viernes, 8 de diciembre de 2017

AUNQUE NOS RESULTE MUY DESAGRADABLE EL TENER QUE TRATAR ESTE PUNTO, POR LA MANERA PROFANA DE CONTESTARLE A DIOS, Y DE PEDIRLE QUE PORMENORIZADAMENTE EXPLIQUE LO QUE LA JACTANCIA HEBREA NO ENTIENDE, ES PRECISO QUE LO HAGAMOS, PARA COMPROBAR UNA VEZ MÁS LA GRANDEZA DE NUESTRO DIOS, Y SU PACIENCIA PARA CON NOSOTROS.

LIMA - PERÚ VIERNES 08 DE DICIEMBRE DEL 2017       MENSAJE # 2169

MALAQUÍAS 1:2-3, 6.

"Yo os he amado, dice Yahweh; y dijisteis: ¿En qué nos amaste? ¿No era Esaú hermano de Jacob? dice Yahweh, y amé a Jacob, y a Esaú aborrecí, y convertí sus montes en desolación, y abandoné su heredad para los chacales del desierto... El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? Y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Yahweh de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre, Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?".

=== Eran los tiempos de la restauración en Jerusalén, y las narraciones de Esdras y Nehemías  sirven de fondo al fluir profético de Malaquías, revelándose tres problemas básicos a nivel nacional: El enfriamiento de los corazones en el pueblo, teniendo a Dios en poco, y poniendo en tela de juicio su panorama relacional con él. En los sacerdotes, gobernaba la profanidad, y miraban los sacrificios que se hacían a la Deidad como algo que los había hartado, llegando a ser indiferentes y profanos, ofreciendo a Dios lo hurtado, lo cojo, lo dañado y lo que era estimado como vil, pensando para sí que al Padre ello no le importaría, asumiendo su actividad religiosa como una liturgia vacía, sin propósito, pero rentable al fin y al cabo. Luego se revela el hecho de que la nación entera ha prevaricado al efectuarse bodas con mujeres impías, profanando el linaje santo al contaminarse con la idolatría de las parejas, algo que Yahweh proscribiera desde muchos siglos atrás; y después, la retención de parte de los diezmos, que implicaba una abierta manifestación de robo a la Deidad, el decaimiento ministerial, y el abandono de los deberes en el templo, desapareciendo el servicio sacerdotal al carecer del sustento necesario para la continuidad del mismo. No le fue sencillo a Nehemías tener que bregar con todo esto; sintiéndose anulado en un principio; pero levantándose para afirmar su corazón y el de su pueblo en pos del Dios vivo, tornándose radical con el orden divinal. La profecía a cargo de Malaquías contribuyó al recobro de la identidad del pueblo judío como pueblo de Dios, y como siervos del Dios Altísimo.

=== La manifestación del amor divino como un hecho real, continuo y perfecto, entra a tallar aquí por la expresión del Padre a través de Malaquías; y en los tiempos verbales hebraicos, que son más de los que tenemos en el español, esto presentaba un presente continuativo, vale decir, "Te amé, te amo, y te amaré"; y eso es lo que significa en hebreo. El amor de Dios en las edades no ha variado en absoluto; ni cuando el Padre mostrara su favor y aceptación; ni cuando disciplinara a los que había recibido como hijos. Si bien las expresiones pueden parecernos distintas -y lo son-, lo primero, expresa el contentamiento divino; lo segundo, su reacción contra la indisciplina y la desobediencia que desdeña el propósito, y hiere el corazón sensible del Padre en el contexto de su beneplácito. El amor, que nunca deja de ser, posee esta característica; si cambia con las condiciones, no era el amor ágape que el Padre nos dispensa genéricamente. Esta es la clase de amor, de indefinida persistencia, que a veces es blasfemado, incomprendido y rechazado; no conoce otro fin que la postrer consumación al llevar muchos hijos a la gloria, ubicándonos en el contexto de la voluntad divina, para que recibamos la herencia del caso.


===  Los que conservan la naturaleza de hijos, piensan de Dios como su Padre, y cuál sería la mejor forma de honrarlo, para compartir con él la larga vida que corresponde a los seres regios, los que se sientan al lado de él en los tronos para ellos guardados. Aquellos que le sirven, y lo ven como su amo, se dejan gobernar por una obediencia implícita que se traduce en una dulce docilidad, en una grata comunión, y en una camaradería que les comparte seguridad, valor y destino. Ellos son incapaces de mostrar una actitud hostil al Padre, y mucho menos de sentir desprecio por su majestad, inclinándose hasta tocar sus frentes en el suelo, pronunciando gozosos el nombre de la Deidad, invocándolo y glorificándolo, dedicándole cabalmente cada uno de sus pensamientos, buscando su agrado, y obteniendo su permanente benevolencia. Así, cuando en la boca y el temperamento de otros sólo brotan procacidades; en ellos hay el alentar a los que piensan en el nombre de Yahweh, con la objetividad de convertirse en sus tesoros particulares (Mal.3:17).

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA       08/12/2017         MENSAJE # 2169.

1 comentario:

  1. NUESTRA RELACIÓN CON DIOS DEBE SER PERFECTA Y CONTINUA, PORQUE ÉL ES EL MISMO AYER, HOY Y POR LOS SIGLOS. SI ESTAMOS ALICAÍDOS O DUBITATIVOS, SERÁ PRECISO RENOVARNOS Y BUSCAR LA COMUNIÓN CON ÉL, Y BUSCAR A LOS QUE CONTINUAMENTE PIENSAN EN ÉL, EDIFICÁNDONOS MUTUAMENTE.

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