LIMA - PERÚ SÁBADO 03 DE FEBRERO DEL 2018 MENSAJE # 2283
JOEL 1:1-4.
"Palabra de Yahweh que vino a Joel, hijo de Petuel. Oíd esto, ancianos, y escuchad, todos los moradores de la tierra: ¿Ha ocurrido esto en vuestros días, o en los días de vuestros padres? De esto contaréis a vuestros hijos, y vuestros hijos a sus hijos, y sus hijos a la otra generación. Lo que quedó de la oruga comió el saltón, y lo que quedó del saltón comió el revoltón; y la langosta comió lo que del revoltón había quedado. Despertad, borrachos, y llorad; gemid, todos los que bebéis vino, a causa del mosto, porque os es quitado de vuestra boca".
=== La progresiva destrucción de cada una de las producciones alimentarias a nivel nacional, habían sido devoradas por la plaga de la langosta hasta el extremo, hasta dejar el campo sin ninguna señal de verdor; tras lo cual apareció la sequía, pues ambas cosas suelen acontecer en una forma paralela. No sólo el hambre abatiría a la nación israelita, sino también la sed; y esta debacle llegaría a afectar hasta la comunión con Dios, pues no habría cereales para los sacrificios ni el vino para las libaciones, Esto no era algo común en la nación israelita, y no se había dado antes. De allí la sorpresa del profeta, y de toda la nación. Tales fenómenos no eran algo casual, y la suma de estas desgracias obedecían a la debacle moral y espiritual de la nación hebraica, de la que no se habían arrepentido. Los primeros ocho versículos de Éxodo 20, nos describen el panorama célico-pedestre en el que debemos movernos y fluir:
(I) Yahweh es el único Dios; (La unicidad divinal, y el panorama relacional con él como sus adoradores).
(II) No hay lugar para la idolatría (La gloria de Dios no es compartida con otros dioses o semidioses).
(III) No debía tomarse en vano el nombre de Dios (una de las formas, era vivir como si él no existiera, y no tuviera injerencia alguna en sus vidas, implicando que el juramento pactual no era válido, quitando el espíritu de compromiso entre el cielo y la tierra).
(IV) El santificar el día de reposo (como sello relacional invariable, inmutable sobre el hecho de ser su pueblo, reconociéndolo en todas las áreas de su existencia bicampamentaria). El día de reposo es mencionado muchas veces como el día del Señor; y cuando se le refiere como el Día de Yahweh, implica la vindicación de su Señorío sobre sus elegidos, y por extensión, sobre toda la humanidad. Es la señal pactual más notoria entre Dios y su pueblo.
=== Cuando la ORUGA se devora el recuerdo y vocación de los creyentes, el contacto se interrumpe entre los adoradores y el Adorado, buscando una nueva dirección y a lo que será el nuevo objeto o sujeto de adoración (como el becerro en el desierto). La nueva etapa en aquella metamorfosis, nos lleva al SALTÓN, quien salta aquí y allá buscando sus dioses, forjando su propia mitología, multiplicando los sujetos u objetos de veneración pluralista. Luego será el REVOLTÓN quien nos haga asumir que Dios está en la obligación de servirnos según nuestros caprichos, y tendremos aquí y allá las fuentes de nuestros gozos. Y será por fin LA LANGOSTA que levantará sus alas, instando a las otras a ir a buscar el nuevo verdor que las alimentará, desechando los muertos campos de la desolada nación. ¿Has visto a un creyente cuando su fe se ha perdido o agotado? Para él todo carece de importancia, ahora que ha perdido su herencia. El número cuatro representa lo total en cuanto a Dios, y a nuestra relación con él, y es cuando arrepentidos tornamos a él, todo puede restituirse. Y así se vuelven a obtener las lluvias tempranas y las tardías, se le dice adiós a la sequía, y se vuelve a ver el verdor en los campos por la acción restauradora de la gracia divina obrando sobre todas las cosas. Y es cuando el nombre de nuestro Dios es glorificado en su día santo, que aquel páramo o terreno yermo se convierte nuevamente en el paraíso. La lluvia que caerá será el derramamiento del Espíritu sobre toda carne, haciendo que la fusión célico-terrenal nos devuelva a lo que era nuestro sino como HIJOS DEL REY, y al mirar en la distancia, esta amalgama espiritual nos hace ver esperanzados y persuadidos que las realidades divinas aguardan por nosotros dentro de nuestro nuevo contexto, vale decir: como ACEPTOS EN EL AMADO.
=== La embriaguez del pasado, que nos privara de la verticalidad relacional con la Deidad, ya no será más el falso consuelo religioso intrascendente. El amargo sabor que deja la resaca, y que gime por el vino, no volverá a ser sentido por los borrachos religiosos. ¿Por qué? Porque la unción del Espíritu Santo, que nos enseña todas las cosas, será aquello que nos dirija a todos a la búsqueda de las realidades neocreacionales, y al conjuro de las santas convocaciones del mes de Tishri, nos reuniremos alrededor de un solo mensaje: EL REINO DE DIOS, despertando en nosotros el deseo de agradar al Padre, de estar limpios de pecado, y de presentarnos delante de él como obreros que no tienen de qué avergonzarse, que usan bien la Palabra de verdad. Y él vendrá una vez más a habitar entre nosotros, para nunca separarnos más; y beberemos del VINO NUEVO CON JESÚS EN EL REINO DE LOS CIELOS.
"Palabra de Yahweh que vino a Joel, hijo de Petuel. Oíd esto, ancianos, y escuchad, todos los moradores de la tierra: ¿Ha ocurrido esto en vuestros días, o en los días de vuestros padres? De esto contaréis a vuestros hijos, y vuestros hijos a sus hijos, y sus hijos a la otra generación. Lo que quedó de la oruga comió el saltón, y lo que quedó del saltón comió el revoltón; y la langosta comió lo que del revoltón había quedado. Despertad, borrachos, y llorad; gemid, todos los que bebéis vino, a causa del mosto, porque os es quitado de vuestra boca".
=== La progresiva destrucción de cada una de las producciones alimentarias a nivel nacional, habían sido devoradas por la plaga de la langosta hasta el extremo, hasta dejar el campo sin ninguna señal de verdor; tras lo cual apareció la sequía, pues ambas cosas suelen acontecer en una forma paralela. No sólo el hambre abatiría a la nación israelita, sino también la sed; y esta debacle llegaría a afectar hasta la comunión con Dios, pues no habría cereales para los sacrificios ni el vino para las libaciones, Esto no era algo común en la nación israelita, y no se había dado antes. De allí la sorpresa del profeta, y de toda la nación. Tales fenómenos no eran algo casual, y la suma de estas desgracias obedecían a la debacle moral y espiritual de la nación hebraica, de la que no se habían arrepentido. Los primeros ocho versículos de Éxodo 20, nos describen el panorama célico-pedestre en el que debemos movernos y fluir:
(I) Yahweh es el único Dios; (La unicidad divinal, y el panorama relacional con él como sus adoradores).
(II) No hay lugar para la idolatría (La gloria de Dios no es compartida con otros dioses o semidioses).
(III) No debía tomarse en vano el nombre de Dios (una de las formas, era vivir como si él no existiera, y no tuviera injerencia alguna en sus vidas, implicando que el juramento pactual no era válido, quitando el espíritu de compromiso entre el cielo y la tierra).
(IV) El santificar el día de reposo (como sello relacional invariable, inmutable sobre el hecho de ser su pueblo, reconociéndolo en todas las áreas de su existencia bicampamentaria). El día de reposo es mencionado muchas veces como el día del Señor; y cuando se le refiere como el Día de Yahweh, implica la vindicación de su Señorío sobre sus elegidos, y por extensión, sobre toda la humanidad. Es la señal pactual más notoria entre Dios y su pueblo.
=== Cuando la ORUGA se devora el recuerdo y vocación de los creyentes, el contacto se interrumpe entre los adoradores y el Adorado, buscando una nueva dirección y a lo que será el nuevo objeto o sujeto de adoración (como el becerro en el desierto). La nueva etapa en aquella metamorfosis, nos lleva al SALTÓN, quien salta aquí y allá buscando sus dioses, forjando su propia mitología, multiplicando los sujetos u objetos de veneración pluralista. Luego será el REVOLTÓN quien nos haga asumir que Dios está en la obligación de servirnos según nuestros caprichos, y tendremos aquí y allá las fuentes de nuestros gozos. Y será por fin LA LANGOSTA que levantará sus alas, instando a las otras a ir a buscar el nuevo verdor que las alimentará, desechando los muertos campos de la desolada nación. ¿Has visto a un creyente cuando su fe se ha perdido o agotado? Para él todo carece de importancia, ahora que ha perdido su herencia. El número cuatro representa lo total en cuanto a Dios, y a nuestra relación con él, y es cuando arrepentidos tornamos a él, todo puede restituirse. Y así se vuelven a obtener las lluvias tempranas y las tardías, se le dice adiós a la sequía, y se vuelve a ver el verdor en los campos por la acción restauradora de la gracia divina obrando sobre todas las cosas. Y es cuando el nombre de nuestro Dios es glorificado en su día santo, que aquel páramo o terreno yermo se convierte nuevamente en el paraíso. La lluvia que caerá será el derramamiento del Espíritu sobre toda carne, haciendo que la fusión célico-terrenal nos devuelva a lo que era nuestro sino como HIJOS DEL REY, y al mirar en la distancia, esta amalgama espiritual nos hace ver esperanzados y persuadidos que las realidades divinas aguardan por nosotros dentro de nuestro nuevo contexto, vale decir: como ACEPTOS EN EL AMADO.
=== La embriaguez del pasado, que nos privara de la verticalidad relacional con la Deidad, ya no será más el falso consuelo religioso intrascendente. El amargo sabor que deja la resaca, y que gime por el vino, no volverá a ser sentido por los borrachos religiosos. ¿Por qué? Porque la unción del Espíritu Santo, que nos enseña todas las cosas, será aquello que nos dirija a todos a la búsqueda de las realidades neocreacionales, y al conjuro de las santas convocaciones del mes de Tishri, nos reuniremos alrededor de un solo mensaje: EL REINO DE DIOS, despertando en nosotros el deseo de agradar al Padre, de estar limpios de pecado, y de presentarnos delante de él como obreros que no tienen de qué avergonzarse, que usan bien la Palabra de verdad. Y él vendrá una vez más a habitar entre nosotros, para nunca separarnos más; y beberemos del VINO NUEVO CON JESÚS EN EL REINO DE LOS CIELOS.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 03/02/2018 MENSAJE # 2283.
LA INVITACIÓN DE JOEL PARA SALIR DE LA EMBRIAGUEZ QUE EL PECADO PROPORCIONA AL RELIGIOSO INCONSECUENTE, ES ALGO QUE DEBE SER HECHO CON PROPIEDAD, PARA INVITAR AL PUEBLO RELIGIOSO DE DIOS A TENER UN REENCUENTRO CON ÉL, BAJO SUS PERSPECTIVAS, Y CONFORME A SU VOLUNTAD.
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