NUESTRA OBEDIENCIA AL MANDATO DIVINO HA DE PREVALECER ENTRE UN MAR DE OPINIONES, AUNQUE SEAN HECHAS CON LA MÁS BUENA VOLUNTAD. OBEDECER AL MANDATO DIVINO ES NUESTRA PRIORIDAD.

LIMA - PERÚ     VIERNES 02 DE FEBRERO DEL 2018         MENSAJE # 2282

MEDITACIONES VARIAS.

Lucas 1:60.

"No; se llamará Juan".

=== El celo por el cumplimiento de la voluntad divina, de seguir sus instructivas más allá de lo racional o convencional, llenaba el corazón de Elisabet, la esposa de Zacarías.

=== Gabriel, el ángel, fue el celeste comunicador del deseo divino, de su voluntad para con este niño, y de su designio para toda la nación israelita.

=== El celo divino no viene en una forma supersticiosa; tampoco es el producto de nuestros temores o expectativas de los posibles hechos divinos ue nuestra mente alucina; es producido por la certidumbre que promueve la revelación divina.

=== Los movimientos divinos no se han quedado relegados en el pasado, son parte de nuestra realidad hoy, pues Jesucristo es el mismo, ayer y hoy y por los siglos (He.13:8)

=== Es en tiempos como los actuales que la Iglesia de Dios ha de evidenciar su celo por las intenciones divinas, y moverse en consecuencia para la realización de sus propósitos.

=== La comunicación con el Señor es más accesible, mucho más; y si queremos llegar a una realización espiritual hemos de ponernos de acuerdo respecto a nuestros motivos de oración, mismos que han de reposar en el cumplimiento de la voluntad divina para poder obtener una respuesta cabal del Padre, quien nos permitirá entrar en sus planes y en su cronología espiritual inalterable.

=== La Iglesia es la agencia autorizada para interpretar la voluntad divina, darla a conocer, y ponerla por obra.

=== Toda sugerencia humana o tradicional debe ser descartada.

=== Sólo la obediencia a la perfecta voluntad divina debe ser nuestra meta.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA        02/02/2018        MENSAJE # 2282