precisamente.
=== El programa divino, basado en los diez mandamientos, se mantiene inalterable. Obedecerlo es la solución final.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 23/07/2017 MENSAJE # 1893.
MEDITACIONES VARIAS
Oseas 4:6
"Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento".
=== El conocimiento que tenemos de Dios es producto de la revelación divina, de nuestro permanente vivir en su presencia, de nuestra continua obediencia para que, llenos de este conocimiento, podamos ser útiles a sus propósitos.
=== Todo lo que empleamos para adelantar en la vida, y progresar en ella es el producto del conocimiento.
=== Cuando dejamos de lado lo aprendido, surgen impredecibles inconvenientes. ¿Por qué impredecibles? Porque el conocimiento que Dios imparte es neciamente rechazado.
=== Todo lo que Dios nos ha impartido es sabiduría e inteligencia, siendo el principio de la sabiduría el temor de Yahweh, y el apartarse del mal, la inteligencia. Desechadas éstas, nos transformamos en personas muy osadas y temerarias; y recibimos en nosotros mismos la retribución debida a nuestro extravío.
=== Nuestro ardor pasional, y la afirmación de nosotros mismos, se derivarán en constantes retos a la voluntad divina, en daños persistentes, y en dolor irremediable.
=== Aunque Dios en su amor y misericordia nos compartiera el conocimiento oportuno de su programa para las edades, y para nuestra generación; nuestra rebelde actitud buscaría truncar los efectos divinos (absurdo e imponderable), y postular nuestros principios como los generadores del futuro "diferente".
=== Nuestro presente es el producto de nuestra determinacíón ancestral, que muchos maldecimos hoy, y que otros pugnan por cambiar.
=== Aunque basados en teorías más contemporáneas, LA SOBERBIA HUMANA NUNCA TIENE EN CUENTA A DIOS; y la raíz de nuestras defecciones se encuentra allí, precisamente.
=== El programa divino, basado en los diez mandamientos, se mantiene inalterable. Obedecerlo es la solución final.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 23/07/2017 MENSAJE # 1893.
COMO PUEBLO DE DIOS ES ESTRICTAMENTE NECESARIO CEÑIRSE A LA ENSEÑANZA DIVINA, DE MODO TAL QUE LE AGRADEMOS EN TODO, HACIENDO SU VOLUNTAD, Y SIENDO APROBADOS POR ÉL. NO NOS OLVIDEMOS DE SUS LEYES Y SUS DESIGNIOS, PUES DE ELLOS DEPENDE NUESTRO SINO ETERNAL.
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