jueves, 7 de diciembre de 2017

TODO LO INHERENTE AL PANORAMA HISTÓRICO-PROFÉTICO HA DE SER COMPARTIDO CON LOS SANTOS DEL SEÑOR, Y ÉL LE DIJO A PEDRO QUE JUAN SERÍA QUIEN RECIBIRÍA EL PANORAMA ESPIRITUAL DE SU VENIDA EN LA FORMA MÁS NÍTIDA Y GLORIOSA. Y ASÍ FUE.

LIMA - PERÚ    JUEVES 07 DE DICIEMBRE DEL 2017      MENSAJE # 2167

APOCALIPSIS 4:1-4     (VERSIÓN REINA VALERA CONTEMPORÁNEA)

"Después de esto, miré y vi que en el cielo había una puerta abierta. Entonces la voz que antes había escuchado, y que era como el sonido de una trompeta, me dijo: Sube acá y te mostraré lo que va a suceder después de esto. Al instante quedé bajo el poder del Espíritu y vi que en el cielo había un trono, y que alguien estaba sentado en él. El que estaba sentado en el trono tenía el aspecto de una piedra de jaspe y de cornalina. Alrededor del trono había un arco iris, semejante a la esmeralda. Alrededor del trono había veinticuatro tronos, y estaban sentados en ellos veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas y con sendas coronas de oro en la cabeza".

=== Cuando Jesús se le aparece a Juan para darle esta revelación en Patmos, un lugar donde nadie los interrumpiría, le fue sencillo al Señor el pintar de cuerpo entero las realidades neocreacionales que compondrían la esfera del reino en su devenir histórico y profético, haciéndolo mediante las cartas a las siete iglesias de Asia, mostrando el decurso de las edades con la esposa comprometida a la que vendría a buscar conforme a su petición de matrimonio, la misma que figura en Juan 14:1-3: "No se turbe su corazón. Ustedes creen en Dios; crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchos aposentos. Si así no fuera, ya les hubiera dicho. Así que voy a preparar lugar para ustedes. Y si me voy y les preparo lugar, vendré otra vez, y los llevaré conmigo, para que donde yo esté, ustedes también estén". Es por ello que se le dijo al apóstol que escribiera lo que había visto, lo que sucedía en ese instante, y lo que había de suceder después de esto (Ap.1:19). Y después de haber apreciado linealmente todo ello, el Señor lo llamó a contemplar las cosas desde la esfera celeste en un plano privilegiado. Juan pudo ver todo lo que pasaría aquí abajo; pero al subir a la celeste esfera le permitirá saber lo que vendrá, habiendo de ser observado el movimiento regio teniendo a Jesucristo como el protagonista, marcando el ritmo de los tiempos en el trámite de la gracia, del reinado con Cristo, y del panorama eternal. Si hemos sido atentos oidores a lo que el Espíritu le dijo a las iglesias, nuestro corazón debe llenarse de expectativa, observando estas cosas como hijos entronados, y no como mirones espantados.

=== La voz de trompeta nos llama a subir con él, para contemplar desde otro nivel, el CÓMO SE HARÁN LAS COSAS SEGÚN DIOS; no sin antes hacer las presentaciones del caso, y lo primero que nos impacta es ver UN TRONO, CON ALGUIEN SENTADO EN ÉL (indudablemente el rey que gobierna desde la celeste esfera, el cual hará los movimientos en el ajedrez celestial para que se cumpla la oración de Jesús en el Padre nuestro: "Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra" Mateo 6:10), se halla aquí REINANDO, GOBERNANDO Y ORDENANDO. Luego Juan lo describe, diciendo que es como jaspe (piedra translúcida de estructura diamantina, dejándonos interiorizar en la naturaleza de aquel que no tiene nada que ocultar, y todo para mostrar), y la otra parte de cornalina ( roja gema, apuntando  a su naturaleza redentiva, y al costo total de la operación de su amor y misericordia; pero a la par también una solemne amenaza contra quienes provocan su ira manteniéndose en rebeldía; habiendo, pues, justicia y juicio, revelando su soberanía en acción; ora de un modo, ora de otro.

=== El arco iris, símbolo pactual con Noé y con otras criaturas, no es exhibido como una semiesfera; sino que aparece sobre (encima de) el trono, implicando que es el pacto que se hiciera con Abraham (me refiero a la circuncisión como sello del mismo) primando en él el color verde esmeralda (propio de la esperanza) en un plano abarcativo que ivolucrara tanto a judíos como a gentiles por causa de la fe de Abraham, quien recibiera el sello de la circuncisión como un refrendo de la fe que tuvo siendo incircunciso. Somos hijos de Abraham por la fe, y no porque tengamos cortado el prepucio, teniendo ello un significado más hondo según lo que Pablo nos revela: "Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación". Cuando en el cielo aparece el arco iris, sólo vemos la mitad del mismo, y eso indica su firmeza y fidelidad, ¿qué espera? Ver la mitad que nos corresponde a nosotros. Si superponemos nuestras cortadas muñecas, de revés, los dos semicículos harán uno solo. En las invitaciones a eventos especiales, se solía romper una piedrita en dos pedazos, y cuando tú llegabas a dicha reunión, se buscaba aquella que coincidiera con el borde de la otra, y tu acceso a la fiesta estaba garantizado (Ap.2:17 lo ilustra). Los veinticuatro ancianos, al igual que nuestras costillas (símbolo de la mujer como pareja idónea), abrigando el corazón del hombre, son como los doce hijos de Israel, y los doce apóstoles del Cordero, quienes tienen la promesa de cogobernar con el Varón; arqueo y neotestamentariamente. Las ropas blancas y las coronas nos revelan su condición regia. ¡Y no digo más, para dejarlos con la miel en los labios!

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA         07/12/2017        MENSAJE # 2167.

1 comentario:

  1. NO HARÁ NADA YAHWEH SIN MOSTRÁRSELO PRIMERO A SUS SIERVOS LOS PROFETAS. EL PADRE NO QUIERE QUE IGNOREMOS NADA EN EL PANORAMA REVELACIONAL, Y CADA COSA QUE ÉL NOS MUESTRA ES PARA TENER UN PUEBLO MUCHO MÁS APERCIBIDO.

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