LIMA - PERÚ DOMINGO 03 DE SETIEMBRE DEL 2017 MENSAJE # 1977
ABDÍAS 1-3.
"Visión de Abdías. Yahweh ha dicho así en cuanto a Edom: Hemos oído el pregón de Yahweh, y mensajero ha sido enviado a las naciones. Levantaos, y levantémonos contra este pueblo en batalla. He aquí pequeño te he hecho entre las naciones, estás abatido en gran manera. La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que moras en las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada; que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará a tierra?".
=== A nivel profético, Isaías, Jeremías, Ezequiel, Amós y Malaquías, además de Abdías, se han referido a Edom como uan nación y estirpe a la que Yahweh había de destruir definitivamente. El espíritu infraterno que gobernara a los descendientes de Esaú; a pesar de la reconciliación que en su momento tuviera lugar entre ambos hermanos al regreso de Jacob al lugar de su herencia; pero que no contara para la descendencia del primogénito de Isaac y Rebeca, quienes siempre vieran al hermano menor de Esaú como un ladrón y un despojador, y no como el legítimo heredero de las riquezas de Isaac, guardando el rencor por generaciones, no dándole tregua a sus corazones, sino atizando cada día ese encono, hasta llegar a convertirse en un pensamiento regente, en el caro anhelo que un día explotaría, manifestando toda la saña que los edomitas acumularan contra la nación israelita. Es por eso que el profeta Abdías pormenoriza cada delito contra Jacob, el cual se tradujera en injuria, la misma que traería la vergüenza, y la supresión de la nación edomita por persistir en esa actitud. Hemos de acotar que el rechazo contra Jacob no sólo se limitó a él, sino al Dios que los hombres del Memorial adoraran, pues la aceptación de Jacob como miembro del tal, hizo de los edomitas gente atea, y amiga de los selfies (se adoraban a sí mismos, y se sentían sumamente peculiares, estando Yahweh muy lejos de sus pensamientos y su sentir).
=== La morbosa obseervación desde las alturas, cuando Israel recibía su castigo, y era derrotada por sus enemigos; no pasó desapercibida para Yahweh, quien sometía a un análisis profundo el corazón de los edomitas, viendo luego cómo entraban los tales a depredar a los hijos de Jacob, y disfrutaban ver cómo echaban suertes sobre Jerusalén, de la que ellos deseaban apoderarse. Edom disfrutaba la caida jerosolimitana, no disimulando su sentir al ver cómo su hermano era despojado y esclavizado por los conquistadores, convirtiéndose en voluntarios despojadores de los israelitas. Y no contentos con ello, y conocedores del territorio, se ubicaron en las encrucijadas para matar a los que se fugaban de la masacre, entregando también a los que habían quedado en el día de la angustia; ansiosos de ver desaparecer la estirpe tan aborrecida por ellos, deseando que esto fuera algo definitivo, para apoderarse de la tierra, y disfrutar de todo lo que la nación israelita conquistara allá en Canaán. Desde lo profundo de sus corazones emergía su secreto anhelo, semejante al del clero hebreo: "Venid, matémosle, y la heredad será nuestra" (Mt.21:38). ¡Tal bastardía no podía pasar desapercibida para la Deidad! Y fue por eso que Yahweh los condenó a desaparecer.
=== La forma como Dios procedió contra Esaú, hasta el exterminio total, está descrita por el profeta con esta frase: "La soberbia de tu corazón te ha engañado". Este pecado nos insensibiliza, no percatándonos de nada que no componga nuestro deseo; y esa focalización hace que todo lo demás sea inexistente, mirando todas las cosas como ajustándose a nuestros planes como por encanto. ¡Las locas ilusiones de los corazones retorcidos hallarán su sazón en lo que ellos imaginan como real o propicio! Al razonar sobre las alturas del monte Seir, y de lo aparentemente inaccesible de su fortaleza, sus sublimados egos se sentían invencibles y extremadamente poderosos. No contar con Dios, y con su elección, es un monumento a la estulticia, un acto insensato que retará al Dios Altísimo, y que requerirá que Yahweh venga a establecer su reino, pisoteando todo aquello que se opone, real o imaginariamente. Si analizamos el lenguaje de los profetas, todos ellos tienen al final de su participación un mensaje de esperanza para su pueblo escogido.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 03/09/2017 MENSAJE # 1977.
"Visión de Abdías. Yahweh ha dicho así en cuanto a Edom: Hemos oído el pregón de Yahweh, y mensajero ha sido enviado a las naciones. Levantaos, y levantémonos contra este pueblo en batalla. He aquí pequeño te he hecho entre las naciones, estás abatido en gran manera. La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que moras en las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada; que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará a tierra?".
=== A nivel profético, Isaías, Jeremías, Ezequiel, Amós y Malaquías, además de Abdías, se han referido a Edom como uan nación y estirpe a la que Yahweh había de destruir definitivamente. El espíritu infraterno que gobernara a los descendientes de Esaú; a pesar de la reconciliación que en su momento tuviera lugar entre ambos hermanos al regreso de Jacob al lugar de su herencia; pero que no contara para la descendencia del primogénito de Isaac y Rebeca, quienes siempre vieran al hermano menor de Esaú como un ladrón y un despojador, y no como el legítimo heredero de las riquezas de Isaac, guardando el rencor por generaciones, no dándole tregua a sus corazones, sino atizando cada día ese encono, hasta llegar a convertirse en un pensamiento regente, en el caro anhelo que un día explotaría, manifestando toda la saña que los edomitas acumularan contra la nación israelita. Es por eso que el profeta Abdías pormenoriza cada delito contra Jacob, el cual se tradujera en injuria, la misma que traería la vergüenza, y la supresión de la nación edomita por persistir en esa actitud. Hemos de acotar que el rechazo contra Jacob no sólo se limitó a él, sino al Dios que los hombres del Memorial adoraran, pues la aceptación de Jacob como miembro del tal, hizo de los edomitas gente atea, y amiga de los selfies (se adoraban a sí mismos, y se sentían sumamente peculiares, estando Yahweh muy lejos de sus pensamientos y su sentir).
=== La morbosa obseervación desde las alturas, cuando Israel recibía su castigo, y era derrotada por sus enemigos; no pasó desapercibida para Yahweh, quien sometía a un análisis profundo el corazón de los edomitas, viendo luego cómo entraban los tales a depredar a los hijos de Jacob, y disfrutaban ver cómo echaban suertes sobre Jerusalén, de la que ellos deseaban apoderarse. Edom disfrutaba la caida jerosolimitana, no disimulando su sentir al ver cómo su hermano era despojado y esclavizado por los conquistadores, convirtiéndose en voluntarios despojadores de los israelitas. Y no contentos con ello, y conocedores del territorio, se ubicaron en las encrucijadas para matar a los que se fugaban de la masacre, entregando también a los que habían quedado en el día de la angustia; ansiosos de ver desaparecer la estirpe tan aborrecida por ellos, deseando que esto fuera algo definitivo, para apoderarse de la tierra, y disfrutar de todo lo que la nación israelita conquistara allá en Canaán. Desde lo profundo de sus corazones emergía su secreto anhelo, semejante al del clero hebreo: "Venid, matémosle, y la heredad será nuestra" (Mt.21:38). ¡Tal bastardía no podía pasar desapercibida para la Deidad! Y fue por eso que Yahweh los condenó a desaparecer.
=== La forma como Dios procedió contra Esaú, hasta el exterminio total, está descrita por el profeta con esta frase: "La soberbia de tu corazón te ha engañado". Este pecado nos insensibiliza, no percatándonos de nada que no componga nuestro deseo; y esa focalización hace que todo lo demás sea inexistente, mirando todas las cosas como ajustándose a nuestros planes como por encanto. ¡Las locas ilusiones de los corazones retorcidos hallarán su sazón en lo que ellos imaginan como real o propicio! Al razonar sobre las alturas del monte Seir, y de lo aparentemente inaccesible de su fortaleza, sus sublimados egos se sentían invencibles y extremadamente poderosos. No contar con Dios, y con su elección, es un monumento a la estulticia, un acto insensato que retará al Dios Altísimo, y que requerirá que Yahweh venga a establecer su reino, pisoteando todo aquello que se opone, real o imaginariamente. Si analizamos el lenguaje de los profetas, todos ellos tienen al final de su participación un mensaje de esperanza para su pueblo escogido.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 03/09/2017 MENSAJE # 1977.
LAS CARGAS PROFÉTICAS DE ISAÍAS, JEREMIAS, EZEQUIEL, AMÓS, MALAQUÍAS Y ABDÍAS, REVELAN LA ACTITUD OBSTINADA DE LOS DESCENDIENTES DE ESAÚ, SU ODIO Y SU ESPÍRITU INFRATERNO QUE AL FINAL LOS LLEVARA A LA CONDENACIÓN.
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