LIMA - PERÚ JUEVES 08 DE FEBRERO DEL 2018 MENSAJE # 2293
HECHOS 20:18-24.
"Cuando vinieron a él, les dijo: Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia, sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las asechanzas de los judíos; y como nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros; públicamente y por las casas, testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo, Ahora, he aquí, ligado en yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer; salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones. Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios".
=== Pablo ha llegado a la certeza de que el cielo lo reclamaba, y que su tiempo en la tierra estaba llegando a su fin; de allí que solicitara a los ancianos de Éfeso que viniesen a Mileto para darles un testimonio de su fluir como siervo de Dios, y despedirse de ellos delegándoles la total responsabilidad por lo que habría de venir en el área ministerial, y mientras los exhortaba y consolaba, el corazón de cada uno de estos ministros se compungía al saber que ya no contarían con su presencia, y que todo lo que él volcara entre ellos era el único bagaje que tendrían de él, que no había sido poco. Las ministraciones paulinas, valiosas como piedras preciosas, tendrían mayor valor con su ausencia. ¡Cuán importante fue apuntar aquellas preciosas enseñanzas que se transformarían en la vida espiritual más sana y poderosa entre los discípulos del insigne apóstol! Al llegar todos a la reunión postrera con el apóstol, hubo una conmoción, y Pablo inició su discurso al estilo de los que saben que esa sería la última vez que ellos lo verían, y como lo hiciera en su oportunidad el profeta Samuel ante el pueblo judío, así también el hombre de Tarso hizo un apresurado recuento de lo que fuera su ministerio entre todos ellos, recorriendo en su memoria cada ocasión, cada ministración, y el costo espiritual, sentimental y físico que ello le supusiera al sufrir tantas persecuciones; pero viendo el resultado: ELLOS EN CRISTO, sintió que todo valió la pena. Todo su bagaje espiritual fue entregado en su momento en cada localidad, a cada siervo de Dios, a cada hermano en Cristo, no dejándose nada guardado como un tesoro particular, sintiendo que todo lo obtenido de Dios era para la utilidad corporativa, y que en ellos había de quedar, no sólo como un recuerdo o un ejemplo a seguir; sino como una vida que desde dentro de ellos los afectara para obrar el propósito divino según su voluntad.
=== Su vocación ministerial lo llevó a desbordarse en cuanto al conocimiento de las cosas de Dios, desde el arrepentimiento inicial, hasta la activación de la fe en cada miembro del cuerpo de Cristo, para la consolidación pertinente. Ahora, después de su apretada síntesis, él revela a los presentes cómo sus ligaduras espirituales con la tercera persona de la Trinidad, lo hace percibir las cosas que se vienen, acerca de lo cual Pablo dice que no sabe qué será de el cuando llegue a Jerusalén, y es por eso que el Paracleto utilizara a sus vasos proféticos para darle testimonio de lo que había de pasar en la capital judía, y lo más tentador que podía esperar eran PRISIONES Y TRIBULACIONES. El sentido común, y el instinto de preservación, hubieran hecho que cualquiera se inhibiera de hacer algo semejante; pero aquel que era consumido por el cabal cumplimiento de su consigna apostólica, miraba las cosas más allá de lo convencional, sintiendo que su vida no tenía sentido si perdía su utilidad para el reino de Dios. La carrera del apóstol se había convertido en su prioridad, y sabiendo que el tiempo se acortaba, decidió que era preferible el sacrificio, antes que una vida cobarde y estéril que a nadie alentaría ni avivara. El gozo puesto delante de él era como un poderoso imán que lo atrajera irresistiblemente, cumpliendo su misión como obrero divino, constituyéndose en un testigo fiel hasta el final de sus días. Él prefería eso, a retirarse a sus cuarteles de invierno en una senectud segura e intrascendente.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 08/02/2018 MENSAJE # 2293
"Cuando vinieron a él, les dijo: Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia, sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las asechanzas de los judíos; y como nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros; públicamente y por las casas, testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo, Ahora, he aquí, ligado en yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer; salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones. Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios".
=== Pablo ha llegado a la certeza de que el cielo lo reclamaba, y que su tiempo en la tierra estaba llegando a su fin; de allí que solicitara a los ancianos de Éfeso que viniesen a Mileto para darles un testimonio de su fluir como siervo de Dios, y despedirse de ellos delegándoles la total responsabilidad por lo que habría de venir en el área ministerial, y mientras los exhortaba y consolaba, el corazón de cada uno de estos ministros se compungía al saber que ya no contarían con su presencia, y que todo lo que él volcara entre ellos era el único bagaje que tendrían de él, que no había sido poco. Las ministraciones paulinas, valiosas como piedras preciosas, tendrían mayor valor con su ausencia. ¡Cuán importante fue apuntar aquellas preciosas enseñanzas que se transformarían en la vida espiritual más sana y poderosa entre los discípulos del insigne apóstol! Al llegar todos a la reunión postrera con el apóstol, hubo una conmoción, y Pablo inició su discurso al estilo de los que saben que esa sería la última vez que ellos lo verían, y como lo hiciera en su oportunidad el profeta Samuel ante el pueblo judío, así también el hombre de Tarso hizo un apresurado recuento de lo que fuera su ministerio entre todos ellos, recorriendo en su memoria cada ocasión, cada ministración, y el costo espiritual, sentimental y físico que ello le supusiera al sufrir tantas persecuciones; pero viendo el resultado: ELLOS EN CRISTO, sintió que todo valió la pena. Todo su bagaje espiritual fue entregado en su momento en cada localidad, a cada siervo de Dios, a cada hermano en Cristo, no dejándose nada guardado como un tesoro particular, sintiendo que todo lo obtenido de Dios era para la utilidad corporativa, y que en ellos había de quedar, no sólo como un recuerdo o un ejemplo a seguir; sino como una vida que desde dentro de ellos los afectara para obrar el propósito divino según su voluntad.
=== Su vocación ministerial lo llevó a desbordarse en cuanto al conocimiento de las cosas de Dios, desde el arrepentimiento inicial, hasta la activación de la fe en cada miembro del cuerpo de Cristo, para la consolidación pertinente. Ahora, después de su apretada síntesis, él revela a los presentes cómo sus ligaduras espirituales con la tercera persona de la Trinidad, lo hace percibir las cosas que se vienen, acerca de lo cual Pablo dice que no sabe qué será de el cuando llegue a Jerusalén, y es por eso que el Paracleto utilizara a sus vasos proféticos para darle testimonio de lo que había de pasar en la capital judía, y lo más tentador que podía esperar eran PRISIONES Y TRIBULACIONES. El sentido común, y el instinto de preservación, hubieran hecho que cualquiera se inhibiera de hacer algo semejante; pero aquel que era consumido por el cabal cumplimiento de su consigna apostólica, miraba las cosas más allá de lo convencional, sintiendo que su vida no tenía sentido si perdía su utilidad para el reino de Dios. La carrera del apóstol se había convertido en su prioridad, y sabiendo que el tiempo se acortaba, decidió que era preferible el sacrificio, antes que una vida cobarde y estéril que a nadie alentaría ni avivara. El gozo puesto delante de él era como un poderoso imán que lo atrajera irresistiblemente, cumpliendo su misión como obrero divino, constituyéndose en un testigo fiel hasta el final de sus días. Él prefería eso, a retirarse a sus cuarteles de invierno en una senectud segura e intrascendente.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 08/02/2018 MENSAJE # 2293
LA SÍNTESIS DE UNA VIDA MINISTERIAL OBSERVA EL PASADO CON INTENCIÓN DE FUTURO, SINTIÉNDOSE DICHOSO SI SU INTENTO HA LLEGADO A ESTABLECERSE COMO UNA REALIDAD QUE AGRADA A DIOS. NO ESPEREMOS MENOS LOS QUE NOS DEDICAMOS AL MINISTERIO DE LA PALABRA.
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