LIMA - PERÚ MIÉRCOLES 07 DE FEBRERO DEL 2018 MENSAJE # 2291
ABDÍAS 1-3.
"Visión de Abdías. Yahweh el Señor ha dicho así en cuanto a Edom: Hemos oído el pregón de Yahweh, y mensajero ha sido enviado a las naciones. Levantaos, y levantémonos contra este pueblo en batalla. He aquí, pequeño te he hecho entre las naciones; estás abatido en gran manera. La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que moras entre las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada, que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará a tierra?".
=== El profeta refiere para nosotros lo que el Padre le comunicara a través de una visión sobre lo que había destinado para Edom por causa de su maldad y por su actitud infraterna, sádica y perversa contra su hermano Jacob, cuando Judá, en el sur, fuera invadida por Babilonia, siendo llevada cautiva, saqueada y despojada al extremo por las huestes de Nabucodonosor. Si bien todo ello era un juicio divino contra la nación judía, a causa de sus maldades, fueron las actitudes y las acciones de quienes se consideraran -en su propia forma de pensar- mejores o superiores a sus hermanos de raza, pretendiendo no formar parte de ella por auto exclusión En los versos posteriores el Padre hará una auscultación básica de la forma de ser de los edomitas, que si bien no tenían ídolos o dioses ajenos, tampoco servían a Yahweh, a pesar de haber estado contenidos en los valores trascendentales de la promesa, la cual fuera desdeñada profanamente por su progenitor, Esaú. Y aunque el tal buscara los beneficios que olímpicamente despreciara con rogativas y lágrimas, no alcanzó de parte de Dios ni el perdón ni la retribución: "No sea que haya algún...profano como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura. Porque ya sabéis que aun despues, DESEANDO HEREDAR BENDICIÓN, FUE DESECHADO, Y NO HUBO OPORTUNIDAD PARA EL ARREPENTIMIENTO, AUNQUE LA PROCURÓ CON LÁGRIMAS" (He.12:16-17). Una persona PROFANA es alguien que no tiene concepciones espirituales, siendo puramente materialista.Una persona que arguye que no quiere saber nada de Dios, declarándose independiente de él, siendo esto EL ORGULLO DEL CORAZÓN en su más notoria expresión.
=== El desprecio total en contra de su Creador y Formador, y su actitud apoteósica; esto es el mirarse a sí mismos como si fueran los dioses en su Olimpo particular (hemos de recordar que los edomitas habitaban la región que hoy se conoce como Petra, un lugar alto, rocoso, y aparentemente inexpugnable), convirtiéndose ello en su orgullo particular, asumiendo que nadie podría alcanzar a los que habitaban a la altura de las estrellas para derribarlos de su alta fortaleza. Edom, no contaba para nada con la existencia de la Deidad, ni asumían su Soberanía como algo real. El que se ha endiosado a sí mismo, suele mirar con desprecio a los demás, sintiéndose a salvo de todo, y resguardado de todos, y capaces de desafiar a Dios mismo, "si se diera el caso de que el tal existiera". El afinado oído profético de Abdías, le hizo captar el sonido de aquel pregón de guerra que llamara a una a las naciones para atacar a Edom. Los corazones de los reyes que antes fueran afines con Edom, le odian hoy, y cargados de furia llegan a aliarse para atacar como una fuerza conjunta a esta nación tan soberbia que, actuando en su rencor e ira infraterna contra sus hermanos de casta, los llevó a regocijarse de su desgracia, observándolos maliciosamente desde lo alto con una pasiva crueldad, sintiéndose gozosos de ver como sus hermanos eran oprimidos, rehusando ayudarlos, y deteniéndolos en los lugares claves para entregarlos a los babilonios, o matándolos ellos mismos, y entrando después a despojarlos en su ciudad, y participar en las rifas o sorteos para esclavizarlos. Fueron las cosas como estas las que sellaron el destino de los edomitas, condenándolos el Padre a desaparecer como raza.
=== Hechas las alianzas entre los que antes fueran aliados de Edom, y se transfomaran en sus enemigos, vino la invasión sobre los descendientes de Esaú, con los resultados descritos en el verso 2, y los vs. 5-9. La soberbia de sus corazones, en calidad de autodeificación los hizo soñar respecto de sí mismos, viéndose como la corte olímpica, cuyas alturas no podían ser alcanzadas por "seres sobrenaturales como ellos". Tras verse vencidos y abatidos por sus antiguos aliados, el abatimiento los trajo a la realidad; no a "su realidad"; sino a la realidad divina de valores absolutos, donde la fantasía no reina. La soberbia del corazón, sin la sustancia del panorama soberano divinal, no es más que pura efervescencia, disolviéndose ésta como una vana ilusión. La seguridad de las hendiduraa de las peñas, pasaron a ser como las murallas de Jericó; y las cimas de su orgullo se convirtieron en las accesivas planicies que hicieran que sus conquistadores llegaran hasta ellos para matarlos y despojarlos hasta lo último, no escatimando ni las cosas más pequeñas ni los tesoros más escondidos. Una plaga de langostas no lo habría hecho mejor. Dios abatíó hasta el fondo el orgullo edomita, y nos puso en antecedentes sobre lo que él opina respecto al espíritu infraterno, haciendo del amor fraternal una de las bases de nuestra identidad.
"Visión de Abdías. Yahweh el Señor ha dicho así en cuanto a Edom: Hemos oído el pregón de Yahweh, y mensajero ha sido enviado a las naciones. Levantaos, y levantémonos contra este pueblo en batalla. He aquí, pequeño te he hecho entre las naciones; estás abatido en gran manera. La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que moras entre las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada, que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará a tierra?".
=== El profeta refiere para nosotros lo que el Padre le comunicara a través de una visión sobre lo que había destinado para Edom por causa de su maldad y por su actitud infraterna, sádica y perversa contra su hermano Jacob, cuando Judá, en el sur, fuera invadida por Babilonia, siendo llevada cautiva, saqueada y despojada al extremo por las huestes de Nabucodonosor. Si bien todo ello era un juicio divino contra la nación judía, a causa de sus maldades, fueron las actitudes y las acciones de quienes se consideraran -en su propia forma de pensar- mejores o superiores a sus hermanos de raza, pretendiendo no formar parte de ella por auto exclusión En los versos posteriores el Padre hará una auscultación básica de la forma de ser de los edomitas, que si bien no tenían ídolos o dioses ajenos, tampoco servían a Yahweh, a pesar de haber estado contenidos en los valores trascendentales de la promesa, la cual fuera desdeñada profanamente por su progenitor, Esaú. Y aunque el tal buscara los beneficios que olímpicamente despreciara con rogativas y lágrimas, no alcanzó de parte de Dios ni el perdón ni la retribución: "No sea que haya algún...profano como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura. Porque ya sabéis que aun despues, DESEANDO HEREDAR BENDICIÓN, FUE DESECHADO, Y NO HUBO OPORTUNIDAD PARA EL ARREPENTIMIENTO, AUNQUE LA PROCURÓ CON LÁGRIMAS" (He.12:16-17). Una persona PROFANA es alguien que no tiene concepciones espirituales, siendo puramente materialista.Una persona que arguye que no quiere saber nada de Dios, declarándose independiente de él, siendo esto EL ORGULLO DEL CORAZÓN en su más notoria expresión.
=== El desprecio total en contra de su Creador y Formador, y su actitud apoteósica; esto es el mirarse a sí mismos como si fueran los dioses en su Olimpo particular (hemos de recordar que los edomitas habitaban la región que hoy se conoce como Petra, un lugar alto, rocoso, y aparentemente inexpugnable), convirtiéndose ello en su orgullo particular, asumiendo que nadie podría alcanzar a los que habitaban a la altura de las estrellas para derribarlos de su alta fortaleza. Edom, no contaba para nada con la existencia de la Deidad, ni asumían su Soberanía como algo real. El que se ha endiosado a sí mismo, suele mirar con desprecio a los demás, sintiéndose a salvo de todo, y resguardado de todos, y capaces de desafiar a Dios mismo, "si se diera el caso de que el tal existiera". El afinado oído profético de Abdías, le hizo captar el sonido de aquel pregón de guerra que llamara a una a las naciones para atacar a Edom. Los corazones de los reyes que antes fueran afines con Edom, le odian hoy, y cargados de furia llegan a aliarse para atacar como una fuerza conjunta a esta nación tan soberbia que, actuando en su rencor e ira infraterna contra sus hermanos de casta, los llevó a regocijarse de su desgracia, observándolos maliciosamente desde lo alto con una pasiva crueldad, sintiéndose gozosos de ver como sus hermanos eran oprimidos, rehusando ayudarlos, y deteniéndolos en los lugares claves para entregarlos a los babilonios, o matándolos ellos mismos, y entrando después a despojarlos en su ciudad, y participar en las rifas o sorteos para esclavizarlos. Fueron las cosas como estas las que sellaron el destino de los edomitas, condenándolos el Padre a desaparecer como raza.
=== Hechas las alianzas entre los que antes fueran aliados de Edom, y se transfomaran en sus enemigos, vino la invasión sobre los descendientes de Esaú, con los resultados descritos en el verso 2, y los vs. 5-9. La soberbia de sus corazones, en calidad de autodeificación los hizo soñar respecto de sí mismos, viéndose como la corte olímpica, cuyas alturas no podían ser alcanzadas por "seres sobrenaturales como ellos". Tras verse vencidos y abatidos por sus antiguos aliados, el abatimiento los trajo a la realidad; no a "su realidad"; sino a la realidad divina de valores absolutos, donde la fantasía no reina. La soberbia del corazón, sin la sustancia del panorama soberano divinal, no es más que pura efervescencia, disolviéndose ésta como una vana ilusión. La seguridad de las hendiduraa de las peñas, pasaron a ser como las murallas de Jericó; y las cimas de su orgullo se convirtieron en las accesivas planicies que hicieran que sus conquistadores llegaran hasta ellos para matarlos y despojarlos hasta lo último, no escatimando ni las cosas más pequeñas ni los tesoros más escondidos. Una plaga de langostas no lo habría hecho mejor. Dios abatíó hasta el fondo el orgullo edomita, y nos puso en antecedentes sobre lo que él opina respecto al espíritu infraterno, haciendo del amor fraternal una de las bases de nuestra identidad.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 07/02/2018 MENSAJE # 2291
LA NATURALEZA ESPIRITUAL QUE HA DE DOMINAR SOBRE TODOS LOS HIJOS DE DIOS, ES LA FRATERNIDAD, LA SOLIDARIDAD, LA MUTUA CONTRIBUCIÓN Y EL DISPENSARNOS AFECTO ENTRE NOSOTROS COMO HIJOS DE DOS. QUE EL AMOR FRATERNAL REINE EN MEDIO DEL PUEBLO DE DIOS.
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