LIMA - PERÚ SÁBADO 24 DE FEBRERO DEL 2018 MENSAJE # 2325
PRIMERA DE TESALONICENSES 2:9-13.
"Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga, cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios. Vosotros sois testigos, y Dios también, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con vosotros los creyentes; así como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros, y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria. Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes".
=== El capítulo primero, que presentara una apretada síntesis de la forma cómo Pablo y su equipo llegaron hasta Tesalónica, la manera en que hizo el Espíritu que resultara todo ello en una cosa gloriosa, e inspirase a los hermanos a dejar la idolatría, y pasar a la verdadera adoración, y a disponerse a recibir desde los cielos al Hijo de Dios, quien resucitara de los muertos, y por el cual fuésemos librados de la ira venidera. El apóstol es un campeón para sintetizar los hechos en su sentido más profundo y significativo, adelantándonos que la adoración al Dios vivo se traduce en servicio, en la captación de la esperanza de la segunda venida; en la clase de vida que hemos heredado en Jesús, y el hecho de que seremos guardados cuando el tiempo del juicio de Dios se haga presente, cuando el Señor desate su ira. Y de allí, Pablo da un salto fantástico para comentar sobre su conducta ministerial durante su presencia entre los tesalonicenses, pues no faltaron quienes cuestionaran su fluir, su línea conductual, su fidelidad, y otros detalles, y el apóstol tiene que describir nuevamente todo su obrar entre ellos como ministro de la palabra, padre espiritual, y todo el esfuerzo realizado para predicarles gratuitamente el evangelio; ¡no porque esa fuera su norma o estándar! como algunos dicen en su ignorancia de lo que está escrito, pues Pablo hubo de agradecer a otras iglesias por su continuidad ministerial, como se lo revela a los hermanos corintios quienes tampoco le dieran nada (2Co.12:13); y a los hermanos filipenses como benditos contribuyentes (Fil.4:10-15); para que otros resultaran beneficiados.
=== Y Pablo tuvo que recordarles cómo su tiempo con ellos, predicándoles el evangelio no les costó a ello un centavo, trabajando el apóstol en hacer carpas o tiendas (como hacían Aquila y Priscila) para mantenerse a sí mismo y a sus coadjutores, señalándoles que sus manos le habian servido. Así, como una cruel paradoja, el obrero no era digno de un salario, y se vio obligado por la necesidad de aquella gente, a producir lo necesario para el auto-sostén del equipo ministerial, añadiendo a su campaña todas las horas de trabajo que se precisaran para que nada le faltara a él y a sus compañeros de milicia. Ningún tesalonicense le dio a Pablo un centavo durante el trámite de su ministración a ellos. Todo fue cubierto por él y por las ofrendas de otras congregaciones misioneras. Por otro lado, él nunca mezquinó la atención a cada dilema que se presentara a nivel congregacional, grupal o personal. El accionar apostólico no podía haber sido más santo, justo e irreprensible, comportándose excelentemente en su trato con ellos mostrando en todo momento un espíritu de paternidad que ellos desconocieran en su plano institucional, recibiendo la exhortación y la consolación de manera personal y competente y asimismo la comisión de que anduvieran como era digno del Dios Santo que los había llamado y elegido. Dado que el llamado divino implicaba dos aspectos básicos y preponderantes: El Reino y la Gloria. El reino tenía que ver con el plano gubernativo y el moverse de consuno con Dios en lo que él había trazado para nosotros como corregentes de esa realidad célico-pedestre; y la gloria, es el fulgor que el Señor emite, siendo reflejado en cada hijo obediente que ama y hace justicia.
=== Al hacer el análisis situacional del panorama relacional entre Dios y sus hijos en Tesalónica se echa de ver que los hermanos en la localidad habían recibido la Palabra en su contexto más importante, en su plano original, entendiéndola como LA PALABRA DE DIOS, la cual tenía como sello que las personas que las recibieran tuvieran un espíritu vivificante, y no solamente una efusión anímica de corta duración, que fuera como una explosión emotiva, y no como una vida que pudiera impartirse en la misma naturaleza en otros. Adán, era un alma viviente; el segundo hombre, Jesucristo, era un espíritu vivificante, un comunicador de la vida de resurrección. Y así como un electrón empuja a otro, en el cable de la corriente, y en ese correr se genera la luz; así también la naturaleza del evangelio del reino, nos impulsa a ser testigos, a compartir, y a disfrutar de la vida divina en su más completa esencia, inundándonos de su luz, y repartiéndola por doquier como la vida-luz que a todo le da sentido y esencia.
"Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga, cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios. Vosotros sois testigos, y Dios también, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con vosotros los creyentes; así como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros, y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria. Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes".
=== El capítulo primero, que presentara una apretada síntesis de la forma cómo Pablo y su equipo llegaron hasta Tesalónica, la manera en que hizo el Espíritu que resultara todo ello en una cosa gloriosa, e inspirase a los hermanos a dejar la idolatría, y pasar a la verdadera adoración, y a disponerse a recibir desde los cielos al Hijo de Dios, quien resucitara de los muertos, y por el cual fuésemos librados de la ira venidera. El apóstol es un campeón para sintetizar los hechos en su sentido más profundo y significativo, adelantándonos que la adoración al Dios vivo se traduce en servicio, en la captación de la esperanza de la segunda venida; en la clase de vida que hemos heredado en Jesús, y el hecho de que seremos guardados cuando el tiempo del juicio de Dios se haga presente, cuando el Señor desate su ira. Y de allí, Pablo da un salto fantástico para comentar sobre su conducta ministerial durante su presencia entre los tesalonicenses, pues no faltaron quienes cuestionaran su fluir, su línea conductual, su fidelidad, y otros detalles, y el apóstol tiene que describir nuevamente todo su obrar entre ellos como ministro de la palabra, padre espiritual, y todo el esfuerzo realizado para predicarles gratuitamente el evangelio; ¡no porque esa fuera su norma o estándar! como algunos dicen en su ignorancia de lo que está escrito, pues Pablo hubo de agradecer a otras iglesias por su continuidad ministerial, como se lo revela a los hermanos corintios quienes tampoco le dieran nada (2Co.12:13); y a los hermanos filipenses como benditos contribuyentes (Fil.4:10-15); para que otros resultaran beneficiados.
=== Y Pablo tuvo que recordarles cómo su tiempo con ellos, predicándoles el evangelio no les costó a ello un centavo, trabajando el apóstol en hacer carpas o tiendas (como hacían Aquila y Priscila) para mantenerse a sí mismo y a sus coadjutores, señalándoles que sus manos le habian servido. Así, como una cruel paradoja, el obrero no era digno de un salario, y se vio obligado por la necesidad de aquella gente, a producir lo necesario para el auto-sostén del equipo ministerial, añadiendo a su campaña todas las horas de trabajo que se precisaran para que nada le faltara a él y a sus compañeros de milicia. Ningún tesalonicense le dio a Pablo un centavo durante el trámite de su ministración a ellos. Todo fue cubierto por él y por las ofrendas de otras congregaciones misioneras. Por otro lado, él nunca mezquinó la atención a cada dilema que se presentara a nivel congregacional, grupal o personal. El accionar apostólico no podía haber sido más santo, justo e irreprensible, comportándose excelentemente en su trato con ellos mostrando en todo momento un espíritu de paternidad que ellos desconocieran en su plano institucional, recibiendo la exhortación y la consolación de manera personal y competente y asimismo la comisión de que anduvieran como era digno del Dios Santo que los había llamado y elegido. Dado que el llamado divino implicaba dos aspectos básicos y preponderantes: El Reino y la Gloria. El reino tenía que ver con el plano gubernativo y el moverse de consuno con Dios en lo que él había trazado para nosotros como corregentes de esa realidad célico-pedestre; y la gloria, es el fulgor que el Señor emite, siendo reflejado en cada hijo obediente que ama y hace justicia.
=== Al hacer el análisis situacional del panorama relacional entre Dios y sus hijos en Tesalónica se echa de ver que los hermanos en la localidad habían recibido la Palabra en su contexto más importante, en su plano original, entendiéndola como LA PALABRA DE DIOS, la cual tenía como sello que las personas que las recibieran tuvieran un espíritu vivificante, y no solamente una efusión anímica de corta duración, que fuera como una explosión emotiva, y no como una vida que pudiera impartirse en la misma naturaleza en otros. Adán, era un alma viviente; el segundo hombre, Jesucristo, era un espíritu vivificante, un comunicador de la vida de resurrección. Y así como un electrón empuja a otro, en el cable de la corriente, y en ese correr se genera la luz; así también la naturaleza del evangelio del reino, nos impulsa a ser testigos, a compartir, y a disfrutar de la vida divina en su más completa esencia, inundándonos de su luz, y repartiéndola por doquier como la vida-luz que a todo le da sentido y esencia.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 24/02/2018 MENSAJE # 2325
LOS MINISTROS DE LA PALABRA SON PERSONAS ESPECIALES Y DE LARGO ALIENTO, HABIENDO DE TOLERAR UNA SERIE DE SINSABORES Y DECEPCIONES A PESAR DE LA COMPETENCIA DE SU TRABAJO DE AMOR POR LOS DEMÁS. APRENDAMOS DE PABLO.
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