LIMA - PERÚ SÁBADO 09 DE DICIEMBRE DEL 2017 MENSAJE # 2171
MATEO 2:1-8.
"Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: En Belén de Judea, porque así está escrito por el profeta: Y tú, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo Israel. Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos directamente el tiempo de la aparición de la estrella; y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore".
=== Mateo, el publicano, elegido apóstol del Señor, nos narra el tiempo del nacimiento del Señor Jesús en Belén de Judea, en la época en que el sanguinario rey Herodes reinaba, habiéndose enterado por sus magos y astrólogos que por entonces había de nacer el Cristo, y estuvo asesinando a cada niño que naciera en su familia, para que aquella promesa mesiánica lo tuviera a él como el Mesías. El manipulador de los tiempos había de edificar en honor de sí mismo, el más bello de los templos, de allí que no se detuviera en gastos y detalles (aunque trabajara para Dios), muriendo mucho antes de que fuera inaugurado para recibir a Jesús, el auténtico Mesías. Las palabras de los magos venidos de oriente fueron como si una bomba hubiera estallado ante los ojos del rey, y del pueblo judío; quienes se sorprendieran por la caravana que los magos traían, y por el hecho de que ellos fueran descendientes suyos y discípulos del profeta Daniel. Cuando tú VAS A ADORAR AL MESÍAS, no te llevas una lonchera para el camino; sino que te llenas de presentes para dárselos al Hijo de Dios, en quien se cumplieran las promesas, aquellas cosas que desde centurias eran conocidas: "Lo veré, mas no ahora; lo miraré, mas no de cerca; saldrá ESTRELLA de Jacob, y se levantará cetro de Israel, y herirá las sienes de Moab, y destruirá a los hijos de Set, será tomada Edom (Herodes era edomita, no judío; y fue puesto por los romanos)" (Nm.24:17,18a); "Pero tú Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad" (Mi:5:2). Ruego al lector acucioso que se ubique, y que asuma la narrativa de Mateo en su regia dimensión.
=== Sólo los que sabían que Jesús era Dios manifestado en carne, podían venir y decir abiertamente que venían a ADORARLO; y no a rendirle un simple homenaje, o a felicitar a los padres pueblerinos de Su Majestad. La ESTRELLA que se viera en el oriente, según las señales preconcebidas descritas en Apocalipsis 12:1-3, 4-6, 7-9. El Sol (de justicia, que sirviera de vestido a la mujer); Virgo (la mujer encinta: Israel); la luna debajo de sus pies (implicando que aquella constelación estaría en línea para manifestar en la tierra lo que Dios había designado, indicando que el Señor nacería el día exacto, y de noche, cuando comenzara un nuevo día); Leo (la corona de doce estrellas, que nos permite ver una vez más la confluencia que apuntara al reino). Fue por ello que los magos supieron que el Mesías se había manifestado en la tierra, revelando que el reino de Dios sería establecido por el nacimiento del rey, algo que el anciano Simeón (Lc.2:25-35), y Ana, la profetisa (Lc.2:36-38), guardaran largamente en su corazón, siendo los comunicadores de la redención al pueblo israelita al octavo día del nacimiento de Jesús, cuando fuera circuncidado. Mateo no nos refiere que el rey y que los hebreos se gozaran por lo que estos extraños les dijeran; pero sí dice que se turbaron en sus corazones. Ellos eran los receptores de su palabra y de sus promesas, e ignoraron olímpicamente este acontecimiento que de ninguna manera debía ser pasado por alto. Aclarado lo de la ubicación geográfica, el rey hizo una solicitud: EL TIEMPO EXACTO DE LA APARICIÓN DE LA ESTRELLA. Y por la orden para la matanza de los niños en Belén y sus alrededores, sabemos que Jesús tenía casi dos años cuando salió con sus padres a Egipto. Que los magos no llegaron al pesebre; sino a la casa en la que Jesús habitaba con sus padres, donde la ESTRELLA los guiara (Mt.2:9-12), y desde donde se fueron para Egipto, para que se cumpliera la profecía de Oseas 11:1.
=== Después de conocer acerca del nacimiento de Jesús, Herodes craneaba cómo deshacerse del niño (el legítimo rey), y pensaba de qué modo lo mataría, como el dragón que se hallara frente a la mujer del capítulo 12 de Apocalipsis que estaba al borde del alumbramiento (vs.3-4); queriendo sacarse ese delirio de persecución que Satán tenía desde la época de Génesis 3:14-15). Los adoradores llegaron donde tenían que llegar; los sacerdotes jerosolimitanos, tornaron a su intrascendencia, y el pueblo judío tenía una expectativa sin mucha emoción. No se nos dice que alguno de los hebreos que habitaran la capital se fueran con los magos venidos de oriente; y eso hizo que la ESTRELLA guiara a los tales hasta encontrar a Jesús, precediéndolos mientras caminaban como un moderno GPS, llenando de gozo a los magos, y cuando penetraron en el hogar de Jesús, SE POSTRARON Y ADORARON Y ABRIERON SUS TESOROS, Y LE OFRECIERON PRESENTES: Oro (reconociendo su divinidad); Incienso (intimando sus oraciones y su adoración a la figura antropomórfica de la Deidad hecha un hombre); y la Mirra (que era una gomorresina amarga y aromática que para soltar su fragancia había de ser triturada, señalando el horno de aflicción que le tocaría padecer para redimirnos). El aparente desinterés del rey, dejándoles la tarea a aquellos magos para las averiguaciones del caso, implica la comodidad del perverso, que espera que otros le hagan el servicio, cuando el más interesado debió haber sido él. ¿A quién nos parecemos? ¿A Herodes? ¿A los sacerdotes? ¿Al pueblo en general? ¿A los magos venidos de oriente? Mis lectores tienen la respuesta.
"Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: En Belén de Judea, porque así está escrito por el profeta: Y tú, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo Israel. Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos directamente el tiempo de la aparición de la estrella; y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore".
=== Mateo, el publicano, elegido apóstol del Señor, nos narra el tiempo del nacimiento del Señor Jesús en Belén de Judea, en la época en que el sanguinario rey Herodes reinaba, habiéndose enterado por sus magos y astrólogos que por entonces había de nacer el Cristo, y estuvo asesinando a cada niño que naciera en su familia, para que aquella promesa mesiánica lo tuviera a él como el Mesías. El manipulador de los tiempos había de edificar en honor de sí mismo, el más bello de los templos, de allí que no se detuviera en gastos y detalles (aunque trabajara para Dios), muriendo mucho antes de que fuera inaugurado para recibir a Jesús, el auténtico Mesías. Las palabras de los magos venidos de oriente fueron como si una bomba hubiera estallado ante los ojos del rey, y del pueblo judío; quienes se sorprendieran por la caravana que los magos traían, y por el hecho de que ellos fueran descendientes suyos y discípulos del profeta Daniel. Cuando tú VAS A ADORAR AL MESÍAS, no te llevas una lonchera para el camino; sino que te llenas de presentes para dárselos al Hijo de Dios, en quien se cumplieran las promesas, aquellas cosas que desde centurias eran conocidas: "Lo veré, mas no ahora; lo miraré, mas no de cerca; saldrá ESTRELLA de Jacob, y se levantará cetro de Israel, y herirá las sienes de Moab, y destruirá a los hijos de Set, será tomada Edom (Herodes era edomita, no judío; y fue puesto por los romanos)" (Nm.24:17,18a); "Pero tú Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad" (Mi:5:2). Ruego al lector acucioso que se ubique, y que asuma la narrativa de Mateo en su regia dimensión.
=== Sólo los que sabían que Jesús era Dios manifestado en carne, podían venir y decir abiertamente que venían a ADORARLO; y no a rendirle un simple homenaje, o a felicitar a los padres pueblerinos de Su Majestad. La ESTRELLA que se viera en el oriente, según las señales preconcebidas descritas en Apocalipsis 12:1-3, 4-6, 7-9. El Sol (de justicia, que sirviera de vestido a la mujer); Virgo (la mujer encinta: Israel); la luna debajo de sus pies (implicando que aquella constelación estaría en línea para manifestar en la tierra lo que Dios había designado, indicando que el Señor nacería el día exacto, y de noche, cuando comenzara un nuevo día); Leo (la corona de doce estrellas, que nos permite ver una vez más la confluencia que apuntara al reino). Fue por ello que los magos supieron que el Mesías se había manifestado en la tierra, revelando que el reino de Dios sería establecido por el nacimiento del rey, algo que el anciano Simeón (Lc.2:25-35), y Ana, la profetisa (Lc.2:36-38), guardaran largamente en su corazón, siendo los comunicadores de la redención al pueblo israelita al octavo día del nacimiento de Jesús, cuando fuera circuncidado. Mateo no nos refiere que el rey y que los hebreos se gozaran por lo que estos extraños les dijeran; pero sí dice que se turbaron en sus corazones. Ellos eran los receptores de su palabra y de sus promesas, e ignoraron olímpicamente este acontecimiento que de ninguna manera debía ser pasado por alto. Aclarado lo de la ubicación geográfica, el rey hizo una solicitud: EL TIEMPO EXACTO DE LA APARICIÓN DE LA ESTRELLA. Y por la orden para la matanza de los niños en Belén y sus alrededores, sabemos que Jesús tenía casi dos años cuando salió con sus padres a Egipto. Que los magos no llegaron al pesebre; sino a la casa en la que Jesús habitaba con sus padres, donde la ESTRELLA los guiara (Mt.2:9-12), y desde donde se fueron para Egipto, para que se cumpliera la profecía de Oseas 11:1.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 09/12/2017 MENSAJE # 2171
LAS SAGRADAS ESCRITURAS NOS DAN LA INFORMACIÓN CORRECTA SOBRE LOS ACONTECIMIENTOS QUE RODEARAN EL NACIMIENTO DE JESÚS. Y CUANDO QUEREMOS ESTAR A LA ALTURA DE LAS CIRCUNSTANCIAS NOS CONVIENE ESCUDRIÑAR LA PALABRA PARA ALCANZAR UNA CORRECTA PERCEPCIÓN DE LOS HECHOS. MEDÍTENLO, AMADOS.
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