martes, 1 de agosto de 2017

LA JUSTIFICACION POR GRACIA DEBE SER ACLARADA PARA TODOS LOS CREYENTES, DE MODO QUE LA DUDA NO INVADA SUS MENTES, NI TRABAJE EN ELLOS EL ENEMIGO HACIÉNDOLES PENSAR QUE NO SON SALVOS, O QUE SU SALVACIÓN ES ALGO QUE ESTÁ PARA VERSE.

LIMA - PERÚ     MARTES 01 DE AGOSTO DEL 2017          MENSAJE #1910

TITO 3:3-7.      (VERSIÓN REINA-VALERA CONTEMPORÁNEA).

"Porque en otro tiempo nosotros también éramos insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de los malos deseos y de diversos deleites; vivíamos en malicia y envidia, nos aborrecían y nos aborrecíamos unos a otros. Pero cuando se manifestó la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, y no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que al ser justificados por su gracia viniéramos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna". 

=== Si bien nuestra naturaleza caída seguía manifestándose en nosotros aun después de habernos convertido, el apóstol apela al aspecto de la obediencia a su voluntad, doblegando la nuestra por la nueva disposición que el Espíritu Santo ubicara en nuestro ser, tomando control sobre todo aquello que antes nos dominara, viviendo en el plano de la más absoluta rebeldía contra los principios divinos VOLUNTARIAMENTE. Es por eso que tenemos que hacer uso de nuestra capacidad volitiva para someter nuestros miembros, y presentándoselos al Padre como instrumentos de justicia, andemos en vida nueva; pues ya no estamos bajo el señorío del enemigo, sino al servicio del Dios vivo, bajo el poder absoluto de la gracia divina que nos ubica en el contexto de la aceptación celestial (Ro.6:14). Si bien el diablo es persistente, e intenta doblegarnos, también podemos decir que nuestro Señor está por encima de todo poder demoníaco o diabólico, el que ya no tiene sometida nuestra voluntad bajo su deleitoso dominio, o bajo su reciedumbre, siendo ambas canceladas por el amor y el auxilio que Cristo nos presta, porque mayor es el que está en nosotros que aquel que está en el mundo (1Jn.3:8; 4:4).

=== Premunidos de las premisas mencionadas en el párrafo anterior, habremos de superar nuestro plano de insensatez o necedad, desechar toda rebeldía para reencaminarnos, y salir de la esclavitud voluntaria y de los deleites temporales del pecado; rechazando toda envidia y dejando de ser maliciosos, viviendo en medio de un clima de odios, de resentimientos, y de batallas infraternas, manteniéndonos juntos por resignación o vergüenza religiosa. Y es en ese mar de dificultades intestinas que Dios nos recoge con su bondad, y nos muestra el valor glorioso de nuestra salvación, y el cómo su amor nos recoge a todos con su red evangélica que nos conduce paulatinamente a una total integración en el reino de Dios, mediante el trabajo del Paracleto en su trifásico fluir. Pablo dice que él nos salvó, y nos revela el cómo: 
(1) No por obras justas personales o particulares, sino por su misericordia (la marca extrema de su amor al recogernos en nuestro estado miserable, cambiando nuestro sino y poniendo en nosotros una esperanza de gloria). 
(2) El lavamiento de la regeneración, implica el trabajo continuo, paulatino y eficaz que nos conduce a la restitución de la gloria de la que fuéramos desnudados según Romanos 3:23; devolviéndonos al inicio regio de la divina intención original; 
(3) La renovación en el Espíritu Santo es el resultado bendito y glorioso que nos hace aptos para la herencia como hijos de Dios, viendo nuestra redención consumada en la hermosura de la Santidad, sin la que no veríamos al Padre (He.12:14).

=== La unción líquida, fue derramada sobre nosotros como antes fuera derramada sobre los reyes y los sacerdotes arqueotestamentariamente; y así como recorriera desde la cabeza de Aarón, y descendiera por su barba y siguiera hasta el borde de sus vestiduras (Sal.133:2); así también esta unción espiritual nos reviste totalmente, hasta empaparnos por fuera y llenarnos por dentro; no ahogándonos, sino integrándose a nosotros hasta hacernos sus vasijas contenedoras, reflejando en nosotros la imagen de quien nos llenara: el mismísimo Señor Jesús (Tit.3:6). Y luego Pablo declara cómo, al ser JUSTIFICADOS POR SU GRACIA se posibilitara el que llegáramos a ser HEREDEROS CONFORME A LA ESPERANZA DE LA VIDA ETERNA. Las declaraciones paulinas siempre tienden a llenarnos de la verdad Escritural y Espiritual que componen la salvación como un hecho concreto, como una realidad inalterable.


EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA           01/08/2017            MENSAJE # 1910.

1 comentario:

  1. LA VERDAD DE NUESTRA SALVACIÓN, NUESTRA JUSTIFICACIÓN POR LA FE, NUESTRA REGENERACIÓN Y NUESTRA RENOVACIÓN ESPIRITUAL, SON PUNTOS BÁSICOS EN LOS QUE DEBEMOS ESTAR MUY BIEN FUNDAMENTADOS.

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