LIMA - PERÚ SÁBADO 09 DE SETIEMBRE DEL 2017 MENSAJE # 1989
NAHUM 1:1-3.
"Profecía sobre Nínive. Libro sobre la visión de Nahum de Elcos. Yahweh es celoso y vengador; Yahweh es vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos. Yahweh es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. Yahweh marcha en la tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies".
=== La palabra profecía implica una carga que Dios ha puesto sobre una cierta persona de su elección en el contexto profético (que habla de parte de Dios y que porta un menje específico sobre la determinación divina). Nahum nos participa que la misma se refiere a Nínive, la misma ciudad que hacía una centuria -y algo más- fuera visitada por el profeta Jonás para advertirle sobre la intención divina de destruirla si no se arrepentía en el lapso de cuarenta días. Cuando el arrepentimiento de Nínive se dio, el parecer divino se inhibió, cancelando el evento que sobre la sanguinaria ciudad, capital de Asiria, se había establecido como una posibilidad. El cambio de actitud de la ciudad ninivita, le otorgó un siglo de paz, y le dio a las naciones circunvecinas una tranquilidad que duraría hasta que Nínive cambiara de actitud sobre su arrepentimiento anterior; vale decir, se arrepintiera de su arrepentimiento, y volviera a conectarse con lo que antes fuera, despertando en los tales las maldades que antes los caracterizaran en su perversión, tornándolos a la fiereza, rapiña y voracidad de antaño, haciendo que la ira divina, o su reacción contra la ofensa hacia su amor derramado, exigiera la retribución correspondiente. Lo común en el hombre natural es la represalia (una venganza desproporcionada sobre la magnitud del daño que se le infiriera) que no es análoga sobre la justicia retributiva, la cual actúa de modo directamente proporcional al daño que se le causa al amor divino, o a aquellos a quienes Dios ama y protege en virtud de su pacto, y Asiria cometió el grave error de atacar al pueblo de Dios, y Dios le da a conocer al pueblo ninivita su determinación o sentencia sobre ellos, en la que no habría vuelta de hoja.
=== La naturaleza celosa de Yahweh es puesta de relieve por el profeta, y el mismo Dios que luciera perdonador, comprensivo y tierno para quien se arrepintiera y cambiara su actitud para ordenar sus caminos, caminando sobre sus preceptos, y andando en conformidad con sus designios, puede por causa de su ira (vocablo hebraico que significa el pasar a otra cosa, al otro lado, por haber llegado al límite de su paciencia), hace que las cosas sean tratadas del modo que Yahweh no quería, pero la vara de la insolencia asiria sí. Y es así que el Padre, lleno de compasión para con sus hijos en formación, entiende que ha llegado el tiempo para la disciplina; sea esta terapéutica o punitiva; y la segunda, era la que correspondía en este caso, conforme a lo actuado. Y es el Señor, actuando con la indignación (la ira que se expresa en acción contra la maldad adversativa) que corresponde al plano de la oposición por parte de sus contendores, llevara al Padre a la focalización de su ira contra los tales; de allí la expresión que refiere cómo la Deidad guarda su enojo para sus enemigos. Los que hemos apelado a la gracia divinal, y nos hemos apartado de toda maldad, para que, purificados de ella, nos dediquemos a buscar el agrado divino; viviendo bajo el celico favor como nuestro estilo de vida o piedad; no deseamos ver al padre enojado, disconforme, apenado, molesto, o incomodado por nuestra inconducta; consciente de que él guarda esas cosas para quienes abandonan su gracia, y buscan ser castigados por sus pecados repetitivos al andar en oposición a los designios divinos.
=== El Señor, no tiene la iracundia como su naturaleza más manifiesta; al contrario; en él la bondad, el amor y la ternura, suelen ser sus carcaterísticas más notables, deleitándose con aquellos que también se deleitan con él, andando en el mismo espíritu. Seamos dichosos al disfrutar de todo lo que el Padre creara para nuestra felicidad, y alimentémonos siempre del árbol de la vida, intensificando nuestro deseo por compartir su dicha y hacerla nuestra con una sana actitud. Nahum refiere que Yahweh es tardo para la ira (vale decir que no se deja gobernar por un momento de cólera, tomando perfecto control de su pensar, sentir y obrar), y grande en poder (aquellos que gustan de ofender al Padre, disgustarlo y provocarlo a ira, han de entender que el Señor los atenderá con su poder... ¡Y no les va a gustar, y les va a doler!). En las cortes divinas los cínicos y los sinvergüenzas no contarán con el favor divino, contemplando con horror su naturaleza justa exigiendo reivindicación, y declarando indefectiblemente culpable al perverso, y señalando su castigo de modo inapelable. La gráfica descripción del divino andar en juicio e comparada con la furia de un huracán y de los torbellinos, aludiendo que las nubes son el polvo de sus pies por la prisa con la que él efectúa su juicio sobre los malvados, quienes no quedarán impunes.
"Profecía sobre Nínive. Libro sobre la visión de Nahum de Elcos. Yahweh es celoso y vengador; Yahweh es vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos. Yahweh es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. Yahweh marcha en la tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies".
=== La palabra profecía implica una carga que Dios ha puesto sobre una cierta persona de su elección en el contexto profético (que habla de parte de Dios y que porta un menje específico sobre la determinación divina). Nahum nos participa que la misma se refiere a Nínive, la misma ciudad que hacía una centuria -y algo más- fuera visitada por el profeta Jonás para advertirle sobre la intención divina de destruirla si no se arrepentía en el lapso de cuarenta días. Cuando el arrepentimiento de Nínive se dio, el parecer divino se inhibió, cancelando el evento que sobre la sanguinaria ciudad, capital de Asiria, se había establecido como una posibilidad. El cambio de actitud de la ciudad ninivita, le otorgó un siglo de paz, y le dio a las naciones circunvecinas una tranquilidad que duraría hasta que Nínive cambiara de actitud sobre su arrepentimiento anterior; vale decir, se arrepintiera de su arrepentimiento, y volviera a conectarse con lo que antes fuera, despertando en los tales las maldades que antes los caracterizaran en su perversión, tornándolos a la fiereza, rapiña y voracidad de antaño, haciendo que la ira divina, o su reacción contra la ofensa hacia su amor derramado, exigiera la retribución correspondiente. Lo común en el hombre natural es la represalia (una venganza desproporcionada sobre la magnitud del daño que se le infiriera) que no es análoga sobre la justicia retributiva, la cual actúa de modo directamente proporcional al daño que se le causa al amor divino, o a aquellos a quienes Dios ama y protege en virtud de su pacto, y Asiria cometió el grave error de atacar al pueblo de Dios, y Dios le da a conocer al pueblo ninivita su determinación o sentencia sobre ellos, en la que no habría vuelta de hoja.
=== La naturaleza celosa de Yahweh es puesta de relieve por el profeta, y el mismo Dios que luciera perdonador, comprensivo y tierno para quien se arrepintiera y cambiara su actitud para ordenar sus caminos, caminando sobre sus preceptos, y andando en conformidad con sus designios, puede por causa de su ira (vocablo hebraico que significa el pasar a otra cosa, al otro lado, por haber llegado al límite de su paciencia), hace que las cosas sean tratadas del modo que Yahweh no quería, pero la vara de la insolencia asiria sí. Y es así que el Padre, lleno de compasión para con sus hijos en formación, entiende que ha llegado el tiempo para la disciplina; sea esta terapéutica o punitiva; y la segunda, era la que correspondía en este caso, conforme a lo actuado. Y es el Señor, actuando con la indignación (la ira que se expresa en acción contra la maldad adversativa) que corresponde al plano de la oposición por parte de sus contendores, llevara al Padre a la focalización de su ira contra los tales; de allí la expresión que refiere cómo la Deidad guarda su enojo para sus enemigos. Los que hemos apelado a la gracia divinal, y nos hemos apartado de toda maldad, para que, purificados de ella, nos dediquemos a buscar el agrado divino; viviendo bajo el celico favor como nuestro estilo de vida o piedad; no deseamos ver al padre enojado, disconforme, apenado, molesto, o incomodado por nuestra inconducta; consciente de que él guarda esas cosas para quienes abandonan su gracia, y buscan ser castigados por sus pecados repetitivos al andar en oposición a los designios divinos.
=== El Señor, no tiene la iracundia como su naturaleza más manifiesta; al contrario; en él la bondad, el amor y la ternura, suelen ser sus carcaterísticas más notables, deleitándose con aquellos que también se deleitan con él, andando en el mismo espíritu. Seamos dichosos al disfrutar de todo lo que el Padre creara para nuestra felicidad, y alimentémonos siempre del árbol de la vida, intensificando nuestro deseo por compartir su dicha y hacerla nuestra con una sana actitud. Nahum refiere que Yahweh es tardo para la ira (vale decir que no se deja gobernar por un momento de cólera, tomando perfecto control de su pensar, sentir y obrar), y grande en poder (aquellos que gustan de ofender al Padre, disgustarlo y provocarlo a ira, han de entender que el Señor los atenderá con su poder... ¡Y no les va a gustar, y les va a doler!). En las cortes divinas los cínicos y los sinvergüenzas no contarán con el favor divino, contemplando con horror su naturaleza justa exigiendo reivindicación, y declarando indefectiblemente culpable al perverso, y señalando su castigo de modo inapelable. La gráfica descripción del divino andar en juicio e comparada con la furia de un huracán y de los torbellinos, aludiendo que las nubes son el polvo de sus pies por la prisa con la que él efectúa su juicio sobre los malvados, quienes no quedarán impunes.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 09/09/2017 MENSAJE # 1989
SI SOIMOS SABIOS, Y TENEMOS ENTENDIMIENTO SOBRE LA JUSTICIA DIVINA, VIVIREMOS PENSANDO, HABLANDO Y OBRANDO COSAS JUSTAS, BUSCANDO EL HALLARNOS BAJO LA SOMBRA Y PROTECCIÓN DEL DIOS SANTO; Y NO BAJO LA PERSPECTIVA DE SU IRA/
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