LIMA - PERÚ MARTES 22 DE AGSTO DEL 2017 MENSAJE # 1953
LAMENTACIONES 2:12-14.
"Pregunten a sus madres: ¿Dónde está el trigo, el vino y el aceite?, mientras son afligidos como los que fueron asesinados en las calles de la ciudad, derramando sus vidas en el regazo de sus madres. ¿Qué te testificaré? ¿ A quién te haré semejante para infundirte ánimo, oh virgen hija de Sion? Porque grande como el mar es tu quebranto, ¿quién podrá evitarlo? Falsedad y error vieron tus profetas para ti, y no te dieron a conocer tus pecados para que te arrepintieras y regresaras de tu cautiverio, sino que vieron para ti profecías falsas y desviadas".
=== Las lamentaciones aquí descritas no pretenden ocultarnos nada. Las realidades del castigo divino, frente a la obcecación del pueblo judío, que provocara la ira divina hasta llegar al extremo, nos dan una visión pavorosa de cómo es el tal cuando el Padre hace desbordar su ira y su furor contra los que fueran el objeto de su elección. El amor y la benevolencia divinas son inmensos, y la nación judía, sintiéndose "la engreída" del Padre, no le daba tregua a su corazón; ignoraba la voz profética correcta, y prefería la rentada, que la mantenía en el engaño de una falaz aceptación basada en su escogida ascendencia; y no en vivir de acuerdo con el agrado divino; vivió en el engaño consentido de una conducta que nunca se acomodó a los divinos designios, sino que persistió en hacer lo malo delante de Dios, cambiando su andar en rectitud por los sacrificios, los holocaustos, y todo lo que suponía el agrado divino en el área ritual y ceremonial. La necedad judaica le hacía ver a Dios como alguien sanguinario (lo digo por los sacrificios y las dádivas u ofrendas de un signo semejante), polarizando al Padre como si fuera un "dios vampiresco de transilvánica ascendencia": algo así como un Conde Drácula; no entendiendo la vida genérica a la que fueron llamados, y el extraordinario valor que el Padre le atribuía a la misma. Muchos vivimos arruinando nuestras existencias, llenando a Dios de disculpas, y de hipotéticos olores gratos que Dios asume como inmundas pestilencias al combinar la maldad con la supuesta "bondad comprada".
=== Enfocándonos, junto con Jeremías, podemos visualizar el resultado de la obduración judaica, la misma que, desde el Sacerdote, el anciano venerable, el rey, el hombre de pueblo, las madres, los hijos jóvenes, niños, o recién nacidos; fueran arrasados por la ira divinal, sin que la Deidad mostrase la más mínima misericordia, debido a la maldad subida de punto hasta donde llegara la nación escogida en su estrepitosa caída (Cnt.2:1). Tal cuadro dantesco, rebasaba largamente lo que Jeremías hubiera siquiera imaginado, contemplando con horror todo el panorama que jamás imaginara o hubiera querido ver, recordando las lágrimas que por décadas derramara por esta tozuda nación, quien prefiriera burlarse de la santidad divina, y se quedara con el engaño de poder comprar el divino favor con dinero o con una multitud de sacrificios. Y es que no podemos recobrar por una modesta o generosa ofrenda pecuniaria, lo que perdimos por DESOBEDIENCIA O REBELIÓN CONTRA EL ORDEN DIVINAL. ¡No podemos ser así de necios! Nuestra obediencia al orden divinal es lo que convierte cada ofrenda nuestra en un holocausto o una ofrenda de olor grato que Dios acepta complacido.
=== La interrogante de los niños a sus progenitoras, implicaban la fidelidad divina sobre la productividad de la tierra en sus tres cosechas básicas: Trigo, vino y aceite, como el sustento, el gozo y la unción que corresponden a las vidas orgánicas de los santos en su fluir en su relación pactual; y estas criaturas desfallecientes son el retrato de nuestra decadencia espiritual, llevando al clímax nuestra apostasía. En tales condiciones, el profeta busca algún consuelo, sin hallarlo, porque jamás se había imaginado llegar a esta condición en la tierra prometida. Este quebrantamiento no tenía precedentes, siendo el resultado de permanecer esquivos a las reprimendas divinas, y al celestinaje seudo profético que mirara con los ojos de sus acreedores, y que "viera lo que ellos querían mirar", hallando satisfacción donde Dios observara solamente rebelión y oposición, merecedoras del castigo celestial. El sentimiento de NO CULPABILIDAD, no implica inocencia; y lo que Dios demandaba era JUSTICIA Y PIEDAD como un estándar que buscara comunión y agrado divinal. Un corazón rebelde siempre avizorará sus deseos a su sazón, y la falacia y la locura son el eco del auto engaño que busca consolidarse, pretendiendo encauzar el río de la santidad por el cauce de la permisividad, el celestinaje, la falsa aprobación y el olvido, que tanto favor le hicieran a los perversos a nivel nacional. Deseo de todo corazón que mis lectores no estén entre los auto complacidos y llenos de sí mismos que siguen trabajando para que el juicio de Dios se manifieste a la brevedad posible.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 22/08/2017 MENSAJE # 1953.
"Pregunten a sus madres: ¿Dónde está el trigo, el vino y el aceite?, mientras son afligidos como los que fueron asesinados en las calles de la ciudad, derramando sus vidas en el regazo de sus madres. ¿Qué te testificaré? ¿ A quién te haré semejante para infundirte ánimo, oh virgen hija de Sion? Porque grande como el mar es tu quebranto, ¿quién podrá evitarlo? Falsedad y error vieron tus profetas para ti, y no te dieron a conocer tus pecados para que te arrepintieras y regresaras de tu cautiverio, sino que vieron para ti profecías falsas y desviadas".
=== Las lamentaciones aquí descritas no pretenden ocultarnos nada. Las realidades del castigo divino, frente a la obcecación del pueblo judío, que provocara la ira divina hasta llegar al extremo, nos dan una visión pavorosa de cómo es el tal cuando el Padre hace desbordar su ira y su furor contra los que fueran el objeto de su elección. El amor y la benevolencia divinas son inmensos, y la nación judía, sintiéndose "la engreída" del Padre, no le daba tregua a su corazón; ignoraba la voz profética correcta, y prefería la rentada, que la mantenía en el engaño de una falaz aceptación basada en su escogida ascendencia; y no en vivir de acuerdo con el agrado divino; vivió en el engaño consentido de una conducta que nunca se acomodó a los divinos designios, sino que persistió en hacer lo malo delante de Dios, cambiando su andar en rectitud por los sacrificios, los holocaustos, y todo lo que suponía el agrado divino en el área ritual y ceremonial. La necedad judaica le hacía ver a Dios como alguien sanguinario (lo digo por los sacrificios y las dádivas u ofrendas de un signo semejante), polarizando al Padre como si fuera un "dios vampiresco de transilvánica ascendencia": algo así como un Conde Drácula; no entendiendo la vida genérica a la que fueron llamados, y el extraordinario valor que el Padre le atribuía a la misma. Muchos vivimos arruinando nuestras existencias, llenando a Dios de disculpas, y de hipotéticos olores gratos que Dios asume como inmundas pestilencias al combinar la maldad con la supuesta "bondad comprada".
=== Enfocándonos, junto con Jeremías, podemos visualizar el resultado de la obduración judaica, la misma que, desde el Sacerdote, el anciano venerable, el rey, el hombre de pueblo, las madres, los hijos jóvenes, niños, o recién nacidos; fueran arrasados por la ira divinal, sin que la Deidad mostrase la más mínima misericordia, debido a la maldad subida de punto hasta donde llegara la nación escogida en su estrepitosa caída (Cnt.2:1). Tal cuadro dantesco, rebasaba largamente lo que Jeremías hubiera siquiera imaginado, contemplando con horror todo el panorama que jamás imaginara o hubiera querido ver, recordando las lágrimas que por décadas derramara por esta tozuda nación, quien prefiriera burlarse de la santidad divina, y se quedara con el engaño de poder comprar el divino favor con dinero o con una multitud de sacrificios. Y es que no podemos recobrar por una modesta o generosa ofrenda pecuniaria, lo que perdimos por DESOBEDIENCIA O REBELIÓN CONTRA EL ORDEN DIVINAL. ¡No podemos ser así de necios! Nuestra obediencia al orden divinal es lo que convierte cada ofrenda nuestra en un holocausto o una ofrenda de olor grato que Dios acepta complacido.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 22/08/2017 MENSAJE # 1953.
SON CASI VEINTE Y SEIS CENTURIAS QUE LAS LÁGRIMAS DE MILLONES DE JUDÍOS HAN SIDO DEPOSITADAS EN EL MURO DE LOS LAMENTOS, Y SEGUIRÁ ASÍ HASTA QUE SE REEDIFIQUE EL TEMPLO, Y EL LLORO SE TRANSFORMARÁ EN GOZO.
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