LIMA - PERÚ LUNES 18 DE SETIEMBRE DEL 2017 MENSAJE # 2007
SEGUNDA DE TESALONICENSES 1:3-4.
"Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás; tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis".
=== Tras la salutación a los hermanos de Tesalónica, en la que Pablo, Silvano y Timoteo, como parte del equipo ministerial que dirigiera el hombre de Tarso, les imparten la gracia y la paz; la primera, como una señal de conformidad que les ha sido transmitida desde la celeste esfera para un permanente contacto con la esfera pedestre, en la que destaca la grey tesalonicense como parte de ella; y la segunda, como el resultado de una comunión y fusión que se mantiene en estado latente, atribuyéndoles el Padre la misma justicia del Hijo a cada participante de aquella gloria que exalta nuestro espíritu de pertenencia o filiación, y es para crear consciencia del cuidado y provisión divinas en medio de todo lo que les tocara soportar como parte del pueblo elegido. No es un saludo cordial, fraterno y atento; sino la realidad que se comparte con la Deidad por causa de la elección. El apóstol no busca acentuar la decepción, o disimular aquel panorama que se pintaba bastante decepcionante para quienes viven en la carne, y son dados a la queja o al reclamo plañidero; sino a aquellos soldados que permanecen impertérritos frente a las mayores amenazas; no porque ignoren los peligros; sino porque están más conscientes del divino amparo que del poder que el enemigo muestra en tiempos críticos. Su escudo de la fe soporta cada dardo enemigo con la confianza que él les inspira; su armadura, no da acceso al armamento del diablo, quien ve rebotar en sus templadas armaduras todo el daño que quisiera inferirles, siendo estimada cada andanada enviada contra ellos como minúsculos e inocuos mosquitos. ¿Complejo de superioridad? ¡No! Simplemente plena certeza de la esperanza, teniendo descanso donde otros estarían llenos de miedo y alboroto. Un corazón templado y seguro, es más eficaz que mil oraciones dubitativas.
=== El crecimiento de nuestra fe tiene la tristeza, el oprobio y la tribulación como su barómetro espiritual, y la presión que el maligno ejerce, comprueba la medida de fe, esperanza y amor que tenemos como soldados de Cristo, prestándole atención a la sed de victoria que nos identifica, y a la certeza de la esperanza que se hizo nuestra trinchera o casamata; exhibiendo el amor fraternal para nuestros hermanos; y el plano más misericordioso para quien aún no conoce al Señor. La persecución y la tribulación, que buscaran diluir la fortaleza espiritual que estos siervos del Señor en Tesalónica poseían, hallaron que no les hacían ni "cosquillas" a aquella segunda piel que protegiera a los hermanos en Tesalónica, como un exo esqueleto que no sabía de debilidades, ni de mínimas o profundas grietas que amenazaran ruina; pasando Pablo a mencionar las persecuciones y tribulaciones como los fieles demostradores del calibre espiritual que Dios les concediera como parte de su amparo y protección, lo que ellos habían aprendido a interpretar como el valor de su identificación con la Deidad, gozando de tremendas victorias en contra del enemigo. Aun así, Pablo refiere que el Padre habrá de mostrar el justo juicio de Dios contra aquellos malvados (y esto es algo inevitable, porque Dios juzga toda maldad y la castiga conforme a su justicia); evidenciando el plano de dignidad regia que hacía de los tesalonicenses algo muy especial para la Deidad, y que ellos sufrían gustosamente, mostrando un coraje a toda prueba en el plano de las batallas espirituales y trascendentes.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 18/09/2017 MENSAJE # 2007
"Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás; tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis".
=== Tras la salutación a los hermanos de Tesalónica, en la que Pablo, Silvano y Timoteo, como parte del equipo ministerial que dirigiera el hombre de Tarso, les imparten la gracia y la paz; la primera, como una señal de conformidad que les ha sido transmitida desde la celeste esfera para un permanente contacto con la esfera pedestre, en la que destaca la grey tesalonicense como parte de ella; y la segunda, como el resultado de una comunión y fusión que se mantiene en estado latente, atribuyéndoles el Padre la misma justicia del Hijo a cada participante de aquella gloria que exalta nuestro espíritu de pertenencia o filiación, y es para crear consciencia del cuidado y provisión divinas en medio de todo lo que les tocara soportar como parte del pueblo elegido. No es un saludo cordial, fraterno y atento; sino la realidad que se comparte con la Deidad por causa de la elección. El apóstol no busca acentuar la decepción, o disimular aquel panorama que se pintaba bastante decepcionante para quienes viven en la carne, y son dados a la queja o al reclamo plañidero; sino a aquellos soldados que permanecen impertérritos frente a las mayores amenazas; no porque ignoren los peligros; sino porque están más conscientes del divino amparo que del poder que el enemigo muestra en tiempos críticos. Su escudo de la fe soporta cada dardo enemigo con la confianza que él les inspira; su armadura, no da acceso al armamento del diablo, quien ve rebotar en sus templadas armaduras todo el daño que quisiera inferirles, siendo estimada cada andanada enviada contra ellos como minúsculos e inocuos mosquitos. ¿Complejo de superioridad? ¡No! Simplemente plena certeza de la esperanza, teniendo descanso donde otros estarían llenos de miedo y alboroto. Un corazón templado y seguro, es más eficaz que mil oraciones dubitativas.
=== El crecimiento de nuestra fe tiene la tristeza, el oprobio y la tribulación como su barómetro espiritual, y la presión que el maligno ejerce, comprueba la medida de fe, esperanza y amor que tenemos como soldados de Cristo, prestándole atención a la sed de victoria que nos identifica, y a la certeza de la esperanza que se hizo nuestra trinchera o casamata; exhibiendo el amor fraternal para nuestros hermanos; y el plano más misericordioso para quien aún no conoce al Señor. La persecución y la tribulación, que buscaran diluir la fortaleza espiritual que estos siervos del Señor en Tesalónica poseían, hallaron que no les hacían ni "cosquillas" a aquella segunda piel que protegiera a los hermanos en Tesalónica, como un exo esqueleto que no sabía de debilidades, ni de mínimas o profundas grietas que amenazaran ruina; pasando Pablo a mencionar las persecuciones y tribulaciones como los fieles demostradores del calibre espiritual que Dios les concediera como parte de su amparo y protección, lo que ellos habían aprendido a interpretar como el valor de su identificación con la Deidad, gozando de tremendas victorias en contra del enemigo. Aun así, Pablo refiere que el Padre habrá de mostrar el justo juicio de Dios contra aquellos malvados (y esto es algo inevitable, porque Dios juzga toda maldad y la castiga conforme a su justicia); evidenciando el plano de dignidad regia que hacía de los tesalonicenses algo muy especial para la Deidad, y que ellos sufrían gustosamente, mostrando un coraje a toda prueba en el plano de las batallas espirituales y trascendentes.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 18/09/2017 MENSAJE # 2007
CUANDO NOS DEJAMOS GUIAR POR EL PADRE, PODEMOS VER MÁS ALLÁ DE LO CONVENCIONAL, Y QUEDARNOS MARAVILLADOS DEL DIVINO ACCIONAR AL VER CÓMO UTILIZA A LOS SANTOS A SU SAZÓN. NO COMETAMOS EL ERROR DE ESTANDARIZAR AL PADRE, PUES ÉL ACTUARÁ CONFORME A SU PROPÓSITO
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