SERÁ RECOMENDABLE QUE ESTEMOS MUY ATENTOS EN LO CONCERNIENTE A NUESTRA MILITANCIA COMO ESCOGIDOS DE DIOS, Y AUN DE DESCOLLAR ENTRE ELLOS; PERO NUNCA NOS ATREVAMOS A IR MÁS ALLÁ DE LO QUE ESTÁ ESCRITO, COMETIENDO EL ERROR DE COMPARARNOS CON EL FACTOR TRINO EN SU DIVINAL FLUIR.

LIMA - PERÚ    MIÉRCOLES 23 DE AGOSTO DEL 2017             MENSAJE # 1956

MEDITACIONES VARIAS

Primera de Crónicas 11:25

"Y fue el más distinguido de los treinta, pero no igualó a los tres primeros".

=== La vida espiritual y la vida militar pueden definirse como situaciones paralelas.

=== La milicia implica un compromiso vital con el territorio patrio, y con la conservación de su paz, saliendo al frente cuando seamos agredidos, o se vulnere nuestra territorialidad soberana, haciendo guerra al osado, manteniendo incólumes nuestros inalienables derechos.

=== La vida espiritual no tiene menor importancia, e infiere una dedicación mucho más sagrada que esta otra, ligada como está a  nuestro bienestar eterno.

=== La defensa del territorio espiritual (en el sentido de preservación de lo adquirido por el Señor para nosotros), infiere nuestra pericia para hacer la guerra, nuestra estrategia para desvanecer los designios enemigos, y nuestra firmeza de ánimo y carácter para permanecer en posesión de todo lo que el Señor Jesús ganara con su sangre.

=== La batalla espiritual no ha cesado jamás, y solamente está sofocada por nuestra debida fidelidad en establecer el reino, pacificando toda rebelión por la fuerza avasalladora del amor divino; la autoridad de la redención por la sangre derramada; la negativa a seguir siendo esclavos de nuestras pasiones, trayendo a sumisión nuestros miembros, y entregándolos al Señor para su adecuada administración.

=== Nuestra fortaleza no se distinguirá por la anchura de nuestros bíceps; mas por un corazón cedido plenamente al uso de la voluntad divina; tal es la fortaleza de los santos.

=== Nuestra salvación involucró al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; podremos esforzarnos al máximo, y distinguirnos con mucho más celo que nuestros hermanos; pero jamás igualaremos a ESTOS TRES PRIMEROS.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA       23/08/2017              MENSAJE # 1956