lunes, 17 de julio de 2017

LA PRESERVACIÓN DE LA IDENTIDAD NACIONAL, COMO CASTA ESCOGIDA POR EL PADRE PARA UN FIN ESPECÍFICO, HA DE SER MANTENIDA POR EL SHEMA ISRAEL, EL CUAL IMPLANTA EN NUESTROS CORAZONES Y NUESTRAS MENTES QUIÉNES SOMOS, QUÉ TENEMOS, Y QUÉ PODEMOS HACER, HASTA COLMAR NUESTRO VALOR EXISTENCIAL EN SU CONTEXTO ETERNAL

LIMA - PERÚ      LUNES 17 DE JULIO DEL 2017                 MENSAJE # 1880

JUECES 2:6-10.

"Porque ya Josué había despedido al pueblo, y los hijos de Israel se habían ido cada uno a su heredad para poseerla. Y el pueblo había servido a Yahweh todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían visto todas las grandes obras de Yahweh que él había hecho por Israel. Pero murió Josué hijo de Nun, siervo de Yahweh, siendo de ciento diez años... y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Yahweh, ni la obra que él había hecho por Israel".

=== La manera como es abordado el asunto del conocimiento y veneración al Dios vivo, nos hace ver cómo se descuidó la impartición y la enseñanza a las nuevas generaciones sobre su plano relacional con la Deidad, perdiendo constantemente su identidad, y desviándose de la fe para  venerar a otros dioses, cayendo constantemente en desvíos generacionales y perversiones idolátricas que los hicieran coexistir con aquellas castas que debieron eliminarse en su momento. Hemos de entender que cuando Yahweh da a su pueblo las directivas del caso, estas tienen que ser obedecidas de un modo pleno, porque el Señor no les da a sus elegidos una opción entre muchas, sino una directiva específica que tiene que ser ejecutada con precisión y con presteza. Si los conquistadores querían ser poseedores de la tierra de promisión, era imperativa la eliminación de las siete naciones que moraran en Canaán. Si bien es cierto que Dios rescató de Egipto a los herederos de Abraham, Isaac y Jacob; también es cierto que él los trajo como su brazo ejecutor para erradicar de la tierra prometida a toda la casta cananea, hasta el extremo de hacer desaparecer de la tierra su recuerdo, estableciendo a la raza hebrea en calidad de receptora y propietaria de todo el territorio que él le jurara al patriarca Abraham.


=== Si recordamos todas las veces que el Señor tuvo que ordenar que se hicieran altares, o se erigieran monumentos recordatorios del divino obrar en favor de su pueblo; no era porque el Padre fuera alguien lleno de vanidad; sino porque sabía lo OLVIDADIZOS que eran sus elegidos. Nada se recuerda más fácil que una ofensa; nada se olvida más rápido que un favor. Y debo decir a mis lectores que aquellos monumentos no eran selfies para las redes sociales; sino una severa advertencia o amonestación para quienes no gustan de recordar su origen y procedencia, y por lo tanto, la razón de su existencia, procediendo a ignorar su destino, y vivir cada día como una nueva aventura, olvidando el aire que respiró ayer, y mirando el mañana como un adverbio de tiempo; jugando a las cartas que le da el momento, pensando de sí como el rocío que la aurora seca con extrema rapidez; procurando construir su pirámide emocional para no ser olvidado, o pasar desapercibido; sintiendo que su hoy de veinticuatro horas es muy breve para que su magnitud pueda ser medida. Hay quienes hoy siguen construyendo su "muralla china de quince siglos"; ya no pensando en la defensa nacional; sino en algo que atraiga el turismo, aunque ello sacrifique infinidad de otras vidas para mantener vivo su ego y activa su vanidad. Si deseamos que la posteridad se mantenga unida a sus antiguas generaciones, presentémosle el divino obrar, las promesas y sus cumplimientos, para que el corazón de los padres se una al de los hijos, y el de los hijos a los padres, uniendo sus corazones y sus perspectivas, acomodando nuestro accionar al panorama eternal que fluye con cada generación plenamente identificada con Yahweh, NUESTRO DIOS.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA            17/07/2017           MENSAJE # 1880

1 comentario:

  1. CUANDO LLEGAMOS AL TIEMPO DE LOS JUECES, EN EL QUE CADA UNO HACÍA LO QUE BIEN LE PARECÍA, NOTAMOS QUE LOS PRINCIPIOS DIVINOS NO ERAN SEGUIDOS A SU SAZÓN, SINO QUE LE CABÍAN DISÍMILES INTERPRETACIONES LLEVANDO A LA NACIÓN A LA BANCARROTA ESPIRITUAL POR SU RECHAZO AL ORDEN DIVINAL EN SU CABAL LINEAMIENTO Y ORIENTACIÓN.

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