LIMA - PERÚ LUNES 03 DE JULIO DEL 2017 MENSAJE # 1852
MALAQUÍAS 1:6-9.
=== Creo que uno de los pecados más terribles que hay en el área de la comunión, es la ingratitud. Si es contra otro ser humano, es infraternidad; pero si es contra Dios, es un acto profano que merece castigo. Personalmente me maravilla este testimonio de Malaquías al referirse a los sacerdotes de la nación escogida como personas que discutían y polemizaban con Dios respecto a la calidad de su servicio, revelando con ello su terrible irreverencia al Dios vivo. Y es por eso que el Señor pone en el tapete el asunto de la elección, habiendo escogido a Jacob, y desechado a Esaú, implicando así su soberanía en cuanto a las edades y su derecho a escoger a quien él quisiera sobre la base de su beneplácito para cubrir su propósito. La elección divina, y su prevalencia sobre las cosas, los individuos, las naciones y los destinos, tenía el sello de lo radical en el contexto divino. Y en este párrafo, el profeta considera el factor vinculante en la medida de su genuino y cabal significado: El honor al Padre en calidad de hijos; y el de siervos a su Señor. La paternidad divina está exigiendo una honra que no está recibiendo; y luego destaca cómo el principio de la sabiduría, que es el temor de Yahweh parece haberse perdido entre los sacerdotes del Dios Altísimo, siendo el nombre de Dios menospreciado por éstos. ¡Tal insolencia, para mí, resulta inimaginable! Pero se estaba dando en las postrimerías del antiguo pacto. Believe or not!
=== Los insolentes, inquieren en qué sentido se ha menospreciado el nombre de Yahweh, y la respuesta divina era que el pan (la Palabra) que se ofrecía sobre su altar (lugar de ofrecimiento de la adoración al Padre) era inmundo. ¿Sería posible tal abominación? Pues ello hacía la mesa del Padre en algo deleznable (nos referimos al lugar donde Dios y su pueblo tienen una comunión que Dios estima como invalorable, y que así debía ser considerada por quienes le servían en el ministerio sacerdotal. Y si todavía les quedaba alguna duda respecto a lo que Dios les estaba refiriendo, él especifica: El animal ciego (no se podía ofrecer a Dios en sacrificio u holocausto ningún animal defectuoso, y nosotros, en la época actual hemos de considerar que nuestro Dios se merece lo mejor de lo mejor), y el Señor continúa hablando del animal cojo y del enfermo (arguyendo con esa actitud que a Dios le daba igual, o que no existía, y por eso podían burlarse de él). Sus inmundas conciencias, llenas hasta allí de idolatría, sirviendo a figuras inanimadas y a ídolos de metal, madera y piedra, pensaban que podían negociar con Dios dándole gato por liebre. ¡Esto era una infamia de las más grandes que se hubieran visto! Y el Padre los reta a presentar esto ante sus líderes y gobernantes, los cuales hubieran respondido con una ira desbordante, castigando tal insulto y desconsideración para con su rango o autoridad.
=== Nos asombra que el Padre tenga aún palabras de exhortación para estos canallas, quienes no le temían y lo ofendían vez tras vez, provocando su ira, sin temer la misma. ¡Si supieran! Y el Padre en una sublime muestra de amor y de misericordia para con estos prevaricadores, les invita a buscar su favor, haciéndoles conocer una piedad que nos asombra, debido alas faltas graves cometidas por los representantes religiosos de la Deidad. Y aquí salta al plano de los considerandos divinos la búsqueda de su agrado, que es lo único que deberíamos hacer durante todo el tiempo de nuestra peregrinación a la gloria, porque de ello depende nuestra aceptación. Oro a Dios que ninguno de mis lectores se encuentre entre esta gente que provoca la ira de Dios, y que le ofenden persistenteente con sus actitudes, palabras y hechos, labrando su propia desgracia. Así, hemos de cuidarnos de no ser desobedientes y profanos, de desairar al Dios vivo cuando somos llamados a ejecutar su voluntad, y a establecer la misma como el sello de seguridad de que Dios está con nosotros.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 03/07/2017 MENSAJE # 1852
"El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Yahweh de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre? En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis ¿En qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la mesa de Yahweh es despreciable. Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? dice Yahweh de los ejércitos. Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que tenga piedad de nosotros. Pero, ¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas? dice Yahweh de los ejércitos".
=== Creo que uno de los pecados más terribles que hay en el área de la comunión, es la ingratitud. Si es contra otro ser humano, es infraternidad; pero si es contra Dios, es un acto profano que merece castigo. Personalmente me maravilla este testimonio de Malaquías al referirse a los sacerdotes de la nación escogida como personas que discutían y polemizaban con Dios respecto a la calidad de su servicio, revelando con ello su terrible irreverencia al Dios vivo. Y es por eso que el Señor pone en el tapete el asunto de la elección, habiendo escogido a Jacob, y desechado a Esaú, implicando así su soberanía en cuanto a las edades y su derecho a escoger a quien él quisiera sobre la base de su beneplácito para cubrir su propósito. La elección divina, y su prevalencia sobre las cosas, los individuos, las naciones y los destinos, tenía el sello de lo radical en el contexto divino. Y en este párrafo, el profeta considera el factor vinculante en la medida de su genuino y cabal significado: El honor al Padre en calidad de hijos; y el de siervos a su Señor. La paternidad divina está exigiendo una honra que no está recibiendo; y luego destaca cómo el principio de la sabiduría, que es el temor de Yahweh parece haberse perdido entre los sacerdotes del Dios Altísimo, siendo el nombre de Dios menospreciado por éstos. ¡Tal insolencia, para mí, resulta inimaginable! Pero se estaba dando en las postrimerías del antiguo pacto. Believe or not!
=== Los insolentes, inquieren en qué sentido se ha menospreciado el nombre de Yahweh, y la respuesta divina era que el pan (la Palabra) que se ofrecía sobre su altar (lugar de ofrecimiento de la adoración al Padre) era inmundo. ¿Sería posible tal abominación? Pues ello hacía la mesa del Padre en algo deleznable (nos referimos al lugar donde Dios y su pueblo tienen una comunión que Dios estima como invalorable, y que así debía ser considerada por quienes le servían en el ministerio sacerdotal. Y si todavía les quedaba alguna duda respecto a lo que Dios les estaba refiriendo, él especifica: El animal ciego (no se podía ofrecer a Dios en sacrificio u holocausto ningún animal defectuoso, y nosotros, en la época actual hemos de considerar que nuestro Dios se merece lo mejor de lo mejor), y el Señor continúa hablando del animal cojo y del enfermo (arguyendo con esa actitud que a Dios le daba igual, o que no existía, y por eso podían burlarse de él). Sus inmundas conciencias, llenas hasta allí de idolatría, sirviendo a figuras inanimadas y a ídolos de metal, madera y piedra, pensaban que podían negociar con Dios dándole gato por liebre. ¡Esto era una infamia de las más grandes que se hubieran visto! Y el Padre los reta a presentar esto ante sus líderes y gobernantes, los cuales hubieran respondido con una ira desbordante, castigando tal insulto y desconsideración para con su rango o autoridad.
=== Nos asombra que el Padre tenga aún palabras de exhortación para estos canallas, quienes no le temían y lo ofendían vez tras vez, provocando su ira, sin temer la misma. ¡Si supieran! Y el Padre en una sublime muestra de amor y de misericordia para con estos prevaricadores, les invita a buscar su favor, haciéndoles conocer una piedad que nos asombra, debido alas faltas graves cometidas por los representantes religiosos de la Deidad. Y aquí salta al plano de los considerandos divinos la búsqueda de su agrado, que es lo único que deberíamos hacer durante todo el tiempo de nuestra peregrinación a la gloria, porque de ello depende nuestra aceptación. Oro a Dios que ninguno de mis lectores se encuentre entre esta gente que provoca la ira de Dios, y que le ofenden persistenteente con sus actitudes, palabras y hechos, labrando su propia desgracia. Así, hemos de cuidarnos de no ser desobedientes y profanos, de desairar al Dios vivo cuando somos llamados a ejecutar su voluntad, y a establecer la misma como el sello de seguridad de que Dios está con nosotros.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 03/07/2017 MENSAJE # 1852
LAS FIGURAS TERRENALES DEL PLANO RELACIONAL DIVINO HUMANO POSEÍAN UN VALOR INCALCULABLE PARA CON EL DIOS VIVO, Y FUE POR ESO QUE SE DIERON REGLAS ESPECÍFICAS EN ESTE CAMPO. CUANDO LLEGÓ ESTE TIEMPO, LOS SACERDOTES COMENZARON A OFRECER ANIMALES DEFICITARIOS, MOSTRANDO SU MENOSPRECIO A DIOS, DE ALLÍ LA SEVERA ADVERTENCIA PARA VOLVERSE AL ORDEN DIVINAL PRESCRITO.
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