ES GLORIOSA LA FORMA EN LA QUE DIOS EJECUTA SU VOLUNTAD EN LAS COSAS, LOS INDIVIDUOS, LAS LOCACIONES Y LAS OCASIONES, LLEVÁNDONOS DE LA MANO A LA REALIDAD QUE ÉL SE EMPEÑA EN ESTABLECER SOBERANAMENTE.

LIMA - PERÚ     DOMINGO 20 DE AGOSTO DEL 2017                 MENSAJE # 1948

JEREMÍAS 1:4-10.

"Vino, pues, palabra de Yahweh a mí, diciendo: Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones. Y yo dije: ¡Ah! ¡ah, Señor Yahweh! He aquí, no sé hablar, porque soy niño. Y me dijo Yahweh: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande. No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Yahweh. Y extendió Yahweh su mano y tocó mi boca, y me dijo Yahweh: He aquí he puesto mis palabras en tu boca. Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, p[ara arruinar y para derribar, para edificar y para plantar".

=== El llamamiento de Jeremías es uno de los más asombrosos, así como lo amplio del espectro del mismo. El poder que le fuera concedido por la Deidad debía colocar en su corazón un temor inmenso, pero sobre todo, el estar atento a cada manifestación del Padre para decir adecuadamente todo lo que él le manifestara, manteniendo el orden en las edades con su cabal participación. Veamos esto con bastante calma, y observemos aquellas cosas que la Deidad nos comparte al dirigirse a su elegido en el orden profético. Yahweh le dirige la palabra al profeta, y le refiere cómo fue que él lo eligió, y cómo actúa la divina injerencia cuando de los intereses divinos se trata, siendo peculiarmente selectivo. Así, la presciencia divina identificó y clasificó al profeta antes que fuera un neonato, y en ese instante lo santificó, eligiéndolo exprofesamente para que fuera un profeta internacional, juntando en su corazón a todas las naciones que tendrían que ver con lo que Dios haría en aquella generación, apuntando a un futuro según su ordenanza. Tal elección, y el peso de la responsabilidad de la misma, atemorizaron en extremo a Jeremías (¡Y no lo culpamos!), y buscó rehuir la consigna como una especie de moderno Moisés en el contexto de su época (627 A.C.). Al argüir que era un niño, implicaba que no había llegado a la edad que correspondía a la responsable adultez de un hebreo, que debía tener un mínimo de cuarenta años para que le considerase como un adulto cabal.

=== Yahweh, restringió de plano el lenguaje de Jeremías, prohibiéndole expresarse de ese modo delante de él, aduciendo que él se encargaría de darle el valor y el lenguaje pertinente para que hiciera lo que se le mandara en el momento oportuno (v.6). Dios lo ungiría, aparejaría y equiparía de lo necesario para que cubriera su propósito, haciéndolo en la forma más competente y ajustada a la voluntad divina (v.7). Por otro lado, el Señor le revela que estaría con él para hacer que el rechazo y la ira de los opositores de entre el pueblo, y los poderosos representantes del mismo se vieran inhibidos de poder dañarlo. Fue así que el comisionado parlante se hizo el portavoz de la Deidad ante la comunidad hebraica. La voz del Padre lo hizo exento de temor ante las agresiones que vendrían, los rostros fieros, y el poderío del que hicieran gala los opositores; los mismos que se estrellarían contra el escudo ígneo que Dios pondría sobre, debajo y alrededor de Jeremías (v.8). Luego, el Padre extendió la mano ejecutora de su voluntad, y puso en los labios de Jeremías todas y cada una de las palabras que habría de pronunciar durante su servicio útil a la Deidad (no dejó nada al azar, ni a la imaginación del profeta, quien actuaría como una estación repetidora de la específica voluntad divina para "darle cuerda" al accionar de las naciones a favor de los decretos divinos) ¡Tal sería el poder adjudicado al profeta!

=== El verso 10 nos pone en antecedentes sobre lo que la boca del profeta ejecutaría para Dios en el trámite de su labor ministerial: "Mira que te he puesto...", esta porción nos hace ver el panorama soberano con el que actúa Dios en la realización de su voluntad y su propósito, actuando celosamente al respecto. Que ello os traiga a la memoria el accionar neotestamentario del Señor: "Y a unos PUSO DIOS en la iglesia..." (1Co.12:28a) ¡Consideremos y respetemos eso! "...En este día..." (locación y perspectiva en tiempo real), "...Sobre naciones y sobre reinos..." (¡Wow! ¡Esto es poderosísimo, amados!), "... Para arrancar y destruir..." (Cuando se quiere reordenar, reubicar, o reformar; es un imperativo erradicar todo aquello que pudiera evitarlo o estorbarlo, allanando el camino para que la nueva realidad se pueda manifestar a su sazón, posibilitando su beneplácito). "... Para arruinar y derribar..."; (Aquello que se había corrompido y consolidado, debía ser demolido y erradicado definitivamente). "... Para edificar y para plantar..."; (Ambas, tareas que habrían de realizarse poniendo nuevos cimientos, y aparejando la tierra para que surja en ella la nueva estirpe, encontrando un lugar donde habitar, y donde confirmar el deseo divinal para la casta escogida, y de los que compartirían su gloria. ¡Así es Papá!

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA          20/08/2017             MENSAJE # 1948