LIMA - PERÚ MIÉRCOLES 14 DE FEBRERO DEL 2018 MENSAJE # 2305
SEGUNDA DE CORINTIOS 1:3-7. (VERSIÓN REINA-VALERA CONTEMPORÁNEA)
"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que también nosotros podamos consolar a los que están sufriendo, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Porque así como abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así también por el mismo Cristo abunda nuestra consolación. Si nosotros sufrimos es para que ustedes reciban consolación y salvación; si somos consolados, es para que ustedes reciban consuelo y puedan soportar como nosotros cuando pasen por los mismos sufrimientos. Firme es nuestra esperanza respecto a ustedes, pues sabemos que así como participan en nuestras aficciones, también participan en nuestra consolación".
=== Esta segunda carta de Pablo a los hermanos corintios está pletórica de las bondades divinas en el sentido de consolar, aliviar, atenuar y suavizar los períodos o tiempos de aflicción que le tocaría vivir, tanto al apóstol como a su equipo ministerial, llevándolos a situaciones sorpresivas e inconcebibles para quienes la vida religiosa había sido poco menos que un paseo, y los tiempos de estudio y dedicación tuvieran su recreo apedreando a los apóstatas, persiguiéndolos, encarcelándolos, obligándolos a blasfemar el nombre de Jesús, etc.; haciendo que lo "monástico" no llegara a aburrirlos mortalmente. Lo que había entretenido a los fariseos y saduceos, eran sus polémicas sobre las cosas sobrenaturales, defendidas por los primeros, y negadas en redondo por los segundos. Para los zelotes y los herodianos, la fuerza de las armas, y los recursos de colgarse de los gobernantes de turno, eran su teatro belicista. La presencia del cristianismo les trajo una nueva sazón, y hasta la necesidad de hacer coaliciones en contra del Señor y de su doctrina, dándole un sabor diferente a la ya enmohecida guerra político-religiosa que los meciera en ciertos celos, mayormente sin ciencia, y sin apoyo escritural que les diera un sólido fundamento espiritual y sobrenatural.
=== Las luchas que se sostuvieran, contra el diablo, la ignorancia escritural, y la fijación de las tradiciones de los ancianos, los usos y las costumbres, las liturgias ceremoniales, y lo que componía en buen romance la idiosincracia hebraica, hizo a la doctrina cristiana enemiga de los guardianes de las tradiciones y la simbología que singularizara los cultos hebraicos, y los identificara con la tipología religiosa que no deseaba su desfase, no queriendo la reforma de las cosas inherentes al reino de Dios, que dejara todo lo que para ellos significara siglos de fidelidad y autenticación que no podía quedar en el olvido cuando llegara el mediodía espiritual en el cual las sombras huirían, y todo lo que se viera fuera la figura antropomórfica del Verbo divinal como un valor absoluto que todo lo abarcara (Jn.1:1, 14, 18). Un Saulo de Tarso, lleno de la gloria judaica y del aplauso y reconocimiento de sus compañeros de milicia;se hallaba ahora en medio de riesgos terribles e inimaginables, que hicieron su vida miserable; su orgullo, algo que esconder; y su efímera gloria judaica, algo que se asemejara al estiércol que todos desechan. Las cosas que padeciera en Asia, de los gentiles y de los judíos que los instigaran a echar a Pablo de sus límites, y aun a matarlo; llegó hasta Pablo como una inundación inconcebible, sintiéndose abrumado en exceso, al igual que sus compañeros ministeriales, temiendo perder la vida, viéndose consolado después porque él había sido elegido por Dios para llevar el evangelio del reino a los reyes de la tierra, haciendo de las prisiones romanas sus oficinas, y sus centros de redacción de las cartas que llegaran a componer la mitad de nuestro Nuevo Testamento, algo por lo que vivimos agradecidos en este siglo XXI.
=== Los que han recibido las tratativas divinas, y los que han sido enseñados por el Señor en muy diversas formas, fueron entendiendo la ley de la proporcionalidad poco a poco, entendiendo que su duro y tenaz entrenamiento apuntara a crear en ellos el principio y la norma que los haría verdaderos soldados de Cristo. En la ESCUELA DEL SUFRIMIENTO (por causa del reino, y no por nuestros pecados), todos llegaríamos a aprender que arrebatar del maligno los territorios conquistados por sus engaños, mentiras, dolores, enfermedades, prosperidades y dichas perniciosas sin tener que pagar por el pecado, algo acerca de lo cual 'Dios les había mentido' (descarada mentira del maligno que muestra su poder hasta hoy en las mentes de seres humanos caídos; incluyo aquí la religión, la misma que sustituyó a la relación con Dios en términos ordenados por la Deidad en el panorama neotestamentario, por las prácticas simbólicas e inútiles clásicas del plano filosófico y litúrgico que a nada conducen, sino que llevan a la perdición) tendria un costo nada pequeño. Así, Pablo fue clasificando las aflicciones por las que pasara en la misma forma que hacen los laboratorios dándole a cada enfermedad o aflicción un nombre, y procurando obtener la cura correspondiente según su etiología. ¿Abundan las aflicciones? ¡Abunda la consolación! ¿Abunda el sufrimiento? ¡Sobreabunda la consolación y la salvación!, y las constantes batallas van haciendo de nosotros veteranos que le enseñan a los novatos: ¡No te preocupes; de eso nadie se muere! Sin embargo, ello va colocando dentro tuyo nuevos recursos, endureciéndote ante el dolor, irguiéndote como alguien que sabe pasar entre el peligro sin que nada te toque; y aunque eso pasara, tu corazón y tu mente te seguirán gritando que avances sin temor, hasta que Dios te dé el triunfo, y te goces en medio de la tribulación.
"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que también nosotros podamos consolar a los que están sufriendo, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Porque así como abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así también por el mismo Cristo abunda nuestra consolación. Si nosotros sufrimos es para que ustedes reciban consolación y salvación; si somos consolados, es para que ustedes reciban consuelo y puedan soportar como nosotros cuando pasen por los mismos sufrimientos. Firme es nuestra esperanza respecto a ustedes, pues sabemos que así como participan en nuestras aficciones, también participan en nuestra consolación".
=== Esta segunda carta de Pablo a los hermanos corintios está pletórica de las bondades divinas en el sentido de consolar, aliviar, atenuar y suavizar los períodos o tiempos de aflicción que le tocaría vivir, tanto al apóstol como a su equipo ministerial, llevándolos a situaciones sorpresivas e inconcebibles para quienes la vida religiosa había sido poco menos que un paseo, y los tiempos de estudio y dedicación tuvieran su recreo apedreando a los apóstatas, persiguiéndolos, encarcelándolos, obligándolos a blasfemar el nombre de Jesús, etc.; haciendo que lo "monástico" no llegara a aburrirlos mortalmente. Lo que había entretenido a los fariseos y saduceos, eran sus polémicas sobre las cosas sobrenaturales, defendidas por los primeros, y negadas en redondo por los segundos. Para los zelotes y los herodianos, la fuerza de las armas, y los recursos de colgarse de los gobernantes de turno, eran su teatro belicista. La presencia del cristianismo les trajo una nueva sazón, y hasta la necesidad de hacer coaliciones en contra del Señor y de su doctrina, dándole un sabor diferente a la ya enmohecida guerra político-religiosa que los meciera en ciertos celos, mayormente sin ciencia, y sin apoyo escritural que les diera un sólido fundamento espiritual y sobrenatural.
=== Las luchas que se sostuvieran, contra el diablo, la ignorancia escritural, y la fijación de las tradiciones de los ancianos, los usos y las costumbres, las liturgias ceremoniales, y lo que componía en buen romance la idiosincracia hebraica, hizo a la doctrina cristiana enemiga de los guardianes de las tradiciones y la simbología que singularizara los cultos hebraicos, y los identificara con la tipología religiosa que no deseaba su desfase, no queriendo la reforma de las cosas inherentes al reino de Dios, que dejara todo lo que para ellos significara siglos de fidelidad y autenticación que no podía quedar en el olvido cuando llegara el mediodía espiritual en el cual las sombras huirían, y todo lo que se viera fuera la figura antropomórfica del Verbo divinal como un valor absoluto que todo lo abarcara (Jn.1:1, 14, 18). Un Saulo de Tarso, lleno de la gloria judaica y del aplauso y reconocimiento de sus compañeros de milicia;se hallaba ahora en medio de riesgos terribles e inimaginables, que hicieron su vida miserable; su orgullo, algo que esconder; y su efímera gloria judaica, algo que se asemejara al estiércol que todos desechan. Las cosas que padeciera en Asia, de los gentiles y de los judíos que los instigaran a echar a Pablo de sus límites, y aun a matarlo; llegó hasta Pablo como una inundación inconcebible, sintiéndose abrumado en exceso, al igual que sus compañeros ministeriales, temiendo perder la vida, viéndose consolado después porque él había sido elegido por Dios para llevar el evangelio del reino a los reyes de la tierra, haciendo de las prisiones romanas sus oficinas, y sus centros de redacción de las cartas que llegaran a componer la mitad de nuestro Nuevo Testamento, algo por lo que vivimos agradecidos en este siglo XXI.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 14/02/2018 MENSAJE # 2305
EL CAMPO DE ENTRENAMIENTO DE LOS SOLDADOS DE CRISTO SE HALLA EN LA MENTE, EN EL CORAZÓN, Y EN LA ÍGNEA DETERMINACIÓN DE IR ADELANTE ENFRENTANDO LO QUE VENGA, DIOS ES POR NOSOTROS, Y SI ESTAMOS OBEDECIENDO SUS CONSIGNAS NO SEREMOS FRUSTRADOS JAMÁS.
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