QUE NUESTRA COMUNIÓN CON EL PADRE ESTÉ LLENA DE GOZO Y DE MANIFESTACIONES ABIERTAS DE NUESTRA PARTE PARA CON ÉL. EL PADRE SE ALEGRA DE VER A SUS HIJOS GOZOSOS, Y NO PIDIÉNDOLE DISCULPAS INDEFINIDAMENTE. ÉL DESEA SER FELIZ EN SU RELACIÓN CON NOSOTROS. NO ENTURBIEMOS LA MISMA.

LIMA - PERÚ     MIÉRCOLES 21 DE FEBRERO DEL 2018       MENSAJE # 2319

ZACARÍAS 7:2-7.

"Cuando el pueblo de Bet-el había enviado a Sarezer, con Regem-melec y sus hombres, a implorar el favor de Yahweh, y a hablar a los sacerdotes que estaban en la casa de Yahweh de los ejércitos, y a los profetas, diciendo: ¿Lloraremos en el mes quinto? ¿Haremos abstinencia como hemos hecho ya algunos años? Vino, pues, a mí palabra de Yahweh de los ejércitos, diciendo: Habla a todo el pueblo del país, y a los sacerdotes, diciendo: Cuando ayunasteis y llorasteis en el quinto y en el séptimo mes estos setenta años, ¿habéis ayunado para mí? Y cuando coméis y bebéis, ¿no coméis y bebéis para vosotros mismos? ¿No son estas las palabras que proclamó Yahweh por medio de los profetas primeros, cuando Jerusalén estaba habitada y tranquila, y sus ciudades en sus alrededores y el Neguev y la Sefela estaban también habitadas?".

=== La naturaleza litúrgica y ceremonial de los sacrificios que se hacían, y que no hubieran estado reglamentados así por la Deidad, se había tornado fría y hueca, como casi todo lo que se hacía para Dios, y había dejado de tener importancia o vigencia para la nación israelita. Que las personas pregunten respecto a las cosas religiosas, y este ayuno del mes quinto corresponde a la trágica toma de la ciudad jerosolimitana por las huestes babilónicas, lo cual también acontecería con la invasión romana en las mismas fechas, las cuales fueron recordadas por los judíos norteamericanos con las bombas enviadas a Hiroshima y Nagasaki el 06 y el 09 de agosto para que los nipones conocieran lo que era una desgracia de marca mayor. El llanto y la compunción judaica obedecía a sus conciencias culpables, por un perdón y remisión que no sabían si recibirían o no de parte de Dios, pretendiendo permanecer inconscientes del castigo que el Padre pusiera sobre ellos por no guardar su mandamiento de darle reposo a la tierra cada siete años, castigándolos durante siete décadas, tras las cuales la tierra sería reintegrada a su productividad, siendo devueltas al gozo pactual que el Padre sostenía en conformidad con su promesa para con los descendientes de Abraham, su amigo.

=== El venir hasta la casa de Yahweh para saber si se había de seguir o no con el ritual, nos pone en antecedentes sobre la forma de ser de los judíos, y de su naturaleza relapsa frente al orden divinalmente instituido. Si la respuesta era sí, se irían a comprar cebolla; y si era que no, rematarían sus pañuelos a mitad de precio. ¿Por qué decimos esto? Porque las imposiciones humanas, no refrendadas por Dios, agotan los corazones, las paciencias y los ánimos: "( en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres) cosas que todas se destruyen con el uso" (Col.2:22), como refiere sabiamente el apóstol Pablo. Las humanas imposiciones, eran adiciones al panorama legal de la Tora, añadiendo en cada ocasión un ayuno o sacrificio según lo que ellos estimaban como desgracias particulares, o pecados nacionales que exigieran una purificación por un período indeterminado, pretendiendo representar con ello su religiosa "espiritualidad".

=== El profeta Zacarías es conminado por Dios para sacar a Israel de toda esta confusión en lo tocante a su sentir y sus prácticas, haciendo notorio que para el Señor estos setenta años de ayunos y lloriqueos no habían tenido sentido para con él. Es muy distinto el perdón o la redención que Dios nos otorga por causa de su amor y de su gracia para con nosotros; que el tratar de sentirnos bien, e imaginarnos que todo sigue viento en popa porque así nos parece que debe ser. No confundamos nuestra autocomplacencia religiosa con una adecuada relación célico-pedestre. Si el ayuno no está buscando la divina satisfacción mediante el adecuado arrepentimiento, habrá de repetirse vez tras vez; pero si ya hemos recibido de parte del Señor la palabra absolutoria, cesará de hacerse. Casi todo lo que hace el individuo como carne religiosa, lo hace para su propia tranquilidad o satisfacción, pues su corazón no piensa en agradar a Dios, sino en cumplir 'religiosamente', y ya. En ello no hay un vínculo espiritual, sino un acto ritual  ceremonial vacío de contenido real. Las palabras que el Padre compartiera con los profetas de antaño, dieron el resultado óptimo, y eso mientras que todo estaba en paz y fluía adecuadamente la relación célico-pedestre. Dios nos ama realmente. Lo suyo no es una relación sosa y ritualista típica de la tradición, sino una comunión con los hijos que él ama y cuida.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA         21/02/2018         MENSAJE # 2319