LA INDOCILIDAD DEL PROFETA JONÁS, ERA PORQUE ÉL ASUMÍA QUE DIOS ERA DEMASIADO COMPASIVO PARA CASTIGAR A NÍNIVE, Y QUE ÉL NO HARÍA JUICIO SOBRE ELLOS, JONÁS SENTÍA COMO QUE YA LO CONOCÍA A CABALIDAD, Y LO ASUMÍA DEMASIADO DÉBIL PARA HACER JUICIO; PERO NO ERA ASÍ. JONÁS DESCONOCÍA LA TERNURA Y COMPASIÓN DEL CORAZÓN DIVINO, Y NO ASUMÍA COMO REAL LA POSIBILIDAD DEL ARREPENTIMIENTO. NO PRESUMAMOS DE CONOCER A DIOS TOTALMENTE, PODEMOS LLEVARNOS GRANDES SORPRESAS.

LIMA - PERÚ    MARES 05 DE SETIEMBRE DEL 2017           MENSAJE # 1981

JONÁS 1:1-3. 

"Vino palabra de Yahweh a Jonás hijo de Amitai, diciendo: Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Yahweh a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Yahweh".

=== Los contactos divinos con las personas de su elección, poseen el sello de la peculiaridad de la que el Padre los reviste. El autor nos muestra cómo Dios se llega a su instrumento personal para operar conforme a su voluntad, de donde suponemos que los que se han integrado a la vida espiritual del panorama profético, no tienen como algo extraño el que el Padre les dé una asignación en el tono y modo que a él le parezca, estando ellos dispuestos para el tiempo y la ocasión en que sus participaciones fueran requeridas; como lo estaban los profetas y los hijos de los profetas en los tiempos de Elías y Eliseo; donde lo sobrenatural formaba parte del panorama célico-pedestre en el que se desenvolvía la nación escogida, estando los hijos de los profetas al tanto de los movimientos divinos, y de su perspectiva en el contexto de las edades. La sobrenaturalidad no tenía nada de asombroso para una nación que vivía al tanto de lo que Dios haría basado en el testimonio de los verdaderos profetas, con quienes el Padre mantenía una comunión sui generis (Jer.23:16-18,22; Am.3:7). En ese contexto es que la palabra de Dios llegó hasta Jonás, quien no gustando de la comisión para ir a pregonar el juicio divino sobre la sanguinaria ciudad ninivita, buscó huir al polo opuesto de su asignación, sintiéndose un héroe que, aunque ignorado, procurara que estos asirios malvados fueran borrados del mapa; pues no concebía que semejantes perversos pudieran seguir existiendo siendo motivo de temor para todos sus vecinos.

=== Las divinas asignaciones estaban para ser obedecidas; y no cuestionadas o resistidas por quienes habrían de ser honrados como vasos proféticos que proclamaran la justicia y el juicio divinos a su sazón. Jonás, pues, no era un novato en el panorama profético; sino alguien que gozara de ciertas experiencias anteriores, tanto consigo mismo como con sus colegas del rubro, quienes podían intuir ciertas cosas sobre la base de experiencias anteriores, que aun así no le daban el derecho de estandarizar al Padre, y tratar de corregirlo respecto al testimonio de su amor para con todos los que se acogían al arrepentimiento, y se devolvían al panorama de la justicia divina como principio y práctica. La forma de pensar del profeta Jonás, ponía la justicia retributiva en su más alto y radical nivel, no considerando la posibilidad del perdón o de la misericordia divina, postulada por una gracia que sólo pudiera aplicarse a la nación judía, pero nunca a los gentiles, olvidando la promesa divina al patriarca Abraham, de que en él serían benditas todas las naciones de la tierra (Gn.12:1-3, 3e). Recordemos que una maldad subida de tono llama a un juicio irremediable e incontenible, como fuera el caso de Sodoma y Gomorra.

=== Ni bien escuchada atentamente la divina comisión, Jonás decidió poner tierra de por medio y alejarse de la posibilidad de que Nínive fuera perdonada, y que se le permitiera seguir con vida, alargando su cruel existencia; porque en 'la corte suprema de su corazón', ellos eran indignos de la misericordia o el perdón divinos. Así es como pueblo elegido juzgaba a los demás y buscaba que 'los lentos juicios divinos' se apresuraran en contra de aquellos a quienes ellos juzgaran como perversos, exceptuándose de los tales basados en la elección; y no en la justicia que Dios demandara de ellos, aplicando la ley del embudo: "Lo ancho, para los judíos; lo angosto, para los gentiles". El enojo del hermano mayor del llamado 'hijo pródigo', se asemeja al de Jonás tras contemplar el perdón divino para los ninivitas, no pudiendo comprender cómo era posible que el amor divino funcionara así (Ez.18:29): "Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció. ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales? (Jon.4:10-11).

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA          05/09/2017            MENSAJE # 1981