LIMA - PERÚ VIERNES 08 DE SETIEMBRE DEL 2017 MENSAJE # 1987
GÁLATAS 1:1-5.
"Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos), y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo, el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén".
=== La salutación paulina viene con una aclaración importante en cuanto a su nivel ministerial dando fe de su elección como apóstol de Jesucristo. En aquella época, como hoy, no faltaban los que asumían un rol para el que Dios no los había llamado, y que intentaban ser o parecer alguien con autoridad divina, aduciendo un lamamiento y vocación que no eran reconocidos por los apóstoles que los precedieron, ni poseían el aval de alguna congregación levantada por el Señor, y refrendada por el Espíritu Santo. Hoy hay una cantidad enorme de personas que aducen tener un nivel mnisterial que no les es propio, y que pretenden alcanzar un testimonio en algunas congregaciones dispersas que no tienen ni el conocimiento ni la madurez para probar a estos apóstoles fraudulentos. Pablo los identifica como apóstoles de hombres (un grupo de predicadores que alucinan ser "los ungidos" de la época; o que tienen tras sí el aval de un seudo ministro que aduce ser apóstol, o poseer gran autoridad). Y Pablo nos revela que fue el mismo Señor Jesucristo (tres veces da testimonio el libro de los Hechos sobre su elección y comisión para ser el apóstol a los gentiles), quien lo llamó, y le dio las pautas sobre lo que sería su fluir en cuanto al reino de los cielos, ministrando en conformidad al poder de la resurrección en calidad de vida genérica; señalando a continuación al equipo ministerial que le hace compañía en su espiritual fluir.
=== Las iglesias de Galacia son las destinatarias, porque ellas eran las que habían recibido el impacto del engaño de los falsos evangelistas, que vinieron a agregar el panorama legalista de la circuncisión, y la obligatoriedad de guardar las leyes ceremoniales y cultuales propias del judaísmo desfasado, no dándole a Jesús el rango que ostentara como el Hijo de Dios, y como nuestro Redentor, Señor y Salvador, quien viniera a nosotros lleno de Gracia y de Verdad, para cubrir la voluntad soberana del Padre, satisfaciendo su justicia en forma absoluta, y dándonos un lugar en su casa en calidad de hijos de Dios. La paternidad del Padre es tan real como la dignidad del Hijo, señalando que estamos disfrutando de su gracia, y que tenemos paz para con él. Todo lo que el Padre nos diera estaba contenido en el Hijo, y es por su bondad dispensada a favor de los redimidos, que el Hijo en nosotros se convirtió en la vida que activara nuestro plano relacional divino-humano, tras haber satisfecho la justicia divina en la cruz del Calvario, impartiéndonos la justicia de Jesús como la nuestra (2Co.5:21). Fue así como él nos arrancó y separó del PRESENTE SIGLO MALO, para hacernos trascender, llevándonos a su gloria para disfrutar el plano eternal por anticipación, porque ello realiza su voluntad en el contexto de las edades, haciendo que la promesa alcance su cumplimiento, impartiéndonos su gozo inefable.
=== Esta última mención acerca de su gloria, nos revela que la misma perdurará por siempre, y que nadie puede cambiar lo que el Padre ya estableció. El expreso deseo apostólico: "A quien sea la gloria por los siglos de los siglos"; resalta el afán con el que se trabaja para Dios. Más que un buen deseo en nuestro corazones, es el panorama profético que, reposando en nuestros corazones, es pronunciado proféticamente por las edades como nuestro contenido ideal, como la certeza que nos embarga, y que no tememos confesar como la única realidad que creímos, creemos y creeremos, sellando nuestra confesión o profesión de fe. ¡Aleluya!
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 08/09/2017 MENSAJE # 1987.
"Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos), y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo, el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén".
=== La salutación paulina viene con una aclaración importante en cuanto a su nivel ministerial dando fe de su elección como apóstol de Jesucristo. En aquella época, como hoy, no faltaban los que asumían un rol para el que Dios no los había llamado, y que intentaban ser o parecer alguien con autoridad divina, aduciendo un lamamiento y vocación que no eran reconocidos por los apóstoles que los precedieron, ni poseían el aval de alguna congregación levantada por el Señor, y refrendada por el Espíritu Santo. Hoy hay una cantidad enorme de personas que aducen tener un nivel mnisterial que no les es propio, y que pretenden alcanzar un testimonio en algunas congregaciones dispersas que no tienen ni el conocimiento ni la madurez para probar a estos apóstoles fraudulentos. Pablo los identifica como apóstoles de hombres (un grupo de predicadores que alucinan ser "los ungidos" de la época; o que tienen tras sí el aval de un seudo ministro que aduce ser apóstol, o poseer gran autoridad). Y Pablo nos revela que fue el mismo Señor Jesucristo (tres veces da testimonio el libro de los Hechos sobre su elección y comisión para ser el apóstol a los gentiles), quien lo llamó, y le dio las pautas sobre lo que sería su fluir en cuanto al reino de los cielos, ministrando en conformidad al poder de la resurrección en calidad de vida genérica; señalando a continuación al equipo ministerial que le hace compañía en su espiritual fluir.
=== Las iglesias de Galacia son las destinatarias, porque ellas eran las que habían recibido el impacto del engaño de los falsos evangelistas, que vinieron a agregar el panorama legalista de la circuncisión, y la obligatoriedad de guardar las leyes ceremoniales y cultuales propias del judaísmo desfasado, no dándole a Jesús el rango que ostentara como el Hijo de Dios, y como nuestro Redentor, Señor y Salvador, quien viniera a nosotros lleno de Gracia y de Verdad, para cubrir la voluntad soberana del Padre, satisfaciendo su justicia en forma absoluta, y dándonos un lugar en su casa en calidad de hijos de Dios. La paternidad del Padre es tan real como la dignidad del Hijo, señalando que estamos disfrutando de su gracia, y que tenemos paz para con él. Todo lo que el Padre nos diera estaba contenido en el Hijo, y es por su bondad dispensada a favor de los redimidos, que el Hijo en nosotros se convirtió en la vida que activara nuestro plano relacional divino-humano, tras haber satisfecho la justicia divina en la cruz del Calvario, impartiéndonos la justicia de Jesús como la nuestra (2Co.5:21). Fue así como él nos arrancó y separó del PRESENTE SIGLO MALO, para hacernos trascender, llevándonos a su gloria para disfrutar el plano eternal por anticipación, porque ello realiza su voluntad en el contexto de las edades, haciendo que la promesa alcance su cumplimiento, impartiéndonos su gozo inefable.
=== Esta última mención acerca de su gloria, nos revela que la misma perdurará por siempre, y que nadie puede cambiar lo que el Padre ya estableció. El expreso deseo apostólico: "A quien sea la gloria por los siglos de los siglos"; resalta el afán con el que se trabaja para Dios. Más que un buen deseo en nuestro corazones, es el panorama profético que, reposando en nuestros corazones, es pronunciado proféticamente por las edades como nuestro contenido ideal, como la certeza que nos embarga, y que no tememos confesar como la única realidad que creímos, creemos y creeremos, sellando nuestra confesión o profesión de fe. ¡Aleluya!
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 08/09/2017 MENSAJE # 1987.
LOS VALORES ETERNALES SIEMPRE SE VERÁN ATACADOS POR LOS SERVIDORES DEL DIABLO: CUESTIONÁNDOLOS, AUMENTÁNDOLOS, DISMINUYÉNDOLOS O PERVIRTIÉNDOLOS. ESTEMOS ATENTOS PARA MANTENERNOS EN EL EVANGELIO DE LA GRACIA, TAL COMO NOS HA SIDO ENSEÑADO.
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