LIMA - PERÚ VIERNES 18 DE AGOSTO DEL 2017 MENSAJE # 1944
ISAÍAS 26:1-4.
"En aquel día cantarán este cántico en tierra de Judá: Fuerte ciudad tenemos; salvación puso Dios por muros y antemuro. Abrid las puertas, y entrará la gente justa, guardadora de verdades. Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Yahweh perpetuamente, porque en Yahweh el Señor está la fortaleza de los siglos".
=== Tanto el capítulo 25 como el 26 componen cánticos; el primero, reconociendo el favor de Yahweh; y el segundo, manifestando la confianza en su protección. Así, tras las victorias y el triunfo que se dieran por la participación directa del Señor, el tal proclamará su amor y su protección futuras para su pueblo, hasta que se todo se haya cumplido en el trámite de las edades, proponiendo a sus santos que confíen en la seguridad que él les otorgará hasta que su propósito se haya establecido como una realidad regia y perenne. Lo primero que celebrará el pueblo de Dios, y que se declarará en el cántico, es que la ciudad en la que ellos tendrán su parte se denominará: SALVACIÓN, y que la misma estará amparada por dos muros, cubriéndose tanto la certeza como la esperanza, comunicando su seguridad a los que en ella moran, haciendo recordar el Salmo 91, habitando al abrigo del Altísimo, y morando bajo la sombra del Omnipotente, sintiéndose dentro del escudo protector de la formidable presencia del Padre. Cuando todo ello se haya establecido, la denominada 'gente guardadora de verdades' refiriéndose a los que han atesorado cada una de las promesas divinas, con el fin de darles cumplimiento en el proceso generacional de las edades, haciendo y estableciendo la voluntad del Padre con hechos y palabras que muestran la fiel comprobación de las realidades para todos los que en la Deidad confiaron, manteniéndose firmes y sin fluctuar en la profesión de su esperanza.
=== Cuando el autor de la Carta a los Hebreos, nos muestra la galería de los héroes de la fe en el plano de las edades, no nos propone seres perfectos e infalibles; sino gentes que estaban llenas de defectos y desesperanzas, recogiendo Dios el Padre el reto de convertirlas, mediante la fe en su Palabra, en la clase de gente que él quería crear para su satisfacción, cubriendo su propósito y componiendo con ello su beneplácito en su Soberano fluir. Allí, Isaías nos define lo que es la paz, la misma que describe como el extenso andar de los peregrinos, quienes se han premunido de una forma de pensar que los hace andar en línea, en su larga marcha a la gloria, completamente confiados en que lo que Dios ha dicho de ellos, en ellos se cumplirá, allende los tiempos. La confianza de los hijos se manifiesta o revela en su andar sin pausas hacia lo prometido, evidenciando de ese modo su confianza en el autor de la promesa: Dios Padre. Los que todavía caminamos en este siglo XXI, manteniendo esa esperanza en nuestros corazones, declaramos confiados en la fe de los santos, en la certeza de la esperanza, y en la seguridad de que Dios es fiel hasta el extremo, manteniendo la perseverancia que se revela en el paso vivo de los que marchan a la gloria, sabiendo en quién han creído. Y añade el profeta que nuestra confianza debe poseer la característica de lo perpetuo, y el sello de la trascendencia, que es lo que permite que todo lo que Dios había precisado para las edades se ejecute invariablemente en el tiempo establecido por él, por la gente establecida por él, los cuales se fortalecieron en aquella promesa hecha al patriarca Abraham, que en él serían benditas todas las familias de la tierra.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 18/08/2017 MENSAJE # 1944
QUE NUESTROS CORAZONES ESTÉN PERSUADIDOS DE LA VERACIDAD DE LAS PROMESAS DIVINAS, DE SU CABAL CUMPLIMIENTO, Y DE QUE TODO SALDRÁ CONFORME A SU SAZÓN PARA LAS EDADES. ¡CONFIEMOS EN DIOS!
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