LOS AÑOS POSTREROS DEL SIGLO I, ESTABAN MOSTRANDO EL CONSTANTE DETERIORO DE LA MORALIDAD, LAS NORMAS Y EL LENGUAJE QUE CORRESPONDÍA A LOS SANTOS. LOS QUE MORAN EN LAS ALTURAS, VAN REPARANDO EN EL HECHO DE QUE MÁS DE UNO ESTÁ BAJANDO SUS EXPECTATIVAS, DECLINANDO EN SU ANDAR, Y APARTÁNDOSE POCO A POCO DE LA VERDAD ESCRITURAL Y LA REVELACIÓN APOSTÓLICA QUE FUERAN LA BASE DEL CRISTIANO ANDAR. ¿LO HEMOS CAPTADO?

LIMA - PERÚ    SÁBADO 19 DE AGOSTO DEL 2017            MENSAJE # 1946

JUDAS 4, 15-16.       (VERSIÓN REINA-VALERA CONTEMPORÁNEA).

"Pues por medio de engaños se han infiltrado entre ustedes algunos malvados. Éstos, que desde antes habían sido destinados a la condenación, convierten la gracia de nuestro Dios en libertinaje y niegan a Jesucristo, nuestro único Soberano y Señor... Viene para juzgar a todos, y condenará a todos los impíos por todas las malas obras que en su impiedad han cometido, y por todas las insolencias que los pecadores e impíos han lanzado contra él. Éstos critican y se quejan de todo, y sólo buscan satisfacer sus propios deseos. Son arrogantes al hablar, aunque también lisonjean a los otros para sacar provecho".

=== Un muy preocupado Judas, nos comunica lo que está pasando a nivel eclesial, y los que participan del divino fluir en un ámbito religioso o ceremonial; y no en el sentido vivo y real en que debemos estar inmersos; podemos cometer el error de no percatarnos de lo que está pasando a nuestro alrededor. Eventualmente, la tradición, va perdiendo la visión del contacto con la regia esfera, y se convierte en rutina, en cosas rituales y ceremoniales que han perdido su vigencia y su eficacia, pasando a las costumbres farisaicas de "colar el mosquito" (fijarse en lo más mínimo para condenarlo y extirparlo), "y tragarse el camello" (no fijándose en lo importante, lo serio y lo vital a nivel congregacional, especialmente en la fidelidad a la doctrina y conducta, que compone nuestros destino). Es por eso que el autor nos refiere LA INFILTRACIÓN de personas perversas que, usando de sutilezas y de una formidable y amplia permisividad, van introduciendo usos y costumbres que pueden lucir como cosas que "no tienen nada de malo", y que, paulatinamente, van induciendo a la frivolidad y a las alegrías fuera de control, que nos parecerán divertidas, inocentes, y no mal intencionadas. Estas cosas tienen un fin específico: resquebrajar la verdad; ir eliminando progresivamente el recogimiento y la dedicación, llevándonos a la liviandad, a la diversión y al festejo grosero; que representan el óxido que evita que el contacto se cierre para funcionar óptimamente, cayendo en la inopia o la pobreza espiritual, hasta llenarnos de intrascendencia en cuanto a nuestra adoración al Dios vivo. Esa auto aceptación engañosa hará que abunden los holocaustos, y disminuyan las ofrendas por el pecado y la expiación, no sintiéndose culpables de nada, y considerándose santos desprejuiciados, y un tanto libertinos... pero felices al fin y al cabo (?).

=== Entre las cosas que veremos, estarán la independencia del Señorío; la total despreocupación por el futuro cercano o lejano, perdiéndose el panorama de la Soberanía divina, y con ello el sentido y propósito para el que fuéramos elegidos como los agentes divinos sobre la faz de la tierra. Rotas las ligaduras o uniones de una santa comunión con la Deidad, será más fácil socializar con el mundo, los demonios y la carne; dejando atrás el efod sacerdotal para vestirse del luto y ceñirse el negro crespón que la muerte trae como el listón que adorna en forma de obsequio nuestra condenación cuando la apostasía corona nuestras cabezas, y el deterioro moral y espiritual va alcanzando su cenit. Al rechazarse el propósito divinal sobrevendrá el castigo, y el apóstol nos revela que el Juez, viene para juzgar a todos, y que el tal condenará o sentenciara a todos los impíos por sus malas obras (la impiedad no se complace sino en manifestar su corrompida naturaleza, manteniéndose en una actitud constante que resalta la iniquidad o la naturaleza pecaminosa repetitiva, consecuencia de su repudio a la naturaleza divina, rechazando el efod por la burda sotana con la que los aprendices de la hechicería suelen vestirse, indicando a quién están siguiendo en principios y prácticas). La lengua (con poder para dar vida o muerte), expresará su odio a la Deidad, y su simpatía y fanatismo por ir en pos de su padre adoptivo: el diablo; mostrando abiertamente lo que en el principio fuera una conducta disimulada y asolapada, sintiéndose a sus anchas entre los prevaricadores, que comulgarán con sus principios y sus actitudes.

=== La naturaleza de la gente tóxica (así se le llama en la actualidad con toda razón) es descrita en el siglo I como: 
(1) GENTE QUE CRITICA, no hay nada en sus bocas que edifique, exhorte o consuele; sino frases chocantes, denigrantes y destructivas, asumiendo como odioso el contacto con el orden divinal, buscando demoler lo que se hubiere edificado hasta entonces; disuadir y desalentar cualquier cosa que se haga con el fin de agradar a Dios y mantener en alto nuestra fe; invitando en medio de las desolaciones que fabricaran a abandonar la divina asociación, y a forjar algo que sea más afín con su nueva forma de mirar "la vida", morando en la oscuridad de la corrupción galopante que los llevará al abismo. 
(2) SE QUEJAN TODO EL TIEMPO, y para el Señor son todos reclamos, fastidios y frustración, causados por su desafiliación y su andar en oposición, esperando "ingenuamente" que el Padre estuviera de acuerdo en su "nueva perspectiva" que esperara cosas buenas haciendo maldades. 
(3) BUSCAN SU AUTO SATISFACCIÓN. Todo lugar donde aflore la rebeldía y la división es porque cada miembro de esa comunidad estará buscando su propio deseo; al no parecerse al de los otros, surgirá el desbande, y la búsqueda de sujetos que quieran vivir conforme a la nueva filosofía o la visión neoerista que compondrá las bases de un nuevo movimiento con célicas nombradías, y con esotéricos auspicios con constantes reformas y mutaciones, aceptando lo que sea, de quien sea y para lo que sea, convirtiendo cada afirmación filosofal en aquella novedad que las mentes helenistas querían escuchar, y que las tradiciones judías postularan como ideal realidad.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA           19/08/2017             MENSAJE # 1946